"Crece el cine hecho con celulares": Lucas Jaramillo

domingo, 8 de julio de 2018 · 13:07
Por primera vez, el popular festival de cine colombiano SmartFilms, hecho con esta tecnología, será binacional en su edición 2018, ya que se llevará a cabo también en México, con cortos grabados aquí, y la convocatoria para entregar materiales permanecerá abierta hasta principios de septiembre en las categorías: Horror/Profesional, Aficionado, Juvenil (apoyada por Televisa), y Humor (www.smartfilms.mx), anuncia a Proceso Lucas Jaramillo, organizador del certamen. CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Cambia la forma de crear y ver cine con el teléfono portátil, aunque “sin duda alguna la pantalla grande no desaparecerá”, es la conjetura de Lucas Jaramillo, organizador de México SmartFilms. Festival de cine hecho con celulares. Dicho festival surgió en Colombia, y para su cuarta edición, a efectuarse en octubre próximo, por primera vez se realizará de manera simultánea en esa nación al norte de Sudamérica y en la República Mexicana; justo aquí se abrió la convocatoria desde el pasado 1 de junio, misma que cierra el 3 de septiembre. La misión de SmartFilms, explica Jaramillo a Proceso, se centra en democratizar el cine haciendo uso de las nuevas plataformas digitales de comunicación y difusión; “además, todas las personas lo pueden realizar y todas lo pueden ver”. A decir suyo, gracias a su tecnología el celular “puede convertirse en una herramienta que impulse la creatividad e innovación de la gente”. Oliver Stone premiará Con la consigna de que Todo el mundo lo puede hacer y todo el mundo lo puede ver (“profesionales y aficionados, ya sean niños, jóvenes y adultos”), SmartFilms busca poner el cine al alcance de cualquiera, en cualquier lugar del mundo. Por ahora es un encuentro sólo de cortos de cinco minutos, señala el también guionista, director y productor audiovisual colombiano. El jurado para la parte mexicana del festival lo conforman Manolo Caro, Agustín Calderón, Miguel Rodarte, Cecilia Suárez, Fonseca, Amat Escalante y Ana de la Reguera. Jaramillo rememora que SmartFilms surgió en 2015 en su país natal: “Se fundó por un accidente. En una productora debíamos efectuar un casting con urgencia y no contábamos con una cámara en ese momento por alguna razón, y alguien utilizó el celular para realizar el casting. Cuando lo vimos, notamos que no existía ninguna diferencia con los que habíamos filmado con las súper cámaras y el teléfono. En ese momento empezó la iniciativa de ver qué posibilidades había de efectuar algunos cortos con celular y la abrimos al público.” En este 2018 llega su cuarta edición, en la cual participará México. Jaramillo relata que la idea es que el festival se abra cada año en un país nuevo: “Decidimos que debía ser México, una nación con una tradición del cine muy grande. Percibimos que ustedes llevan el cine en la sangre: Nacieron viendo cine y me parece que están pasando por un momento importante con su cinematografía. ¡El festival llega en un muy buen momento!” En 2019 irá a Nueva York, Estados Unidos. –¿Cómo le ha ido a SmartFilms en Colombia? –Como todo festival, la primera edición fue difícil; pero recibimos 850 cortos y ha crecido 40% en los últimos años. El año pasado mandaron mil 870 cortos y para este se esperan más. Ahora apoyan al festival 40 patrocinadores, y ya todos los medios de Colombia se hallan muy pendientes del festival. Decidimos dar un brinco grande, en mi país, e invitar como jurado principal al afamado cineasta Oliver Stone y al productor de televisión Álex Pina, el creador de Casa de papel en Netflix. Ellos entregarán los reconocimientos a los ganadores de cada categoría personalmente allá. Para México es que se creó la página www.smartfilms.mx, explica, donde se encuentra la convocatoria. Las categorías son: Horror/Profesional, para los cineastas profesionales; Aficionado, “cuya idea es recibir historias sobre lo que te puede pasar si vas manejando y al mismo tiempo, ves o hablas por celular o sobre el acoso infantil por este medio”; Juvenil, “que apoya Televisa, y el corto ganador pasará por el Canal 5”, más Humor. Tecnología “increíble” Jaramillo acepta convincente que “hay un auge” del séptimo arte hecho con celular. “Destacados directores están incursionando en películas con el móvil”, enfatiza, y enseguida se refiere a Oso polar, dirigida por Marcelo Tobar, primer largometraje mexicano hecho con un iPhone y ganador en la XV edición del Festival Internacional de Cine de Morelia. Asimismo, en la pasada 60 entrega del Ariel, efectuada en junio, Verónica Toussaint obtuvo la estatuilla como Actriz Coestelar por dicho filme. Luego, a Humberto Busto se le otorgó el Premio a Mejor Actor por Oso polar en el Festival Latinoamericano de Cine de Quito, Ecuador, organizado del 5 al 10 de junio pasado. Incluso Jaramillo adelanta que el director de Oso polar y Busto, igual, estarán como jurados en SmartFilms edición México. “Me gustó que Tobar concibió a esta película para filmarla por celular y encontró en el celular una herramienta increíble para hacer unas escenas que hubieran sido muy difíciles de crear con una cámara normal, por ejemplo, las que se desarrollan dentro del automóvil: Se vuelven mucho más íntimas.” El destacado actor Busto comenta a este semanario sobre Oso polar: “Me da gusto saber que las nuevas tecnologías sí permiten a cineastas sensibles e inteligentes, como Marcelo Tobar, proponer algo que no es arbitrario. No es un filme que se realizó con iPhone porque no había manera de rodarlo con otra cámara, incluso con cámaras digitales, sino que tiene que ver con un estigma de la democratización del cine: de qué manera si posees un discurso, si dispones de ganas de contar algo, y además creaste como rigor un guion que es inherente a esas propuestas técnicas, se pueden generar ideas muy interesantes con estas nuevas tecnologías.” En tanto, la actriz Verónica Toussaint platica a esta reportera: “Oso polar se filmó con el iPhone 5. Se usaron dos celulares 5 y un Nokia, existen unas escenas fabulosas con este último… Soy muy afortunada de que Tobar me haya elegido, el guion está muy bien escrito y sobre el resultado me saltaban dudas por la fotografía y la luz, pero esas dos partes están increíbles. Tecnológicamente no le pide nada a cualquier otra película.” Oso polar sigue a Heriberto, un joven que le da un aventón a dos antiguos amigos de la primaria para ir a una reunión, aunque durante el trayecto todo se complica, porque recuerda el hostigamiento de parte de ellos hacia él. Inventando los sueños Cabe recordar que el realizador Jaime Humberto Hermosillo empezó hace alrededor de dos décadas a rodar un largometraje con la cámara de un primitivo teléfono celular. “En un cumpleaños mío, creo en 2004, celebrado en el inolvidable Círculo Teatral, le mostré al público 10 minutos de ese proyecto, iniciado con Tizoc Arroyo y donde aparecería Pati Reyes Spíndola; pero editar lo grabado era entonces algo imposible. Y me di por vencido”, rememora ahora a este medio Hermosillo. Enseguida, anticipa: “Algo de esa trama sobrevivió, y ha reaparecido en otro proyecto digital minimalista que está en avanzada posproducción. Se titula Crimen por omisión.” Olive (2011), de Patrick Gilles, se considera como el primer filme a nivel mundial creado con celular. Luego siguieron I Play the Phrase Each Other (2013), de Jay Alvarez, y Tangerine (2015), de Sean Baker. Con júbilo Jaramillo, titular de SmartFilms, argumenta: “No queremos remplazar nada, sólo deseamos sumar, y en términos de los oficios, por eso tenemos una categoría profesional, porque también hay que respetar la carrera; pero al mismo tiempo recibimos a los aficionados bajo la premisa de que el festival ‘le da voz a quienes no la tenían’.” Al final, despeja con seguridad: “Somos muy conscientes de que el contenido que estamos haciendo es para ‘cine de bolsillo’, como le llamamos nosotros. Nos interesa que viva en los celulares, más que en la pantalla chica o en las salas; sin embargo, pueden ser proyectados en el cine y en la pantalla chica. No va a desaparecer el espacio, si hubiera un peligro al respecto, sería el primero en defenderlo.” Este texto se publicó el 3 de julio de 2018 en la edición 2174 de la revista Proceso.

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