CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, señaló que su gobierno aceptará la recomendación 25/2018 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por la negligencia médica que ocasionó la muerte de tres bebés recién nacidos (unos gemelos tarahumaras y un bebé tepehuano) y daños en la salud de una bebé tarahumara. De acuerdo con el panista, han atendido cada una de las peticiones y requerimientos que hizo el organismo. "Tenemos un gran respeto por el trabajo de quienes hicieron estas investigaciones; desde el principio dijimos que tomaríamos inmediatamente medidas para que esto no vuelva a ocurrir”. Corral refirió que los hechos se registraron al inicio de su administración, y desde entonces –subrayó-- se tomaron medidas. No obstante, la recomendación de la CNDH indica que ni la Fiscalía General del estado ni la Secretaría de Salud mostraron evidencia de alguna investigación que hubiesen abierto por el caso. “Lo que les puedo asegurar es que haremos puntual cumplimiento de las recomendaciones de la CNDH en todas las vertientes que se tengan. No solamente aceptamos, reconocemos el trabajo que se ha hecho, se nos escuchó, se dieron a conocer por parte de la Secretaría de Salud las condiciones en las que estaba operando, cuáles fueron las condiciones, el momento, las circunstancias, el contexto, todo”, insistió el gobernador. De igual manera, detalló que su gobierno cumplirá todas las recomendaciones para mejorar la atención a víctimas, mejorar protocolos y procedimientos, además de proceder a la rehabilitación de instalaciones, y aseguró que algunos de esos aspectos ya iniciaron desde que se registraron los hechos. En un comunicado de prensa, la Secretaría de Salud estatal reportó que se ha mantenido en constante comunicación con la CNDH, organismo al que, sostuvo, se ha proporcionado la documentación necesaria relacionada con el deceso de tres niños por “sepsis neonatal”, e informó que hasta ahora no ha recibido la notificación de la recomendación. La CNDH ordenó reparar el daño psicológico y físico a las familias de tres recién nacidos y uno más que estuvo a punto de morir por negligencia médica en el hospital comunitario de Guadalupe y Calvo, el 20 de mayo de 2017. El organismo se basó en una nota publicada en el portal de Proceso, para evidenciar la falta de negligencia médica que ocasionó la muerte de dos hermanos recién nacidos de origen tarahumara y uno más de la etnia tepehuana, así como daños a la salud a otra pequeña tarahumara. En la recomendación 25/2018, emitida el 17 de julio, explicó que la situación del hospital se ventiló por una nota periodística, y ordenó al gobernador Javier Corral que se instauren las medidas para reparar integralmente el daño ocasionado a familiares de los bebés, como el pago de la indemnización por las omisiones en que incurrió el personal médico del hospital Comunitario involucrado en los hechos. También que les brinde atención psicológica por el tiempo que sea necesario, así como atención médica vitalicia que dé seguimiento integral sobre las complicaciones derivadas de la atención médica que se le proporcionó a la bebé que sobrevivió, entre otros puntos. "En un plazo que no exceda los seis meses se giren las instrucciones necesarias, a fin de que se establezca un programa y la previsión presupuestaria y conforme al mismo se tomen las medidas para dotar al hospital Comunitario de los instrumentos, equipo, medicamentos, infraestructura, personal médico y todo aquello que garantice los estándares de accesibilidad, aceptabilidad, disponibilidad y calidad en los servicios de salud que brinde y se envíen a esta Comisión Nacional las constancias con que se acredite su cumplimiento", puntualizó. Luego de detallar cada uno de los casos, el organismo consideró importante hacer visible el contexto de acceso a la salud y supervivencia de los recién nacidos indígenas en el estado de Chihuahua, específicamente en las regiones de mayor rezago como Guadalupe y Calvo, municipio enclavado en la Sierra Tarahumara y que es parte del Triángulo Dorado. El 24 de mayo del año pasado, Apro dio a conocer el deceso de los recién nacidos por sepsis neonatal, es decir, una infección en la sangre. Primero murieron los gemelos, quienes se encontraban internados desde el 11 de mayo. Al día siguiente, el 21 de mayo, falleció otro niño de origen tepehuano. La niña fue trasladada al hospital de Parral. Al principio los médicos aseguraron que había muerto en el trayecto, pero lograron salvarle la vida. El área de comunicación social informó de inmediato que las autoridades de salud implementaron medidas higiénicas en los cuneros, porque al parecer una bacteria fue la causante de las muertes de los neonatos. Sin embargo, personal médico del mismo hospital admitió que los niños no fueron aislados y esperaron por lo menos tres días para fumigar y hacer limpieza de las cunas, así como del área de pediatría. Los gemelos se apellidaban Núñez Térrez; el otro bebé, Rodríguez, y la niña Vargas Gómez.