WASHINGTON (apro).- Presionado por las estadísticas oficiales que calculan que todos los días en Estados Unidos mueren en promedio 142 personas por sobredosis de consumo de drogas sintéticas, el presidente Donald Trump declaró “emergencia nacional” a la adicción de opiáceos que aqueja a la sociedad estadunidense. “La crisis (de consumo) de opiáceos es una emergencia nacional y lo estoy diciendo ahora de manera oficial, es una emergencia”, dijo el mandatario durante un breve intercambio de preguntas y respuestas con un grupo de reporteros. “Es una emergencia nacional y vamos a dedicarle mucho tiempo, muchos esfuerzos y mucho dinero a esta crisis de opiáceos”, enfatizó Trump, quien se encuentra de vacaciones en su casa del Club de Golf Bedminster, Nueva Jersey. Esta semana, el presidente de Estados Unidos se reunió con la Fuerza de Tarea sobre la crisis de consumo de opiáceos que encabeza el gobernador republicano de Nueva Jersey, Chris Christie, quien le recomendó hacer la declaración de “emergencia nacional”. De acuerdo el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) del gobierno federal estadunidense, en el 2015 murieron unos 33 mil nacionales a causa de una sobredosis de drogas sintéticas. Durante su campaña presidencial, Donald Trump aseguró a los electores que, al edificar un muro en la frontera con México –cuya construcción sufragaría el gobierno mexicano–, él se encargaría de contener el problema del flujo y consumo de drogas. Tom Price, secretario de Salud y Recursos Humanos en la actual administración, también le había insistido que declarara la emergencia. No obstante, ayer miércoles, cuando se reunió con la Fuerza de Tarea encargada del tema, la cual le hizo la misma recomendación, se abstuvo de proclamar la propuesta. Legisladores federales del partido demócrata criticaron a Trump por no acatar la recomendación de la Fuerza de Tarea, apuntando que se había abstenido porque sería como aceptar que el problema del consumo de narcóticos de los estadunidenses no se resuelve con un muro en la frontera con México, sino con programas de salud pública y educación en Estados Unidos. “Es un problema serio como nunca habíamos tenido… en este país no había ocurrido nada similar como lo acontecido en los últimos cuatro o cinco años”, reconoció Trump. Las estadísticas oficiales del gobierno estadunidense sobre el problema de adicción a las drogas sintéticas sostienen que el promedio trimestral de personas que mueren por sobredosis con opiáceos es de 19.9 por cada 100. “Este es un problema mundial, no sólo de Estados Unidos, esto está pasando en todo el mundo; pero es una emergencia nacional y en estos momentos estamos definiendo las estrategias sobre cómo la vamos a afrontar”, añadió el presidente. Con la declaratoria, el gobierno federal puede apoyar con más fondos federales, estrategias, programas de salud pública y educación, a los estados más afectados. Además, también ejerce presión sobre el Congreso federal para aprobar proyectos de ley y mayores presupuestos para hacerle frente al problema de la adicción, que cada vez le cuesta al país más en términos de pérdidas de vidas humanas.