MCCI documenta redes familiares de nepotismo dentro del PJF en Jalisco, SLP, Querétaro y BC

martes, 3 de septiembre de 2019 · 21:34
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Luego de realizar alrededor de mil 300 solicitudes de información y obtener datos esparcidos en actas de nacimiento, redes sociales, información interna del Consejo de la Judicatura Federal y hemerográfica a partir de marzo de 2018 y hasta febrero de 2019, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) encontró redes familiares de nepotismo dentro del Poder Judicial Federal (PJF). En un reportaje firmado por Laura Sánchez, Valeria Durán, Rafael Cabrera y Raúl Olmos, MCCI documentó esas redes en cuatro estados: Jalisco, San Luis Potosí, Querétaro y Baja California, donde los magistrados y una magistrada contrataron a 36 familiares. El caso más representativo –puntualizó-- sucedió con Günter Demián Hernández Núñez, quien ingresó como oficial judicial en Morelia, en donde su madre, María del Pilar Núñez González, era juez. Ahora él se ha convertido en juez y ella ascendió a magistrada en Querétaro, donde trabajaban ocho parientes más de ambos. En San Luis Potosí, Mariano Quintán Espericueta ha trabajado como oficial administrativo en el mismo Tribunal Colegiado en el que despachaba su hermano, José Manuel Quintán Espericueta. Ahí laboraban 12 personas de la misma familia. La mayoría de los funcionarios que integran esas redes familiares en tribunales de cuatro estados se desempeñaban como oficiales administrativos donde los requisitos para ingresar han sido laxos. El sueldo para ellos era de aproximadamente 29 mil 585 pesos mensuales y sólo necesitaron haber concluido la preparatoria, tener iniciativa y no cargar con una sanción privativa de libertad, según el reportaje. Luego de destacar que en julio de 2017 adelantó el contenido de una investigación elaborada por el entonces consejero de la Judicatura, Felipe Borrego Estrada, que documentó el caso de 500 jueces y magistrados de todo el país que tenían trabajando en tribunales a sus familiares, MCCI se dio a la tarea de buscar los nombres y apellidos de quienes han incurrido en estas prácticas. Querétaro La magistrada María del Pilar Núñez González, que hasta 2018 estuvo adscrita al circuito de Querétaro, tenía nueve familiares trabajando para el Poder Judicial de la Federación. Ocho de ellos adscritos justamente al estado de Querétaro. Günter Demián Hernández Núñez, hijo de la magistrada, trabajó en Querétaro hasta el 1 de marzo de 2016, cuando se convirtió en juez del Decimosexto Circuito, con sede en Guanajuato. Según la base de datos del CJF, a inicios de 2019 Günter laboraba en el Juzgado Octavo de Guanajuato. Otro de los familiares de la magistrada María del Pilar Núñez que tenían un cargo dentro del Poder Judicial hasta febrero de 2019 era su hermano Jorge Arturo Núñez González, quien era actuario judicial también en Querétaro. Esta plaza corresponde al “arranque oficial” dentro de la carrera judicial, que sirve para ascender a secretario de juzgado, secretario de tribunal, juez y posteriormente magistrado. El sueldo mensual de un actuario --incluyendo primas, aguinaldo y asignaciones adicionales-- va desde los 50 mil hasta los casi 60 mil pesos aproximado mensual de todas sus percepciones. Y, así, los otros familiares de la magistrada pasaron de tener puestos de confianza a cargos de carrera judicial, entre ellos Rodrigo Núñez Hernández, sobrino, quien ganaba aproximadamente 101 mil pesos mensuales, incluyendo primas, aguinaldo y prestaciones adicionales. Otros son: Delta Isela Galván Núñez, Agamenón Adrián Núñez Ávila, Ernesto Carlos Tinoco Núñez, Gerardo Galván Núñez, Iván Manuel Lira Núñez y Jorge Daniel Núñez Ávila. Jalisco Siete familiares de la magistrada en retiro Alicia Guadalupe Cabral Parra, del Tercer Circuito en Jalisco, entraron a trabajar al Poder Judicial cuando ella era presidenta del Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil en aquella entidad. Se trata de su hijo, dos hermanos y cuatro sobrinos. Cabral Parra tuvo una carrera de 40 años en el Poder Judicial, que concluyó en septiembre de 2018. La magistrada en retiro comenzó su carrera desde 1967 como taquígrafa. Para 1988 fue nombrada jueza en Baja California, y para 1995 recibió el nombramiento de magistrada en el Octavo Circuito, en Coahuila, de acuerdo con los registros públicos del CJF. Dos años más tarde, en 1997, Cabral Parra llegó a Jalisco a presidir el Quinto Tribunal Colegiado en Materia Civil, último cargo de su carrera. Mientras ella presidía dicho Tribunal, su hijo Diego Armando López Cabral ingresó como oficial administrativo en la ponencia del magistrado José Manuel Mojica Hernández, del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa en el mismo Circuito. María Consuelo Cabral Parra, hermana de la exmagistrada, también trabajó en el Tercer Circuito. Hasta febrero de 2019, Ricardo Cabral Parra, otro hermano, tenía un cargo en el Poder Judicial como coordinador técnico administrativo del Juzgado Décimo Primero de Distrito de Amparo en Materia Penal en la Ciudad de México, de acuerdo con la última versión actualizada del directorio del CJF. La exmagistrada tenía otros cuatro sobrinos dentro del PJF: Norma Cabral Landeros, Juan Carlos Sánchez Cabral, Anastasio Trujillo Cabral y Hugo Armando Tinoco Cabral. Baja California El magistrado de circuito Inosencio del Prado Morales tejió durante casi 18 años una red familiar que abarca cuatro juzgados de distrito y cuatro tribunales en Baja California. Este círculo incluye a ocho personas, entre las cuales se encuentran dos de sus hijas, su hermano, una cuñada y al menos cuatro sobrinos. Inosencio del Prado fue asignado al Quinto Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito desde el año 2000. En esa adscripción trabajan poco más de mil personas. Documentos e informes en poder de MCCI revelan que, exceptuando a una de sus hijas y una sobrina, el resto de los familiares de Inosencio del Prado ocupaban hasta febrero de 2019, cuando el CJF terminó de entregar la información, puestos que están fuera de la carrera judicial, con un mínimo de requisitos acreditables. Cinco de los familiares de la red Del Prado han sido oficiales administrativos, es decir que se encargan de archivar documentos, auxilian en la elaboración de reportes y llevan el control de expedientes. Su sueldo mensual --incluyendo primas, aguinaldo y asignaciones adicionales-- es de aproximadamente 29 mil 585 pesos. Se trata del mismo cargo que ocupaban su hija, Dayanira del Prado Aro, y su cuñada, Rosalina Aros López, en el Segundo Tribunal Unitario de Mexicali desde 2004, cuatro años después del nombramiento de Inosencio como magistrado. Tres sobrinos del funcionario también se desempeñaban como oficiales administrativos: Marco Antonio, Miguel Ángel y Mario Alberto Haros Curiel, según una base de datos del Consejo de la Judicatura Federal el primero ingresó a trabajar en el 2004, el segundo en 2009 y el tercero en 2008. Sólo dos familiares de Inocencio del Prado han ido ascendiendo en puestos de la carrera judicial, es decir, que han aprobado exámenes para acreditar su competencia. Una de ellas es su hija, Dinora Ivette del Prado Aros, quien ocupaba el cargo de Secretaria de Tribunal, el cual requiere título universitario y experiencia profesional de más de tres años. La sobrina de Inosencio del Prado, Nancy Guadalupe Baltazar del Prado, también ascendió recientemente en la carrera judicial. Hasta 2017 ocupó el cargo de oficial administrativo, como sus otros parientes. En su nuevo puesto de secretaria de juzgado ganaba aproximadamente 93 mil 916 pesos mensuales, sumando prestaciones. Nancy Baltazar ingresó a la judicatura en 2008, ocho años después del nombramiento de su tío. El hermano del magistrado Inosencio del Prado, Carlos del Prado Morales, no ascendió en la carrera judicial, pero lleva 18 años trabajando como personal de confianza en la Judicatura. San Luis Potosí Marino Quistián Espericueta alterna su trabajo como oficial administrativo en un tribunal con un despacho propio que ofrece asesoría en juicios de amparo. Este tipo de procedimientos que se dirimen en el PJF donde trabajan él y siete integrantes más de su familia. El cargo más alto de esta red familiar lo ocupa su hermano, José Manuel Quistián Espericueta, quien hasta 2018 era magistrado del Tribunal Colegiado en materia penal del Noveno Circuito en San Luis Potosí. Entre los familiares del magistrado que han encontrado acomodo en el Poder Judicial está uno de sus hijos, tres hermanos, tres cuñados, tres primos y dos sobrinos, según constató MCCI. Sus hermanos Claudia Esmeralda, Filiberto y Marino se desempeñaban hasta febrero del 2019 como oficiales administrativos, mismo cargo que ocupa su hijo José Manuel Quistián Rocha y sus cuñados Juan Carlos Maldonado Saldaña y Juan Manuel Miranda, según reveló desde agosto de 2016 la periodista Elizabeth Vázquez, del Canal 7 de San Luis. Otro cuñado, de nombre Pablo García Viera, es chofer. El magistrado mencionado ya había sido investigado en 2012 por el Consejo de la Judicatura por presuntamente haber intervenido en un caso de nepotismo. Otro caso de presunto nepotismo en el Noveno Circuito de San Luis Potosí identificado a través de los cotejos de actas de nacimiento realizado por MCCI es el de la hija del magistrado del Primer Tribunal Colegiado, Enrique Alberto Durán Martínez, quien hasta inicios de 2019 era oficial administrativa y dos primas son secretarias del Juzgado Primero de Distrito. También encontraron acomodo como analista y oficial administrativo una hija y un hijo del magistrado Carlos Luis Chowell Zepeda, titular del Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo. Héctor Moisés Viñas Pineda, quien en 2016 se retiró de magistrado por el noveno circuito, y la jueza de distrito Laura Coria Martínez, tienen a cuatro hijos –dos cada uno-- trabajando en el PJF.

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