"El Premio", un filme con compromiso político: Marchovitch
BERLÍN, 14 de febrero (apro).- “Escribe lo contrario. Di que los soldados son buenos y valientes. Cualquier pavada…”, ordena una aterrada madre a su hija, una pequeña de sólo siete años de edad que en una composición describe al Ejército argentino como “un ente represor y malvado, que persigue a la gente y la asesina”.
El escrito de Cecilia concursará en un certamen escolar, justamente convocado por el Ejército de Argentina durante la dictadura militar de los años 70.
Los días en la vida de la pequeña, quien vive escondida en un pequeño pueblo de la costa argentina, junto con su madre (disidente del régimen), y la forma como debe mentir a sus compañeros y maestra sobre su identidad, son la trama de la película mexicana “El Premio”, que aspira a ganar el Oso de Oro de la Berlinale, el festival internacional de cine de Berlín.
Hasta esta ciudad llegó su directora, Paula Marchovitch, argentina de nacimiento, pero naturalizada mexicana. Con “El Premio” hace su debut como directora, aunque ya cuenta con una amplia trayectoria dentro del cine nacional.
Marchovitch fue guionista de las reconocidas cintas “Temporada de Patos” y “Lake Tahoe”, ésta última también concursante en la Berlinale en el año 2008.
La sencillez de la cineasta contrasta con el glamour de las estrellas que deambulan por las alfombras rojas del Hotel Hyatt.
En entrevista para los medios de comunicación que cubren la Berlinale, Marchovitch se da tiempo para jugar un poco con Paula Galinelli y Sharon Herrera, las dos niñas protagonistas de la historia, quienes también la acompañan en este viaje. Está al pendiente de ellas y de sus madres en todo momento.
Homenaje a su niñez
Marchovitch explica que desde los 10 años sabía que quería escribir un libro sobre sus vivencias en San Clemente del Tuyú.
Autobiográfica en 90%, según ella misma revela, “El Premio”, dice, no sólo pretende fomentar la memoria histórica de una época, sino ser un homenaje para todos sus amigos, para el lugar en el que vivió y, por supuesto, para sus padres.
“Tengo una amiga de la infancia con la que me reencontré y me dijo que había encontrado cartas mías que escribí a los 10 años, en las que le decía que quería hacer un libro sobre la infancia en San Clemente. ‘El Premio’ es un proyecto que tiene 30 años de reflexión y no sé si sea un exorcismo o una terapia (de lo vivido), pero creo más bien que es un proyecto artístico muy importante para mi, con el que espero transmitir toda la emoción y esperanza que puse en él”, puntualiza.
Para Paula, el objetivo principal no es hacer un excesivo hincapié en la memoria histórica, aunque considera que el filme sí tiene un compromiso político.
“La memoria es importantísima, estamos hechos de pasado y éste nos marca. Mi intención con ‘El Premio’ se vincula con la necesidad expresiva que tengo de contar una experiencia que viví y que me parece relevante a mí, pero también a otros”.
Apoyo mexicano
La cinta es una coproducción en la que participan México, Alemania, Francia y Polonia. Paradójicamente, pese a que aborda una temática totalmente argentina, el país sudamericano no participa.
Marchovitch destaca con énfasis el apoyo que recibió del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine). “Me interesa mucho destacar eso, porque confiaron y apostaron por el proyecto”, confiesa.
“Durante dos años intenté coproducir con alguna coproductora argentina, porque parecía lo más lógico, pero el problema fue que no conseguí un productor con quien tuviera empatía. Sentía que no había un entendimiento profundo del proyecto y, sobre todo, que no había fe, como sí lo hubo siempre de parte de México, que apoyó y creyó en el proyecto, porque tiene una política cultural de apertura, tolerancia y visión del mundo”.
Añade: “Tanto México, primero, como después Polonia, consideraron que esa temática –mi historia que transcurre en un pequeño pueblo al fin del mundo– les pertenecía, porque era universal”.
En Argentina no hubo esta misma visión del mundo, lamenta, aunque de inmediato aclara que la película está llena de talento argentino (las cuatro protagonistas lo son) y pudo realizarse también gracias al apoyo de los pobladores de San Clemente, lugar donde fue filmada.
“El Premio” abrió —junto con “Margin Call”, del estadounidense JC Chandor— la carrera por el Oso de Oro. La crítica positiva de la prensa alemana, junto con las ovaciones que ha recibido por parte del público al término de cada una de sus exhibiciones, y el hecho de que se han agotado los boletos para sus cinco proyecciones durante todo el festival, parecen un buen augurio.
“Por supuesto que me encantaría ser ganadora, pero —sabes— (la decisión del jurado) es algo que no me preocupa en este momento”, confiesa Marchovitch, con una gran sonrisa que ilumina su rostro.