CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) lamentó la muerte del antropólogo Carlos Zolla Luque, y la calificó como “una pérdida irreparable para los estudios de la cultura y la medicina tradicional de México y el mundo”. “Es una sensible pérdida. Un buen #antropólogo y una gran persona; comprometido, sensible y abierto. Lo recuerdo con mucho cariño y respeto”, escribió a su vez el titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto, en un mensaje emitido en su cuenta de Twitter tras el deceso de Zolla Luque, ocurrido el pasado domingo 13 de enero. “Sus contribuciones al conocimiento y recuperación de la #medicina #tradicional de los #pueblos #indígenas de #México, sus saberes y recursos etnobotánicos fueron de la mayor importancia. Fue el impulsor de la primera clínica de medicina #indígenaen el país”, añadió. En octubre pasado, Zolla Luque --nacido en Argentina en 1945 y residente de México desde 1976-- dio a conocer uno de sus últimos proyectos a través del PUIC, en conjunto con el centro de las Artes Indígenas del Totonacapan en Veracruz: la creación de la primera Escuela de Medicina Tradicional Totonaca. En el diario La Opinión (de Poza Rica, Veracruz), el especialista en cultura y medicina tradicional precisó que esa escuela tendrá 70 médicos tradicionales, así como un centro de información sobre plantas medicinales y de detección de las principales enfermedades y causas. En 2015, en la última entrevista que otorgó a la revista Proceso (edición 1992), a propósito de los 50 años de la publicación Los hijos de Sánchez (de Oscar Lewis), el investigador hizo una comparación con el presente, así como un repaso de las obras literarias (entre ellas Los albañiles, de Vicente Leñero) que a su juicio tienen un contenido etnográfico que ayuda a comprender fenómenos como la migración y la violencia que se vive en nuestros días. En la entrevista con la reportera Judith Amador Tello, Zolla Luque destacó que Los hijos de Sánchez permitió un análisis del concepto de “la cultura de la pobreza” y otros enfoques como el psicoanálisis o la sociodemografía, además de abrir la antropología a un nuevo campo con los campesinos e indígenas que llegaron a la Ciudad de México, incorporándose a un "alemanismo", "desarrollo estabilizador" o "milagro mexicano". Para el escritor –titular de la Coordinación de Investigación del PUIC hasta su muerte--, si la antropología se ocupó generalmente del estudio de las comunidades, las regiones interculturales o los pueblos indígenas, y la sociología de las ciudades, la obra de Lewis se trató de una antropología urbana: "Una antropología en donde la pobreza, y hoy agregaríamos la desigualdad, siguen siendo temas capitales en México, en América, Latina, en África, en gran parte del mundo". Los hijos de Sánchez, abundó, no debe verse como "una isla que se agota en sí misma", sino como un proceso. El experto en recursos curativos de ancestral conocimiento popular destacó por su defensa y promoción de los pueblos indígenas y afromexicano.