Ingresa la primera mexicana a la Real Academia Nacional de Medicina de España

miércoles, 17 de enero de 2018 · 15:32
CIUDAD DE MÉXICO (apro).– La investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Rosalinda Guevara Guzmán se convirtió en la primera mexicana en ingresar a la Real Academia Nacional de Medicina (RANM) de España. En un comunicado, la Universidad dio a conocer que la institución española decidió incorporarla como académica correspondiente extranjera en reconocimiento a una vida dedicada a expandir los conocimientos de su disciplina. “Su ingreso se da en consideración a sus relevantes méritos científicos”, expresó el secretario general de la RANM, Luis Pablo Rodríguez, al destacar algunos logros obtenidos en el laboratorio de quien es la jefa de la División de Investigación de la Facultad de Medicina, como una prueba de olores para la detección temprana del Alzheimer o una alternativa terapéutica para tratar la epilepsia resistente a los fármacos. En la ceremonia de ingreso a la RANM, Guevara impartió la conferencia “La enseñanza de la medicina en México, desde las épocas prehispánicas hasta nuestros días”, en la que analizó la evolución de este conjunto de conocimientos. “Falta inversión” Para Guevara Guzmán, tener “la voluntad de responder preguntas” es lo que requiere cualquier investigador. Y en medicina hay muchas incógnitas, dice, como “¿por qué ciertas personas desarrollan alzheimer y otras no? o ¿por qué reemergen enfermedades que ya creíamos erradicadas, como la tuberculosis o el paludismo?” La nueva integrante de la RANM también cuestionó el bajo financiamiento gubernamental en ciencia: “Los apoyos al rubro han sido limitados. Antes se daba el .3%, luego el .5 y hoy estamos en el .45% del PIB. Y mientras nos movemos en este escenario da tristeza ver las millonarias sumas de dinero destinadas a los partidos políticos, las cuales terminarán en la basura tras los comicios del primero de julio”. Guevara dijo que hace 54 años entró por primera ocasión a un laboratorio y que, desde entonces, “me gustó tanto estar ahí que ya no pude salirme; desde el inicio me enamoré de la investigación”. “Sigo trabajando en enfermedades neurodegenerativas, alzheimer, y en el papel de la restricción alimentaria en el modelo de epilepsia. No es fácil, la verdad me gustaría estar más tiempo en el laboratorio, pero todo es cuestión de conciliar”, agregó.

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