CHILPANCINGO. Gro. (apro).- Trabajadores del área técnica de supervisión del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) adscritos a la delegación en Guerrero de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), iniciaron este jueves una huelga de hambre para exigir el pago de cinco meses de salario devengado este año. Los afectados decidieron implementar esta medida de protesta extrema, luego de que la titular de la dependencia federal, Rosario Robles Berlanga, anunció un millonario programa para reconstruir “en cuatro meses”, un promedio de 55 mil viviendas que resultaron dañadas tras los sismos registrados este mes en el sureste y el centro del país. Los trabajadores, en su mayoría ingenieros civiles y arquitectos, reprocharon el hecho de que, a cuatro años del desastre provocado por la tormenta Manuel en la entidad, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto no ha terminado de construir las viviendas anunciadas en el plan Nuevo Guerrero, en el que se destinaron más de 2 mil millones pesos. En su edición 2133, Proceso publicó el reportaje “Cuatro años después, los daños de Manuel aún sin reparar en Guerrero”, en el que se indica que en setiembre de 2013, el meteoro dejó 101 muertos, más de 16 mil 776 viviendas afectadas y la lluvia de dinero del proyecto de reconstrucción del gobierno federal benefició a una red de funcionarios, políticos y empresarios de la construcción que se repartieron discrecionalmente los fondos y dejaron obras de mala calidad, inconclusas e incluso inexistentes. Al respecto, los 33 trabajadores del aérea técnica de la Sedatu en Guerrero, encargados de supervisión la construcción de viviendas con recursos del Fonden, insistieron en exigir el pago de su salario, el cual fue retenido desde hace cinco meses por razones que desconocen. Hasta ahora, la titular de la dependencia, Rosario Robles, no ha explicado la causa de la falta de pago a los empleados de Guerrero y por ello, los afectados decidieron declararse en huelga de hambre desde ayer. La protesta se mantiene en las instalaciones de la dependencia federal, ubicada al norte de esta capital y los trabajadores responsabilizaron al gobierno federal de las afectaciones que pudieran padecer a consecuencia de la huelga de hambre.