REPORTAJE: Los Beatles, "Déjalo ser... al desnudo" (Primera de dos partes)

lunes, 3 de noviembre de 2003 · 01:00
* Nueva versión, 34 años más tarde México, D F (apro)- John Lennon, George Harrison, Ringo Starr y Paul McCartney son noticia otra vez con la aparición el 17 de noviembre del disco “Let It Be… Naked” (“Déjalo ser… al desnudo”), el cual cerrará para el mundo uno de los capítulos más creativos en la historia de la música pop del siglo que murió Los fanáticos de Los Beatles escucharán nuevamente aquellas famosas cintas sonoras que circularon en discos piratas como “The Get Back Sessions” (“Las sesiones del regreso”) grabadas a comienzos de 1969, con la sensación de un interesante déjà vu de la banda que creó aquella gran saga del rock inglés Es cierto: desempolvar algunas de esas canciones interpretadas por los cuatro con el pianista negro Billy Preston en el nuevo CD, mostrará cuánto talento productivo existía aún en aquellos músicos, quienes entonces y sin saberlo estaban a un paso de separarse Para la discografía oficial de Los Beatles, el álbum “Déjalo ser” significó su despedida cuando se vendió en el mercado hacia mayo de 1970, si bien un montón de las piezas en aquel proyecto fueron “pirateadas” y se difundieron profusamente aun antes que saliera la película del mismo nombre, dirigida por Michael Lindsay-Hogg con el LP original “Déjalo ser” (en un principio nombrado “Las sesiones del regreso”) fue un disco literalmente “manoseado” por varios ingenieros de sonido y corrió con poca suerte de la crítica El filme documenta el triste fin del “Cuarteto de Liverpool” pero, musicalmente, aquellas sesiones de Los Beatles en enero de 1969 fueron más que un lamentable adiós, reflejando al conjunto en la cumbre terminal de su genio artístico Volviendo la rueca del tiempo, hay que analizar su trayectoria ascendente desde que el productor George Martin publicó su primer sencillo de éxito con ellos, “Ámame”, hasta al menos junio de 1967 con el conceptual “Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band” (conocido simplemente como “El sargento Pimienta”), considerado una de las obras maestras de la centuria pasada El grupo jamás se durmió en sus laureles y únicamente ellos pudieron romper la magia peleándose entre sí, tras grabar “Déjalo ser”, y posteriormente “Abbey Road” 1967 fue el año en que falleció su manager Brian Epstein, pero su muerte motivó a Los Beatles para fundar su propia disquera con ideales jipis y boutique: Apple Infatigables, prosiguieron trabajando en músicas variadas y en muchos momentos cada vez más vanguardistas, de las cuales ya quedan pocas por darse a conocer Fue la época en que Ringo Starr y, sobre todo, George Harrison, despuntaron con buenas composiciones propias (aunque parecían no igualar las de la prolífica mancuerna de John y Paul) Piezas como “Oye Jude” y “Revolución” de Paul y John, así como los dos discos LP conocidos como “El álbum blanco” editados en conjunto con canciones de los cuatro artistas fueron una bomba, pero el avant-garde “Two Virgins” (“Dos vírgenes”) de John y su nueva compañera japonesa Yoko Ono provocó escándalo al aparecer ambos desnudos en la portada Para nadie es un misterio hoy día que la presencia de Yoko en aquellas grabaciones molestó al resto de Los Beatles y fue un mal presagio para la separación que vendría Hacia el truene Durante varios meses de 1968, George Harrison produjo el excelente disco de Jackie Lomax, “Is This What You Want?” (“¿Es esto lo que quieres?”), hoy un clásico olvidado, y para finales de año se reunió en Woodstock, Estados Unidos, con Bob Dylan y el no menos ilustre grupo The Band Inspirado por esta visita, George compuso algunas melodías que aparecieron en su triunfal disco triple como solista “All Things Must Pass” (“Todo debe morir”), de noviembre de 1970 Por su lado, el carismático pero menos creativo Ringo se sintió paranoico y había decidido abandonar a Los Beatles durante la grabación del “Álbum blanco”, pensando que ya no lo querían más, y viajó a Cerdeña donde compuso su feliz “Jardín del pulpo” Pronto los otros lo llamaron de regreso y aquella Navidad de 1968 soportaron los pésimos modales de los motociclistas Hell Angels (“Ángeles del infierno”) de California, grasientos rockers quienes habían sido invitados por George desde el llamado “verano del amor” y terminaron por arruinar la fiesta de Apple… sin que George se apareciera Para comienzos de 1969, Paul citó a la banda para comenzar a trabajar en un nuevo disco de Los Beatles, cuyo espíritu era mostrarlos de regreso a sus raíces musicales de buen rock “a la antigüita” desde que se conocieron jóvenes en los cincuenta No habría orquestaciones ni coros angelicales, ni corrección de errores en esta nueva grabación de “Get Back” George Martin, su productor de siempre (y curiosamente quien no produjo este “Get Back” que terminaría siendo “Déjalo ser”) cuenta en la “Antología de Los Beatles”, el paquete de DVD aparecido el año pasado: “Los Beatles pasaban por un periodo muy revolucionario en aquellos días y estaban pensando en un nuevo ingeniero de sonido Tenían a Geoff Emerick, así que trajeron a Glyn Johns Creo que básicamente deseaban otro nuevo productor, pero nunca me lo manifestaron abiertamente Así que seguí con ellos “Al mismo tiempo, tenían una muy buena idea la cual me agradó bastante para trabajar Querían escribir un álbum completo, ensayarlo y luego tocarlo en vivo frente a mucho público La mayoría de los conjuntos hacían discos en vivo con canciones viejitas; pero ellos pensaron en hacer un disco completo que nadie hubiese escuchado, y tocar en concierto ante un teatro lleno al aire libre” El promotor de tal idea fue Paul, quien tenía la canción “Get Back” (“Regresa”), y sugirió que los ensayos del disco fueran filmados por el director Lindsay-Hogg en los estudios Tickenhaum de Londres, donde Los Beatles habían filmado escenas de las películas “Help!” y “La noche de un día difícil”, pero una vez que llegaron allí el 2 de enero a las nueve de la mañana, el lugar resultó muy frío para la emoción musical del nuevo proyecto Ensayaron medio centenar de viejos éxitos de rock’n’roll con algunas nuevas melodías, empero sus discusiones agriaron la semana Muchas piezas se quedaron a la mitad, como “Teddy Boy” de Paul, o “Todo debe morir”, de George, y no aparecerían sino hasta años después Para colmo de un grupo que había estado unido más de una década, el enamoramiento de John (quien faltaba a las sesiones por su afición a la heroína) hizo que Yoko apareciera en la película junto a él, si bien ella no participaba musicalmente El final de la cinta era motivo de tensión: ¿Tocarían en vivo ante las ruinas de El Partenón? ¿En un barco en California? ¿En el gélido Londres de invierno? Mientras, las cámaras capturaban todo… La gota que derramó el vaso ocurrió cuando Paul ordenó en una de sus canciones a George cómo tocar la guitarra, paternalismo que había mostrado ya desde “Oye Jude” El llamado guitarrista invisible lo increpó, tal y como sale en la película: “Si quieres tocar toco; si no, pues no lo hago… Pero estás lleno de porquería en la cabeza, cuate…” George dejó a Los Beatles y determinado a comenzar una carrera solista, llegó a su casa para componer “Wah Wah” acerca del rompimiento Los tres restantes se juntaron en casa de John, quien lo primero que hizo fue proponer que lo suplantara Eric Clapton, pero nadie aceptó correr a George Los Beatles determinaron concluir las sesiones en las oficinas de Apple Records y llamaron a George de vuelta, en una junta que tuvieron en casa de Ringo, en Surrey

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