MADRID, España. (apro).- El presidente Pedro Sánchez anunciará el 15 de febrero si adelanta las elecciones generales y en ese caso la fecha de su celebración al fracasar en su intento por sacar unos presupuestos, que este miércoles fueron tumbados por la mayoría del Congreso de los Diputados, lo que le dejaba sin asideros políticos para continuar la legislatura. Entre diversas fuentes socialistas y gubernamentales, citadas por la prensa española, se baraja el 28 de abril como posible fecha para la celebración de nuevas elecciones generales. El opositor Partido Popular propone un ‘súper domingo electoral’ para unir estos comicios con las elecciones europeas, comunitarias y municipales, programadas para el 25 de mayo. El ambiente de crispación política que vive España –en plena segunda jornada del juicio contra los líderes catalanes por la independencia— se cristalizó en esta votación para frenar al gobierno de Sánchez, al aprobar todas las enmiendas a su proyecto de presupuesto por 191 votos contra 158. Lo singular de la situación es que esta votación mayoritaria unió a los partidos independentistas Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y el Demócrata Catalán (PDeCAT), con quienes los tachan de “golpistas” o “rupturistas”, que son el Partido Popular, Ciudadanos, Coalición Canarias y Foro Asturias. Esta es la segunda vez en la democracia española que unos presupuestos son rechazados a la primera por la Cámara. La anterior ocasión fue en 1995, que abocó a Felipe González a la convocatoria de elecciones generales del 3 de marzo del 96, que ganó José María Aznar. El presidente español no emitió ninguna declaración al arribar y abandonar el Parlamento, donde estuvo presente durante todo el debate y la votación en la que fue derrotado. Pero la prensa española, empezando por la agencia EFE, se hizo eco de que desde Moncloa se asegura que será el viernes cuando se dé a conocer la fecha de la elección, después de que se celebre la sesión del Consejo de Ministros. El gobierno tenía fe en que ERC retirara su enmienda a la totalidad de los presupuestos y algo similar sucediera con PDeCat. El gobierno catalán de Quim Torra pedía la figura de un “relator” en las negociaciones que tenía con el gobierno de Sánchez para reencauzar la complicada situación que se vive con Cataluña. Sánchez mostró una posición más dura ante los independentistas al grado que rompió las negociaciones. Esto lo hizo dos días antes de la concentración que el domingo protagonizaron los partidos de derecha PP y Ciudadanos con el ultraderechista Vox, cuya fotografía podría ayudar al relato del gobierno, en el sentido de que la derecha se está endureciendo y en su falta de lealtad en temas de Estado. Se prevé que Sánchez sitúe el inédito escenario de que independentistas y la derecha endurecida se cobraron unos presupuestos que tenían un enfoque más social para resarcir los daños que dejó en el pasado reciente la crisis económica.