CIUDAD DE MÉXICO (apro). - El presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que falta otra “zarandeada” en las dependencias federales sobre el tema de austeridad.

“Falta todavía dar otra sacudida, otra zarandeada, otra zamarreada, dirían en pueblo a la mata. Va a haber todavía ajustes en ese sentido, o sea, revisar, ver la ley de austeridad, se está aplicando, quién la aplica, quién no la aplica”, dijo en su conferencia matutina de este lunes.

Sin embargo, el tabasqueño admitió que hubo errores en dicha política, pues directores despidieron a personal de base o les retiraron beneficios bajo el argumento de la austeridad, pero esa no era la instrucción.

“Hay casos […] en donde con la austeridad, porque también se utilizaba eso de excusa, decir: ‘Por la austeridad tienes que abandonar tu trabajo, tu plaza’, cuando no era esa la instrucción, era proteger a los de abajo y hacer el ajuste arriba que es donde está o estaba el exceso, ahí es donde se servían con la cuchara grande, no abajo”, señaló el exjefe de gobierno.

López Obrador incluso recordó que dio a conocer un oficio en el que precisó que se despedía a un director adjunto y no a un empleado.

"Cuando hablo del elefante reumático y mañoso y que cuesta empujarlo es real. Ahora que estuve por allá por Durango y Nayarit, Jalisco, Zacatecas ya no hablaba yo del elefante reumático, sino del toro viejo echado, reumático y mañoso, eso era el gobierno. Imagínense pararlo y empezar a empujarlo. Y me cuesta, pero van a entender que esto ya cambió, porque soy perseverante", reiteró.

El mandatario ofreció corregir errores cometidos en el despido de mandos medios, que atribuyó a “la inercia”, pero ofreció resolver y poner orden. Desde campaña y ya como presidente, López Obrador cuestionó el aparato burocrático en los niveles superiores, incluyendo la proliferación de plazas como las de “directores generales adjuntos” que hoy retomo al abordar el asunto. Una vez más, el mandatario se refirió al gobierno de Felipe Calderón, al asegurar que fue durante su gestión y gracias a los excedentes petroleros que proliferaron las plazas superiores que, acusó, crecieron como hongos.