Susana Benavides, medalla de Bellas Artes

lunes, 21 de noviembre de 2011 · 22:07
MÉXICO, D.F. (Proceso).- La maestra y bailarina Susana Benavides (México, DF 1942) fue homenajeada por el INBA al término de la última función de La Bayadera a cargo de la Compañía Nacional de Danza (CND) del propio instituto. Al inicio de la función se proyectó un video que hizo un recorrido por los momentos culminantes de la carrera artística de la maestra Benavides. El reconocimiento, la Medalla Bellas Artes, se entrega “a una carrera que se proyectará en las jóvenes vocaciones”, a decir de la titular Teresa Vicencio. Por su parte, la maestra Benavides aseguró: “Esta es la culminación de tantos años de placer, porque amo la danza. Estoy contenta de volver aquí, al Palacio de Bellas Artes que siempre fue mi segunda casa. Todo el esfuerzo, el trabajo y el sacrificio han valido la pena por estos momentos, por esta función, por este reconocimiento; así cierro con broche de oro mi carrera”. Benavides estudió danza clásica desde muy niña y se graduó como profesora en la Academia de Berta Alicia Orozco en 1957. Ingresó un año después a la Compañía de Ballet Concierto de México, de Felipe Segura, donde siguió preparándose bajo la guía de maestros como Nellie Happee, Dambré y Popova, entre otros. Años más tarde coincidió en esa compañía con Sylvie Reynaud, actual directora de la CND. En 1963 arribó a la categoría de solista y dos años más tarde a la de Primera Bailarina e interpreta los principales roles del repertorio universal. Treinta años atrás ya había sido distinguida con una medalla del INBA en reconocimiento a su depurada técnica e impactante presencia. En 1972 se integra al Ballet Clásico de Bellas Artes, y en 73 bailó en Estados Unidos y varias ciudades mexicanas de la frontera norte con el Southwest Ballet Center, al lado del bailarín Bill Martin-Viscount, e impartiô cursos en el sur de aquel país. En 1977 se integró a la CND. Poco después fue invitada al Festival Internacional de Ballet de Varna, Bulgaria. En los ochentas la CND la nombró Primerísima Bailarina en reconocimiento a su elevado nivel técnico, calidad artística y sensibilidad. Se dio el gusto de alternar con algunos de los grandes como Fernando Bujones, y luego de 30 años de una carrera exitosa y siempre en acenso en México y Estados Unidos, se retiró en la cúspide de sus facultades interpretativas. Nellie Happee declaró: “Susana era feliz en el escenario y ese bienestar lo transmitía no sólo al público sino a los que la rodeaban, ha sido un ejemplo para varias generaciones de bailarinas de la CND”. A su vez Zygmunt Szostak Matysiak afirmó: “Susana es una de las bailarinas más importantes de México. Su lugar está colocado permanentemente en la historia universal de la danza clásica. Sus interpretaciones llenas de cualidades artísticas, así como de excepcional técnica, dejaron un fuerte recuerdo en la memoria de los más exigentes del público y de la crítica. Susana es de esas bailarinas que el recuerdo, y sobre todo el privilegio de compartir el escenario con ella, permanecerá perpetuamente en mi memoria”.

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