CIUDAD DE MEXICO (apro).- A menos de 48 horas de las elecciones presidenciales, el peso cerró el segundo trimestre del año con una depreciación acumulada de 9.23% frente al dólar, moneda que a su vez se vende en 20.40 unidades en ventanillas bancarias. La caída es fuerte comparada con los trimestres previos a elecciones pasadas: En el 2006 cuando el panista Felipe Calderón Hinojosa asumió la Presidencia del país con un resultado cerrado ante Andrés Manuel López Obrador, el peso registró una caída de 4.96% en promedio, al igual que en el 2012, cuando el PRI, a través de Enrique Peña Nieto, volvió a asumir el poder. Entre abril y junio del presente año, la divisa mexicana se desplomó por varios factores, de acuerdo con el análisis económico del Banco Base. En primer lugar, el aplazamiento de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN); además, el peso fue impactado por la aversión al riesgo debido al endurecimiento de las políticas proteccionistas de Estados Unidos y las amenazas de ese país hacia la Unión Europea y China. Asimismo, el peso fue golpeado por la posibilidad de que la Reserva Federal estadunidense (Fed) suba su tasa de interés en cuatro ocasiones durante el año; el contagio de otras divisas de economías emergentes, como el real brasileño y el rand sudafricano, así como por el proceso electoral, que concluirá este domingo 1 de julio. “Es importante señalar que, aunque el peso se depreció principalmente por la incertidumbre sobre el futuro del TLCAN, el desempeño del tipo de cambio fue en el mismo sentido y más acentuado al observado en otros años de elecciones presidenciales”, informó el análisis. No obstante, acotó, el desempeño del tipo de cambio a partir de la noche de este domingo dependerá de los resultados electorales. Previsiones por triunfo de Morena Según el Banco Base, de ganar López Obrador, podría llevar al tipo de cambio a oscilar entre 19.70 y 20.30 pesos por dólar, con la posibilidad de que el peso se aprecie gradualmente durante julio, siempre y cuando se confirme una oposición en el poder Legislativo y si se repiten las estadísticas postelectorales de años atrás. De lo contrario, acotó, en caso de lograr mayorías en ambas cámaras del Congreso de la Unión, el tipo de cambio podría rebasar el nivel de 20.50 y acercarse nuevamente hacia los 21 pesos por dólar en el corto plazo, pues se observaría un incremento de las apuestas especulativas en contra de nuestra moneda. “Es importante agregar que el primer pronunciamiento del virtual presidente también influirá sobre el tipo de cambio, así como la información que vaya dándose a conocer durante los siguientes cinco meses sobre la política económica que seguirá la nueva administración, en particular lo que refiere a las finanzas públicas y la relación comercial con Estados Unidos”, explicó el análisis económico. Seguirán las presiones externas Pese a lo que ocurra en el escenario político del país, el peso seguirá enfrentando presiones del exterior, ya que no se descarta que continúe la volatilidad del tipo de cambio durante la segunda mitad del año, como consecuencia del proteccionismo de la administración de Donald Trump. El Banco Base advirtió que “todavía falta que se concluya la renegociación del TLCAN y, a la vez, la imposición de nuevos aranceles entre Estados Unidos y sus principales socios representa un grave riesgo para el crecimiento económico global, riesgo que por lo general se ve reflejado primero en las divisas de economías emergentes, como el peso mexicano”. Por si fuera poco, se espera que continúe la volatilidad en el peso mexicano como consecuencia del efecto contagio del real brasileño y el rand sudafricano, divisas que durante el segundo trimestre se depreciaron 17.18 y 15.83%, respectivamente. Lo anterior, sin contar con la política monetaria impulsada por la Fed, además del comportamiento de los precios internacionales del petróleo, entre otros acontecimientos geopolíticos.