CIUDAD DE MÉXICO (apro).- La confianza de los consumidores mexicanos se disparó en julio pasado, luego de que Andrés Manuel López Obrador resultó ganador de la contienda presidencial. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Índice de Confianza del Consumidor (INC) se situó en las 101.7 unidades, cifra 14.8% mayor a la del mes anterior y nivel no observado desde marzo de 2008, previo a la recesión económica mundial. Desde ese acontecimiento, el optimismo de los consumidores mexicanos no repuntaba como lo hizo en julio pasado, cuando el político tabasqueño y su partido Morena arrasaron en las elecciones federales. De hecho, el comportamiento de dicho índice ha estado marcado por el estancamiento o caídas como en enero de 2017, cuando se liberalizaron e incrementaron los precios de las gasolinas, pues en esa ocasión el ICC se desplomó a 69 puntos, luego de superar las 84 unidades a lo largo de 2016. Para el economista Jonathan Heath, la lectura fue la siguiente: “El optimismo alcanzado en la confianza del consumidor es resultado, sin duda, de la victoria de AMLO en las elecciones pasadas. Este nivel de optimismo puede ser hasta peligroso, ya que implica un verdadero reto para el gobierno entrante en términos de expectativas”. Por su parte, el análisis económico del Banco Base interpretó el alza de la confianza del consumidor de la siguiente manera: “El optimismo observado por el indicador de confianza del consumidor en julio es resultado del proceso electoral, en donde López Obrador ganó la elección presidencial con una votación cercana a 53%, e indica que la población tiene expectativas elevadas sobre los resultados que pueda brindar el nuevo gobierno en materia económica”. El Índice de Confianza del Consumidor se realiza con base en los resultados de la Encuesta Nacional sobre Confianza del Consumidor (ENCO) que recaban de manera conjunta el INEGI y el Banco de México en 32 ciudades del país, las cuales comprenden a la totalidad de las entidades federativas. Mayor optimismo por el futuro económico Este índice se conforma de cinco indicadores parciales que recogen las percepciones sobre los siguientes temas: La situación económica actual del hogar de los entrevistados respecto de la de hace un año; la situación económica esperada del hogar dentro de 12 meses; la situación económica presente del país respecto de la de hace un año; la situación económica del país dentro de 12 meses, y qué tan propicio es el momento actual para la adquisición de bienes de consumo duradero. El subíndice que más se elevó fue el que mide la situación económica del país en los siguientes 12 meses, y fue el que más aumentó, en 32%; le sigue el que registra la situación de las familias dentro de un año, con 13%. Por su parte, el indicador de confianza del consumidor de julio se ubicó en 42.1 puntos, su mayor nivel desde diciembre de 2017, subiendo 5.3 puntos respecto del mes previo, también un aumento histórico mensual. Para dimensionar lo anterior, una cifra por arriba de 50 puntos indica que existe optimismo sobre la situación económica futura del país. Es decir, aún falta para llegar a dicho umbral, pero el “efecto AMLO” logró impulsar el optimismo de los mexicanos. Según el Inegi, mientras que el INC se obtiene de promediar sus cinco componentes expresados en forma de índice, el Indicador se calcula promediando el nivel de los cinco componentes. “La evolución del Indicador es muy cercana a la del ICC. No obstante, esta forma adicional de presentar la información sobre la confianza del consumidor permite tener una lectura sobre su nivel absoluto, como es usual en los indicadores de difusión, y no sólo basar el análisis en sus tasas de variación”, explicó el Inegi.