Jubilados y pensionados dirigen bibliotecas comunitarias

martes, 13 de octubre de 2015 · 18:58
PACHUCA, Hgo. (apro).- Son jubilados y ahora ocupan su tiempo libre en promover la lectura entre sus vecinos, amigos y familiares, coordinando cada uno de ellos una Biblioteca Comunitaria del programa nacional que hace un año entró en marcha, aprovechando la experiencia de personas que dedicaron su vida a servir una institución gubernamental. Se trata de un programa que contempla para su realización varias opciones: el uso del domicilio del coordinador, aprovechamiento de instalaciones en espacios municipales, o bien, con servicios de préstamo de libros a domicilio. Así lo lleva a cabo aquí Emelia Morales Pérez, una maestra educadora de pre-escolar, residente de la colonia Emiliano Zapata. “Al principio cuando tocaba la puerta de una casa, me rechazaban; pero hoy he logrado que cuando regreso a ese domicilio me digan: ‘¡Que bueno que vino, ya lo terminamos! ¿Y ora qué libro me trae?’. De hecho, yo misma compruebo que sí lo consultaron, ya que les hago la plática en torno al tema y sí lo conocen.” Comenta que recientemente se jubiló, por lo cual este programa de Bibliotecas Comunitarias ha sido una buena alternativa para mantenerse activa. “Son los adolescentes y los jóvenes los que me preocupan, tienen mucho tiempo libre y no saben qué hacer con él, por eso he logrado que a través de sus padres se interesen en la lectura”, agrega. Por su parte, el profesor José Roberto Guzmán Pérez, también jubilado, durante su vida como maestro recorrió todos los grados: primaria, secundaria, preparatoria y nivel superior. Su afición es escribir y leer. Afirma: “La lectura me gusta porque une a las personas, por eso cuando supe de la convocatoria no lo dudé. A los libros que otorga el programa yo sumé los de mi colección. Mi biblioteca se encuentra en la colonia Piracantos. Empecé con mi familia, después el círculo se fue abriendo; por ejemplo, mi hermana Zoila Guzmán es maestra de una telesecundaria y ya incluyó a sus alumnos, llevándose de aquí unos 20 títulos.” A su vez, el ingeniero agrónomo Rafael Soto Plata quien se jubiló de la Comisión Nacional del Agua, coordina una Biblioteca Comunitaria en el municipio de Tulancingo, instalada en la calle Ocampo, colonia Centro. “Me interesó participar en este proyecto por mi propia ignorancia, en mi medio profesional nos concentramos en las cuestiones técnicas y no sabemos del amplio universo que nos permiten los libros. “Un usuario puede llegar aquí y solicitar algún libro; pero también me he abocado en llevar algunos ejemplares a las secundarias, pidiéndole a los directores de los planteles que me ayuden a extender este servicio.” Al entrevistar a Mario Montero Vázquez, usuario de Bibliotecas Comunitarias, expresó que en nuestro país no existe una tradición arraigada por leer. “Es una labor muy loable que hacen los maestros y aunque se empezó con pocas personas, cada día somos más. Además, los que ya nos integramos nos convertimos a su vez en difusores.” El programa nacional de Bibliotecas Comunitarias inició hace un año, cuando se lanzó una convocatoria entre pensionados y jubilados del ISSSTE. A la fecha se han instalado 300 en todo el país. Las dependencias participantes son: el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), que proporciona la capacitación de los coordinadores y el acervo de libros entre los que se encuentran novela, poesía, cuento y ficción (destacando los autores clásicos de la literatura universal). Para su desarrollo, la Secretaria de Gobernación trazó las zonas y polígonos de alta marginalidad en las que se requiere una labor de reconstrucción del tejido social. El ISSSTE estableció el acercamiento con su derechohabiencia de jubilados y pensionados, al tiempo que realiza los trabajos de coordinación general del proyecto.

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