CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La juez Leticia Contreras ordenó la liberación de los estudiantes José Luis Pozos y Francisco Javier Guillén, acusados de lesionar a policías en un enfrentamiento durante una manifestación en contra de las operaciones de la cervecera Constellation Brands en el Valle de Mexicali, Baja California. De acuerdo con información difundida por Lindero Norte, en el cierre de la audiencia de vinculación a proceso en la que ambos jóvenes resultaron exonerados, se consideró la investigación de abuso de autoridad por la detención de Pozos, cuyo dictamen médico concluyó que fue víctima de maltrato físico, ya que se documentaron 12 heridas en el cuerpo. Pozos y Guillén –estudiantes de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC)-- permanecieron siete días en la cárcel de Mexicali porque Contreras les fijó la medida cautelar de prisión preventiva, a pesar de que no se trataba de un delito grave y ambos carecían de antecedentes penales. En entrevista para Lindero Norte después del término de la audiencia y mientras eran excarcelados, Esther Pozo señaló que todo se trató de un montaje y se comprobó que su hermano y Guillén nada tenían que ver con los hechos imputados por la fiscalía. “Fue una fabricación de la fiscalía, las supuestas víctimas y testigos eran falsos. Es grave que se levanten cargos con pruebas falsas”, dijo, y advirtió que durante las cuatro horas que José Luis fue sometido, detenido y presentado en la comandancia de la Policía Ministerial, recibió malos tratos de los policías, quienes le dejaron lesiones que podrían constituir un caso de tortura. En videos, agregó, se observa como un policía le da un golpe en el estómago a mi hermano y después otro en la cara, como una cachetada. “Es un triunfo a la verdad, rotundo, estamos felices por su desvinculación a cualquier delito y hoy le llevamos a mi papá Alfonso Pozos, en su cumpleaños, su mejor regalo: a su hijo en libertad”, dijo. El pasado martes 16, José Luis Pozos acudió a la manifestación convocada por algunas organizaciones, entre ellas de Mexicali Resiste, para documentar fotográficamente las protestas por las obras para introducir el ducto de conexión a la red de agua potable a la empresa que produce cerveza de expiración al mercado estadunidense del grupo Modelo. El saldo del choque violento en el interior del rancho Mena, en las inmediaciones de la empresa Constellation Brands, fue de ocho personas heridas (cinco manifestantes y tres agentes) y seis detenidos (tres de ellos procesados). A raíz de las denuncias de las corporaciones policiacas, el Ministerio Público abrió dos carpetas de investigación con dos casos, el primero de los cuales se desahogó en la audiencia de la Sala 9 del Poder Judicial, donde la juez Dora Leticia Salazar determinó que fue legal el arresto de los jóvenes Pozos y Guillén, al desestimar el argumento de la defensa de que el arresto se hizo en propiedad privada. Luego de ocho horas de audiencia se fijó como medida cautelar la prisión preventiva de los dos estudiantes de Artes Plásticas, a pesar de que se acreditó que las lesiones por las cuales se les acusó de agresión física no representaban un riego a la vida de los uniformados y tardarían en sanar menos de 15 días. La fiscalía argumentó que las víctimas, Virginia García Díaz (de la Policía Estatal Preventiva) y Melquíades Angulo Jiménez (de la Policía ministerial) fueron lesionados con una piedra y una varilla, ocasionándoles heridas que requirieron de atención médica, ya que causaron heridas en la cabeza y cuerpo de ambos agentes. En el segundo caso, al indiciado Daniel “N” se le formuló la imputación por los delitos de daño en propiedad ajena y lesiones calificadas y se declaró legal el control de detención. Sin embargo, contrario a los otros imputados, el manifestante quedó en libertad con la obligación de presentarse semanalmente ante la Unidad de Vigilancia y Seguimiento de Medidas Cautelares, y se le prohibió acercarse a quienes lo denunciaron.