Mientras tanto, Peña Nieto jugaba golf

sábado, 22 de febrero de 2020 · 18:19
Horas antes de que Emilio Lozoya fuera detenido en Málaga, su exjefe, Enrique Peña Nieto, jugaba en uno de los clubes de golf más exclusivos del mundo: La Moraleja, en la capital española. Antes de dejar la Presidencia, el mexiquense había sondeado la posibilidad de mudarse a España, algo que, de acuerdo con muchos testimonios, ya hizo, pues no es infrecuente verlos a él y a su pareja en los sitios españoles más lujosos. MADRID, España (Proceso).– La mañana del miércoles 12 Enrique Peña Nieto ponía en práctica su mejor swing y recorría los 18 hoyos del meticulosamente cuidado green del Real Club de Golf La Moraleja, a 20 kilómetros del centro de la capital española –instalaciones diseñadas por Jack Nicklaus, considerado el mejor golfista de la historia– y donde han tenido lugar algunos de los torneos internacionales de mayor prestigio. El mismo día, a las 14:45 horas, el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, era detenido por la Policía Nacional al salir de la Zagaleta, un exclusivo fraccionamiento en la Costa del Sol malagueña, en cumplimiento de una solicitud de detención con fines de extradición a México, donde se le acusa de delincuencia organizada, cohecho y operaciones con recursos de procedencia ilícita. Un ejecutivo español que jugaba en el mismo campo, pero unos hoyos por detrás de Peña, confirma al corresponsal que ese día se cruzó con el expresidente de México en un par de ocasiones. “Una de estas veces regresó en su carrito (de golf) hasta donde yo estaba buscando algo que había extraviado”, comentó, pero sin tener conocimiento de con quién jugaba el exmandatario. “Y fue el mismo día que detuvieron a su director de Pemex, eso fue lo que llamó la atención”, añade. No es la única ocasión que Peña Nieto practica uno de sus pasatiempos preferidos –lo hacía habitualmente durante su gestión–. En agosto pasado fue visto en un campo de golf en la zona de Marbella, a donde se desplazó con su pareja, Tania Ruiz Eichelmann. Y es que Peña Nieto tiene fascinación por España. La mañana del 25 de abril de 2018 le confesó al entonces presidente español, Mariano Rajoy, su intención de convertir Madrid en uno de sus destinos habituales luego de dejar el poder. Era la última gira europea del mexiquense. Faltaban 10 semanas para las elecciones y dos días antes, el 23 de abril, el primer debate de los candidatos confirmaba a Andrés Manuel López Obrador como puntero. Rajoy mostró su beneplácito por el anuncio de Peña Nieto, confirmó un funcionario mexicano destinado en ese momento en España, quien añadió que el anuncio del priista no extrañó, porque Madrid es refugio habitual de expolíticos latinoamericanos. Tras dejar el poder, el expresidente inició un exilio dorado en compañía de Ruiz Eichelmann. A mediados de agosto pasado hizo un viaje redondo de Madrid a los Países Bajos, confirmaron dos mexicanos que lo vieron, uno en un restaurante en Ámsterdam –dato también citado en la columna “Bajo Reserva” de El Universal, el 28 de agosto pasado–, en compañía de un abogado mexicano; y otra persona, que lo encontró en el vuelo de regreso a Madrid. Sus visitas a restaurantes o sitios turísticos son conocidos por la difusión de fotografías y videos en publicaciones como la revista Quién. Pero también por diversos testimonios obtenidos por este semanario. En San Sebastián un mexicano lo vio en el exclusivo restaurante Arzak (de 170 a 220 euros por cubierto, según la Guía Michelín, que le da tres estrellas). El funcionario citado –quien pide el anonimato– asegura que “el gesto (de Peña Nieto) de anunciar su intención de venir a Madrid fue más para sondear cómo recibirían su estadía, no tanto porque fuera necesario obtener el visto bueno. Era de esperar una respuesta favorable, porque ambos países son socios prioritarios y mantienen magníficas relaciones diplomáticas”.
No me voy
La intención de hacer de España uno de sus destinos habituales choca con la aseveración que el expresidente hizo al periodista Ricardo Raphael, quien el 18 de febrero de 2019 publicó en su columna Política Zoom, de El Universal, que Peña Nieto le aseguró que era “absolutamente falso” que estuviera viviendo en España y que hubiera adquirido una vivienda en Madrid. El periodista había publicado en ese mismo espacio que el exmandatario vivía en el exclusivo fraccionamiento La Finca, en Pozuelo de Alarcón, el municipio madrileño con la renta per cápita más alta de España. El exmandatario también tuiteó: “Ante las versiones que circulan sobre mi país de residencia, aclaro: Es absolutamente falso que yo haya comprado o rentado una propiedad en Madrid. Mi familia y yo vivimos en México. No tengo contemplado mudarme a España ni a ningún otro país”. Ante el creciente repudio hacia su mandato, Peña Nieto contradijo lo que escribió y salió del país.  En febrero de 2018 –dos meses antes de su último viaje a España como presidente– un mexicano compartió con este reportero que un agente comercial de La Finca le contó que el expresidente realizaba gestiones para habitar una de las residencias de la nueva sección del lujoso fraccionamiento. Otro testimonio, conocido meses después, lo ubicaban viviendo en una mansión de la exclusiva zona de Los Lagos, el área más cara y lujosa de La Finca. Los portales de promora.com o idealista.com, especializados en el mercado inmobiliario en Madrid, ubican los precios más bajos en Los Lagos en el millón y medio de euros (alrededor de 32 millones de pesos). Desde que La Finca fue habitada por futbolistas como Cristiano Ronaldo, Benzema, Raúl o el entonces entrenador del Real Madrid, José Mouriño, cantantes como Alejandro Sanz, jueces como Baltasar Garzón y los presidentes y altos ejecutivos de las principales empresas, el fraccionamiento es considerado el “búnker de los VIP” o “microcosmos para millonarios”. El diario El Confidencial describía el fraccionamiento construido por el fallecido empresario Luis Cereceda como uno “de los búnkeres más glamorosos y selectos jamás soñados, el espacio donde se pueden encontrar más celebrities y fortunas por metro cuadrado”. El reportero obtuvo dos testimonios de vecinos que han visto al expresidente en La Finca. Salvador García Soto escribió el 19 de agosto en su columna Serpientes y Escaleras, de El Universal, que lo que más le pesa es la falta de sus amigos y de la gente que lo rodeó durante la Presidencia: “Un español de edad mayor, su vecino en el lujoso fraccionamiento a las afueras de Madrid, es el único que le acompaña en sus largas jornadas diarias por el green, ante la ausencia de la mayoría de sus amigos y colaboradores que cada vez lo visitan menos”. Desde antes de finalizar su gobierno se produjeron movimientos de funcionarios del círculo cercano de Peña Nieto, que también se mudaron a Madrid. Tras dejar la dirección del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional, Eugenio Ímaz Gispert fue el primero en llegar, en abril de 2018. Mantuvo un perfil bajo hasta febrero de 2019, cuando abandonó España, de manera tan sigilosa como llegó. Parte de sus actividades eran elaborar informes sobre el devenir político español, en especial sobre el proceso independentista catalán. En enero pasado ocupó la agregaduría militar en la embajada mexicana en España el general Roberto Miranda Moreno, jefe del Estado Mayor Presidencial y, por tanto, responsable de la seguridad de Peña Nieto durante su sexenio. Asimismo, el doctor Rubén Drijanski Morgenstern, médico personal del mexiquense, cambió su lugar de residencia a Madrid desde 2018.
Vida social
El expresidente y su pareja han sido continuamente fotografiados o videograbados en sus estadías en España y, más recientemente, disfrazados, en un restaurante neoyorquino. El 31 de enero de 2019 el sitio en internet de la revista Quién difundió una fotografía de Peña Nieto y su pareja, acompañados de dos jóvenes, uno de ellos el hermano de la novia, Gerardo. La fotografía fue tomada en las inmediaciones de la Puerta de Alcalá, muy cerca de donde se hospedó en esa visita, en el hotel AC Palacio del Retiro (335 euros por noche), a un costado del Parque del Retiro. De ese viaje hubo otra fotografía –dada a conocer por Reforma– en la que ambos están con la dependienta de una farmacia del barrio de Salamanca. Durante ese viaje, que duró varias semanas, Peña Nieto y Ruiz Eichelmann tuvieron una cena a la que sumó su abogado, Juan Collado Mocelo, en el restaurante Ten con Ten, en la calle Jorge Juan, en la zona dorada de Madrid. A mediados de febrero Peña Nieto cenaba con Collado en el restaurante El Paraguas, cuando se encontraron con el exjuez Garzón, como lo refirió Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente Personal, de El Financiero, el 4 de marzo pasado. Hubo una conversación entre los tres y eso no pasó inadvertido para el resto de los comensales: “El encuentro fue sugerente, en estos tiempos donde su sucesor, Andrés Manuel López Obrador, habla un día sí y el otro también de lo corrupto que fue el gobierno que lo precedió y del ‘tiradero’ que le dejaron”. El pasado 25 de junio Peña Nieto, su pareja, su abogado y cinco políticos más viajaron del aeropuerto de Toluca a Madrid en el avión de Collado, un jet ejecutivo Bombardier CL-600-2B16 (601-3A) (Proceso 2228). El 9 de julio, ya en México, Collado fue detenido y sujeto a proceso por presunto blanqueo de capitales y delincuencia organizada. El denunciante, Sergio Hugo Bustamante, señaló que el abogado era prestanombres de los expresidentes Peña Nieto y Carlos Salinas. Además, que a través de Libertad Servicios Financieros realizaba “transferencias al exterior muy cuantiosas y a diversos bancos de España y Andorra y en otras partes de Europa a fin de ocultar recursos desde el punto de vista fiscal”. El 29 de junio, cuatro días después de su arribo en el avión de Collado, el sitio en internet de la revista Quién difundió un video en el que se ve a Peña Nieto y a su pareja llegando al restaurante El Pescador, en la calle José Ortega y Gasset 75, donde saludan efusivamente a la mexicana Genoveva Casanova, exesposa de Cayetano Martínez de Irujo, hijo de la fallecida duquesa de Alba. Y en la segunda semana de febrero Peña Nieto comió en Iztac, restaurante mexicano en la madrileña plaza de Ecuador, según comentó al corresponsal un mexicano residente en la capital española. Este reportaje se publicó el 23 de febrero de 2020 en la edición 2260 de la revista Proceso

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