MÉXICO, D. F. (proceso.com.mx).- El largometraje El premio, de Paula Markovitch, obtuvo cuatro Arieles como Mejor Película, Mejor Ópera Prima, Mejor Guión Original y Mejor Edición. La realizadora Markovich, quien por cierto celebró este martes su cumpleaños, se mostró muy emocionada y señaló que todas las películas nominadas se merecían un Ariel, pues “estaba muy difícil la competencia”. Esta 55 edición del Ariel, organizada por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC), fue un escaparate para la denuncia. El cineasta Juan Antonio de la Riva, presidente de la AMACC, exigió “un trato digno, equitativo y justo para el cine mexicano, no es posible que se privilegie solamente al sector de la exhibición”. Subrayó que el cine mexicano es un asunto de soberanía nacional. También resaltó los recientes éxitos del cine mexicano en taquillas nacionales y su papel en el pasado Festival de Cine de Cannes, donde el realizador Amat Escalante consiguió el reconocimiento a Mejor Director con Heli y Diego Quemada-Diez, mejor elenco con La jaula de oro. El largometraje La demora, de Rodrigo Plá, se llevó dos Arieles por Mejor Dirección y Mejor Guión Adaptado (Laura Santullo). En tanto, La vida precoz y breve de Sabina Rivas, de Luis Mandoki, logró tres estatuillas, Mejor Coactuación Femenina (Angelina Peláez), Mejores Efectos Especiales y Mejor Diseño de Arte. Úrsula Pruneda consiguió el Ariel a Mejor Actriz por El sueño de Lú, de Hari Sama, y mejor actor fue para Roberto Sosa por El fantástico mundo de Juan Orol, de Sebastián del Amo, cinta que también consiguió el Ariel por Mejor Fotografía y Mejor Música Original. La Mejor Película Iberoamerica fue para el filme español Blancanieves, de Pablo Berger. Cuates de Australia, de Everardo González, se llevó el Ariel a Mejor Documental y Mejor Sonido. Mejor Maquillaje fue para Colosio, el asesinato, de Carlos Bolado. Giménez Cacho al recoger el Ariel de Colosio, el asesinato señaló: “Es una película que habla de algo que nadie quería hablar, que generaba mucho miedo y así ayudamos a abrir mentalidades tanto del público como de guionistas y productores. Hay muchos temas que podemos contar antes de que vengan productores extranjeros a contarnos nuestra realidad”. Y consideró que el Estado debe “garantizar diversidad y que el cine llegue a nuestro público”. El  Mejor Corto Documental lo ganó La herida se mantiene abierta, de Alberto Cortés, y recogió la presea una representante de Atenco. La medalla Salvador Toscano que recibió Jaime Humberto Hermosillo, se la entregó a Jorge Sánchez, director del Instituto Mexicano de Cinematografía, porque “nunca me quedo con los premios”. En tanto, los Arieles de Oro fueron para Columba Domínguez, Mario Almada y Rafael Corkidi.