CIUDAD DE MÉXICO (apro).- No hay crimen organizado que no vaya de la mano de la protección policial o la protección de algún alto funcionario, por ello, es urgente combatir la corrupción para cortar el círculo vicioso de impunidad y violencia, señaló Alfonso Durazo, designado para dirigir la Secretaría de Seguridad Pública en el gabinete de Andrés Manuel López Obrador. En la mesa de Despierta con Loret, Durazo expuso la estrategia de seguridad del próximo gobierno, y dijo que lo primero es poner orden y combatir la corrupción. El exdiputado y exsecretario particular de Vicente Fox señaló que mientras la seguridad se vea como una cuestión policiaca “vamos a fracasar”, y en ese sentido, dijo, debe ampliarse la visión para atender las causas profundas que generan la inseguridad. Eso obliga al diseño de políticas públicas que trasciendan la capacidad de una formación policial, dijo, y aclaró que a la cabeza de los cuerpos de seguridad habrá policías. Sobre el polémico tema de la amnistía, manifestó que debe llamarse “ley de amnistía” porque no será una decisión unilateral del presidente, sino que tendrá que ser aprobada por el Congreso. Tras señalar que está de acuerdo con la propuesta y la idea de la justicia transicional para un proceso de pacificación, precisó que eso no incluye negociar con los cárteles o sentarse con delincuentes. “Se convocará a un proceso de reflexión nacional que inicia con la opinión de las víctimas, y se contempla invitar a figuras internacionales en la defensa de derechos humanos, hasta llegar a la sociedad en general”, recalcó. Cuestionado sobre cuándo regresarían los soldados a los cuarteles, el autor del libro Saldos del cambio: una crítica política de la alternancia, manifestó que se puede ser ingenuo, y la única manera responsable de sacar al Ejército de las calles es capacitar a los cuerpos de seguridad. Explicó que en el próximo gobierno habrá un programa emergente de capacitación para duplicar la profesionalización en un año, y en tres, podría haber un retiro relevante de los militares. La seguridad, abundó, mejorará de manera paulatina, “porque no se llegó a esta situación de un día para otro y no se resolverá de un día para otro, pero se sentirá de inmediato que la corrupción se combatirá de tajo”. De acuerdo con Durazo, para la mitad del sexenio de López Obrador su estrategia de seguridad habrá rendido resultados totales. Así, los tres años restantes serán para consolidar esa estrategia y dejar un país pacificado en 2024. Sobre la Ley de Seguridad Interior, cuya abrogación es exigida por diversos actores políticos y sociales, señaló que por estrategia política esperarán a que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se pronuncie sobre ella, y ojalá, dijo, escuche “el rugido nacional” al respecto.