MÉXICO D.F.  (apro).- Velada de Minuetes en la Catedral de Guadalajara es el título del disco doble editado por la Fonoteca del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Este material, de la serie Testimonio Musical de México (TMM), es el segundo volumen dedicado a recoger --en dos discos compactos-- las presentaciones de grupos tradicionales de este género que se presentaron en la Catedral de Guadalajara en septiembre de 2010 y 2011, como parte del Encuentro Nacional de Mariachi Tradicional, según informó el INAH. La diferencia entre el mariachi comercial y el tradicional es que este último no utiliza trompetas, y cultiva el minuete, pues “es la música para los angelitos y para los santos; la otra música (sones, jarabes, que se zapateaban) es para nosotros los vivos”, asegura Jesús Jáuregui, investigador de la Fonoteca. Sobre el minuete, Jauregui, autor del estudio introductorio de los discos, dice que “algunos investigadores han rastreado las características de los minuets europeos de los siglos XVII y XVIII, básicamente como un género secular y dancístico, y de España pasó a sus colonias. Para  finales del siglo XVIII, en Europa el minuet dejó de ser bailable y pasó a ser pieza para ser escuchada, de manera estática y en silencio. “Sin embargo, no existen análisis musicológicos que permitan demostrar que en los minuetes mariacheros se encuentran las características melódicas, armónicas y rítmicas de los minuets europeos de dichas centurias, o de los novohispanos, falta aportar datos que prueben esto. No hay que confundir los minuets europeos con los minuetes mariacheros, no hay una génesis musical de uno con respecto al otro,  a menos que alguien lo demuestre.” En la Catedral de Guadalajara sólo se han hecho tres veladas de minuetes (1994, 2010 y 2011); se trata de “una sesión de oración en un templo católico, conducida musicalmente por el mariachi tradicional”, de las cuales el INAH ha editado su recopilación en la serie TMM en los números 47 (2006 y reeditado en 2007) y 57 (2012). Para el investigador de la Fonoteca del INAH, los mariachis tradicionales se dividen en “los portadores de la tradición local o regional”, los jóvenes que rescatan la tradición de los músicos antiguos; los mariachis de intelectuales o músicos de nota que se adhieren a la tradición; además de las orquestas típicas, guitarreros solistas y mariachis comerciales con pretensiones tradicionales, entre otros. En el disco Velada de Minuetes en la Catedral de Guadalajara participan grupos como Charanda y Grupo Valle, del Distrito Federal; el Mariachi de Ostula, Aquila, Michoacán, y Los Tíos, de El Alcíhuatl, Villa Purificación, Jalisco; este último porta la tradición de su comunidad: fiestas, jaripeos, cumpleaños, así como la música para el templo. También el Mariachi Retrosón, de Cocula, Jalisco (población a la que se atribuye el origen del mariachi), conjunto de músicos de nota que retoman la tradición mariachera o, bien, el Mariachi Once Pueblos, de Armería, Colima, formado por jóvenes estudiantes de la música tradicional. Entre los grupos de extracción indígena están el mariachi huichol Nubes de la Sierra, de Santa Catarina, Cuexcomatitán, municipio de Mezquitic, Jalisco, que tiene la dotación de violín, vihuela y tololoche. Además de la llamada Partida de Labeleros, dos violines y arpa, y grupo de Paskolas, del Centro Ceremonial Mayo de Tehueco, en el municipio de El Fuerte, Sinaloa.