El radio radiante de Cruz Mejía

martes, 25 de noviembre de 2014 · 14:58
MÉXICO, D.F. (apro).- Este jueves 27 de noviembre, a las seis de la tarde, el cantautor sinaloense Cruz Mejía Arámbulo presenta su libro El radio radiante. 40 años en las entrañas radiofónicas (Editorial Páginas Labradas, 383 págs.) en el auditorio Javier Barros Sierra de Casa Frissac, ubicada en Plaza de la Constitución sin número esquina Moneda, colonia Tlalpan Centro, a un costado del edificio delegacional, En el prólogo, a cargo del reportero de Proceso Jenaro Villamil, leemos: “Cruz Mejía sabe de lo que habla. Es cantante, es locutor, sindicalista; pero sobre todo, tiene un testigo privilegiado de cada una de las historias que nos relata: desde los inicios de José Gutiérrez Vivó en Radio Red, la creación del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), la amplia escuela que ha sido Radio Educación (…) hasta el autoritario delirio de los directores que padeció y la plaga de merolicos en la radio comercial que son una constante falta de respeto a la audiencia.” El radio radiante está dividido en diez capítulos intitulados: Antes de Radio Educación, Algo de historia, Al fin en radio, Anécdotas breves, Una pasadita por el IMER, La gran urbe, Para la censura, pantalones de buena hechura; Bajo el régimen panista, ¿Somos como nos ve el auditorio?, y Vida sindical. De cada uno de ellos hemos seleccionado un pasaje donde el autor habla sobre sus experiencias musicales y de ondas hertzianas, para nuestros lectores. Imágenes radiofónicas Seguramente estoy rodeado de canciones. Yo que tengo la cabeza llena de música y que en mis adentros las acomodo por los distintos rumbos adonde manda el pensamiento, como repartido en muchos brazos igual a los que tiene la Rosa de los Vientos, es porque así las busco en mi memoria. Éstas están arriba, al norte, junto a la Estrella Polar; éstas otras se ven más abajito, entre el oriente y el noreste; atrás, arriba, a uno y otro lado, hacia todas direcciones. ¿Por qué no puede ser que yo estire las manos y pueda agarrar manojos de canciones como agarraba los cañajotes en el cerro? ¿Qué será más grande: una canción o un pensamiento? Como que a veces la canción está hecha de muchos pesares… Pero esas canciones chiquitas que anuncian cosas, ¿de cuántos pensamientos estarán hechas?, que nomás nos dan tentaciones inalcanzables. Me figuro que al estirar los brazos me pasan rozando los dedos. Clarito las siento, sólo falta que suenen, porque si donde prendo el radio hay música, entonces esa música está aquí, muy juntito de nosotros y debe haber un modo de oír las canciones, sólo que para que no se revuelvan es necesario un radio a modo de colador que las ordene para que vayan pasando una por una y no nos llene de ruidos el espacio. La programación Aparte de ser transmisora de la música que no programaban otras estaciones, en Radio Educación, a pesar de sus escasos recursos, se grabó a muchos músicos solistas y en grupo, exponentes de temas de mayor contenido social. Era el auge de quena, bombo y charango; pero también, en la música regional mexicana se encontraron grandes valores que han dejado huella con su arte y su trabajo; entre quienes destacaron en aquellos tiempos tenemos al grupo On’ta, Los Folcloristas, El Conjunto Tlacotalpan, Amparo Ochoa, El Negro Ojeda, el Grupo Zazhil y el Grupo Sanampay, de donde salieron Guadalupe Pineda y Eugenia León; también fue grabado Juan Reynoso y hasta yo. Cabe decir que muchas de estas grabaciones sirvieron, posteriormente, para matrizar varios de los discos que por ahí andan circulando y lo que es más, aquí tenemos muchos materiales que no llegaron a imprimirse en disco. Quién canta Quien canta tiene el mérito de haber descubierto a muchos músicos y cantantes cuyo inicio en el ambiente artístico se dio precisamente en este foro; también ha servido de reencuentro con algunos artistas arrumbados por el medio u olvidados de la farándula después de haber sido explotados y subvalorados en su esencia, cuando por su mesura y prudencia también ellos mismos se han apartado del ámbito comercial teniendo mucho que aportar todavía en el quehacer musical de nuestro país. En el programa se han presentado gente de renombre y talento como Ferrusquilla, Amparo Ochoa, León Chávez Texeiro, Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra de Xichú, Zeferino Nandayapa, Miriam Núñez, Carlos Maceiras, Guillermo Briseño, “El Palomo y el Gorrión”, Enrique Chávez La Gallina, arreglista de “Lobo y Melón”; también el compositor Vicente Garrido (…) Merece particular mención el trovador sonorense José de Molina, a quien los medios siempre lo tuvieron marginado por el sentido crítico de sus canciones… Todo el tiempo lo agradeció y siempre aprovechaba la ocasión para hacer notar que nosotros éramos los únicos que no habíamos tenido miedo a su presencia, manifestando con ello una enorme gratitud. El Conjunto Típico Añoranzas dirigido por los profesores Paz Valenzuela y Jaime Hernández, se escuchó por primera vez en nuestro programa y tuvimos el privilegio de grabarle sus primeros cinco discos; también aquí hizo sus pininos radiofónicos Chucho Gil y sus copleros… Otro de nuestros orgullos es el ensamble vocal Voz en Punto… Después de muchos años de ausencia, en junio de 2008 vino a México el grupo chileno Quilapayún, y el día 28 lo tuvimos en nuestro programa. Caso excepcional es el de Lalo Guerrero, con quien se entabló primero una amistad telefónica entre México y Palm Springs, California, donde él vivía… él venía deseoso de disfrutar nuestra tierra, particularmente la comida porque tenía buen diente y la muestra estaba en sus 270 libras de peso, unos 122 kilos; por eso y por su tamaño, los gringos lo agarraron de Santo Clos para algunas de sus películas. Lalo Guerrero interpretó su canción “El Burro Norteño” en el disco Quién canta, Onceavo Aniversario que editamos en marzo de 1998 y por ahí en el disco Llegamos a los 20, anda una fotografía donde se ve que le está cantando de manera muy singular a mi hijo Fernando cuando era muy niño. Un día nublado El sábado 28 de octubre de 2006 presenté mi disco Para la historia, cuyos primeros temas aluden al fraude electoral consumado el 2 de julio de ese año, con el que se afianzó en el poder el espurio Felipe de Jesús Calderón Enojoso. El gerente de la XEB ya finado, Jesús Flores y Escalante, me había invitado para estrenarlo en su emisora en el programa Guitarra y Fandango que se transmitía a las 11 de la mañana… cuando llegó el productor Jesús González Urbán, quien con sólo ver la portada me dijo que ese disco no podía pasar al aire. --¡Me censuraron, Luis! –abrazándolo, le dije a mi amigo Luis Ramírez que providencialmente me encontró a la salida de la cabina de la XEB al terminar el programa. --No te apures, vente para acá que acá sí te queremos –y diciendo esto me tomó del brazo, conduciéndome a la cabina de Radio Ciudadana (…) Ese día, después de comer, me dirigí a Radio Educación porque ahí estaba anunciada la presentación de mi disco a las cinco de la tarde… Los radioescuchas aplaudieron mis desplantes, mis canciones y mi disco. Hubo muchas emociones: a Eugenio Sánchez Aldana le ganó la chilladera con el tema “La Patria”; Enrique Velasco, ni se diga; también yo me andaba pandeando porque la presentación de mi disco Para la historia se dio en un momento en que los ánimos del pueblo mexicano andaban desparpajados por lo del reciente fraude electoral y mi capricho de presentarlo en las instalaciones de nuestra emisora fue para mostrarle a la directora que quienes hacemos la radio somos nosotros y con ello quedó de manifiesto la necesidad del auditorio de compartir una fiesta con los trabajadores de Radio Educación después de muchos años de que no se hacía ningún festejo, porque doña Lidia Camacho y su caterva se habían encargado de correr a la gente… Joyas perdidas Entre la lista de mis grandes invitados al programa “n el campo” está Ventura Romero, se acuerdan ustedes de “La Burrita” o de “Un madrigal”? Pues son canciones de Ventura Romero, como muchas otras joyas que escribió este maravilloso hombre de Chihuahua; y fue i amigo de a de veras. Cuando lo invité al programa ni se pandeó, no obstante que era un figurón de la canción mexicana. Sabemos bien quiénes somos --Cómo va a haber una radio cultural en México –han dicho los extranjeros, si el mismo Juan Manuel Serrat, en sus inicios, nos puso en duda (…) Nunca nos dio miedo de llamar a las cosas por su nombre, ni nos andamos escondiendo ante situaciones difíciles pues tenemos muy clara nuestra profesión, sabemos nuestras obligaciones y conocemos el suelo que pisamos. No nos asustan las palabras, dado que son nuestra herramienta de trabajo; debemos tener la habilidad de usarlas en su justa dimensión n el momento en que se requieran, así suenen aterciopeladas, cantarinas, bulliciosas o estridentes; rodas serán buenas para construir la mejor comunicación con la que deseamos llegar a quienes nos escuchan. El tercer panadero --¡Míralo, es igualito a Calderón nomás que en güerito y sin lentes! ¡Igual de chaparrón, pero más galán! Sin embargo, poniéndole cuidado, no era un cualquiera: su sólo nombre sonaba fuerte: Maestro Antonio Tenorio Muñoz Cota. Así, con sus tres apellidos, como se estila en la alta alcurnia, porque el hombre, ahí donde lo ven, es de prosapia. A los pocos, días se llevó a cabo la comida en la planta, en donde el director se echó su primer discurso… Le gusta mucho el micrófono, no desaprovecha la ocasión para meterse a los programas a echar perorata; primero fue en El fin justifica a los medios; luego en Relieves, antes de tomar la cabina para despedir a Andrea Fernández, que se retiraba temporalmente a hacer su maestría, y luego cuando corrió a Sergio Bustos… A este gallo le tocó conmemorar los 85 años de Radio Educación. Aunque la emisora estuvo fuera del aire varias décadas, los jefes se empeñan en acumular los años y cuentan la historia a partir de 1924, cuando en los albores de la radio surge la CYE, siglas que al poco tiempo se convirtieron en la CZE, como radiodifusora del Ministerio de Educación Pública. Su vida fue corta, pero muy significativa, sobre todo para los políticos a los que les gusta pavonearse y parecen muy emprendedores, enseguida se olvidan de los proyectos… Nos corrieron de Los Ángeles Sin darnos cuenta, quienes lo conocimos nos convertimos en repetidores del anuncio del salón de baile de Miguel Nieto, ubicado en Lerdo 206, en la colonia Guerrero y, siempre que se ofrecía, repetíamos. “Quien no conoce Los Ángeles, no conoce México” (…) De ese modo, el 4 de septiembre de 1993 se llevó a cabo un maratón de 9 horas de duración en el Centro Cultural San Ángel… Sin embargo, ahí no paró la cosa el cuarto maratón habíamos planeado cerrarlo en el salón Los Ángeles, confiados en mucha familiaridad que creíamos tener con Miguel Nieto, propietario del local. Animados por la calidad de las orquestas que estaban programadas, nos instalamos desde temprano de modo que cuando empezó la música ya teníamos garantizada la transmisión; pero sucedió que como estábamos muy eufóricos, comenzó a llegar todo el personal de Radio Educación, trabajadores y autoridades; a la gente de la taquilla se le hizo que éramos muchos y viéndonos como colados, comenzaron a poner trabas en la entrada. Los ánimos se caldearon, hubo reclamos violentos y con tal tensión, que optamos por retirarnos del lugar… Traíamos la espina clavada, el orgullo herido y la dignidad lastimada, porque el Salón Los Ángeles siempre ha recibido todas las consideraciones de nuestra parte, aquí se le organizaron sus bailongos; con ellos organizamos varis borchinches y todavía se les hace encaje que entremos festejosos a cerrar nuestro maratón ahí. Por eso los mandamos a la fregada…

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