H2OMX: Cuando el destino nos alcance

martes, 30 de septiembre de 2014 · 15:03
MÉXICO, D.F. (apro).- Dirigido por José Cohen y Lorenzo Hagerman, el documental H2OMX, resulta terrorífico, y es que su planteamiento resulta alarmante: en 10 años, el D.F. sufrirá una crisis de escasez de agua si las cosas siguen así. Todo comenzó con la idea de los colonizadores de crear una ciudad que no fuera lacustre, contrario a las condiciones de la cuenca de México. Grave error. Y así, 500 años han pasado. Durante los primeros minutos de la película, vemos a gente de diversas comunidades de la Ciudad de México que batallan para abastecerse de este líquido vital, lo cual merma su calidad de vida. Poco a poco nos damos cuenta de que todo el sistema está podrido: No sólo la cantidad de gente sobrepasa las capacidades del manto acuífero de la ciudad, lo que provoca su sobre explotación --y provoca el hundimiento del centro de la ciudad--, sino que también existe una falta de soluciones alternas para abastecer el D.F. sin mencionar que un programa para la recuperación de dicho manto. A lo anterior habrá que sumarle la falta de un programa sólido de tratamiento de aguas negras, ya sea para su purificación y reinserción al manto, o bien para su uso adecuado en el riego de cosechas: los ríos de aguas negras de la Ciudad de México, cargadas de contaminantes (principalmente metales pesados), llegan a los cultivos de verduras en Hidalgo, que nos regresan “el favor” con dichas verduras. ¿A dónde vamos a parar? Al desastre, a menos que se busquen soluciones de abastecimiento alternas al sistema Cutzamala (principal abastecedor de agua) --no sólo otros sistemas, sino también algo alternativo como la captación de lluvia--, una estrategia para reabastecer el manto, y programas efectivos para el tratamiento de aguas negras. El documental H2OMX funciona como una alerta para los ciudadanos, no sólo para valorar este recurso natural, sino para exigir a los gobernantes que se pongan a hacer su trabajo, y le pongan atención a este grave problema. Y es que, como se dice en el documental, la creación de sistemas de recolección de lluvia no es suficiente. Hubiera sido interesante que los realizadores hubieran entrevistado a autoridades competentes y las cuestionaran sobre este problema y ver si alguien tiene alguna propuesta o alguna idea de qué es lo que está pasando.

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