Latinoamérica, dominada culturalmente por EU: Derek Walcott

martes, 1 de abril de 2014 · 20:07
MÉXICO, D.F. (apro).- Luego de haber tomado parte en el recital “Poetas del mundo y Octavio Paz” la tarde del pasado domingo en el Palacio de Bellas Artes, como parte de las actividades del centenario del nacimiento del poeta mexicano, el escritor caribeño Derek Walcott tuvo esta mañana un encuentro con la prensa en el cual habló de distintos temas, como su relación con Paz, la dominación cultural de Estados Unidos hacia Latinoamérica, y su propia obra. En el Salón Socorro del Hotel Hilton, en el Centro Histórico, vestido con una camiseta coral y saco blanco, el ganador del Premio Nobel de Literatura 1992 dijo sentirse impresionado por la cantidad de gente que ha participado en el homenaje a Octavio Paz (1914-1998) y muy contento de ver que México lo honra con tanto cariño. “Él dejó una huella muy profunda en el ámbito de la literatura no nada más en la de México sino abarcó todo tipo de literatura, todos los ámbitos literarios, creo que para muchas personas ha sido triste ver su partida”, dijo. Nacido en 1930 en Castries, isla de Santa Lucía, en las Antillas Menores en el Caribe, Walcott comentó que tuvo oportunidad de reunirse con Paz en varias ocasiones en coloquios y conferencias. Lo evocó como una persona amable e incluso relacionó su nombre con la paz –peace en inglés–, dijo: “Era sencillo, no era pomposo y era amado y querido por otros escritores, daba la impresión de gran calidez cuando charlabas con él”. Autor de diversas obras poéticas y de teatro, entre ellas Otra vida, El testamento de Arkansas y la considerada como su obra principal, Omeros, un poema épico basado en la Odisea, de Homero, Walcott --quien utiliza una silla de ruedas para su movilidad-- explicó que recientemente sufrió una embolia por lo cual podría interrumpir en algún momento su encuentro con la prensa. Pero no fue así, contestó la mayoría de las preguntas hasta el final. Dado que uno de los temas más importantes para Octavio Paz fue la relación del intelectual con “el príncipe” (el poder), un reportero le preguntó a Derek cuál es en su propia opinión el papel de los intelectuales: “Obviamente –dijo– depende de la dimensión del país y el diseño de sus políticas. Yo vengo de una isla muy pequeña y bueno somos independientes pero al mismo tiempo sumamente dependientes del poder”. A decir suyo lo que un poeta o intelectual debe hacer es alertar. En su país, agregó, hay una democracia y hay libertad de discurso, libertad de expresión, y ésta no se presta fácilmente para las dictaduras. No hay ejército y si bien ha habido huelgas y otras movilizaciones, no ha habido trastornos o disturbios. Sin embargo, agregó que el mundo en general se encuentra fuertemente subyugado al poder de Estados Unidos. Se hizo alusión a su poema Goleta Flight en el cual dice: “Sólo soy un mulato que ama la mar. Recibí una sólida educación colonial. Hay en mí del holandés, del negro y del inglés. Y: o soy nadie o soy una nación”. Explicó entonces que lo escribió con la sensación de “ser observado”, de “ser un objeto”, y cuando dice “nadie” se refiere a cómo los llaman no sólo a él, sino a todo su pueblo, “los opresores que nos gobiernan desde antaño”. Hace tiempo, agregó, sale a las calles de su pueblo y lo que ve es pobreza y una vida dura, y no se puede conformar con el hecho de que alguien les diga “tú no eres nadie”, cuando “somos una nación. Precisó que no afirma que América Latina, el Caribe incluido, esté dominada políticamente por Estados Unidos, pero sí hay una influencia cultural “inmensa”. Acerca de su obra, el poeta y narrador indicó que escribe desde que era muy joven y sigue escribiendo de la misma manera, su estilo no ha cambiado, y no ha dejado de hacerlo a sus 84 años de edad, cumplidos el pasado 23 de enero, pues de ninguna manera se siente senil: “La poesía es un pozo de fortaleza mental”.

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