'Gringo”: estampa de un México sin esperanza

jueves, 19 de noviembre de 2015 · 22:21
MONTERREY, NL (apro).- En la película “Gringo” su realizador José Luis Solís contempla a México sin esperanza. Ante la prolongada y cruenta guerra contra el narcotráfico la migración es una puerta que numerosos compatriotas eligen para escapar de la violencia, como Omar y Esperanza, los protagonistas del drama de próximo estreno. Los dos regresan de una larga estancia en el extranjero y encuentran que el país no tiene ya nada que ofrecerles. Pero además ven que su vida ya nunca será como antes porque la violencia cambió el panorama: La sangre salpicó la casa familiar. “Esta es una película sobre la fractura social que experimentamos en México a partir del año 2010. Es una visión sobre cómo cambiamos por completo nuestro modus vivendi y aunque digan que ya bajó la violencia ahora, mucho o poco, esas vivencias nos marcaron a todos para siempre”, dice el también guionista. “Gringo”, hablada en español, es una producción generada en Nuevo León aunque su tema es universal señala el también catedrático de la Universidad de Monterrey. La visión estética y temática es “de acá”, dice, aunque aclara que lo que le pasa a esta pareja lo ha sufrido prácticamente la población de todo el país. Es el drama de la violencia motivada por el narcotráfico que fue conocida por todo el mundo y que en la película se expresa en el caso específico de dos personas que encuentran que el país no puede recibirlos porque paradójicamente están sobrecalificados para integrarse a él. “La pareja regresa del extranjero luego de cinco años y no conoce este México nuevo que es otro país, con nuevas reglas y en otras circunstancias. Nosotros los que estamos cerca de la frontera tuvimos que reinventar todo nuestro sistema de convivencia, afectivo y de seguridad porque todo nos cambió por completo en tres o cuatro años”, dice. “Gringo” es una cinta con sesgos de road movie de pocos personajes pero con una gran carga emocional. Hay pocos diálogos y los prolongados silencios son incómodos. Los personajes hablan poco. Parece que quieren evitar el contacto entre ellos. Un acontecimiento terrible flota adentro de la casa. La madre, interpretada por Leticia Huijara, vive en un estado catatónico porque algo ocurrió. El misterio impronunciable genera una interesante expectativa que se va revelando conforme transcurre la historia hasta llegar a un conocido episodio de la guerra contra el narco. “Todo aquí es muy contenido porque hay muchas cuestiones que en la historia no se comprenden todavía, ocasionadas por la violencia que hasta generó un nuevo lenguaje. Como director y guionista me interesaba mostrar ese dejo de desconcierto de no poder hablar sobre el tema. Se empieza a ver qué ocurre hasta ya avanzada la película y lo hicimos así como una apuesta de intriga. “Como espectador te preguntas: ¿Qué le pasa a esta señora? ¿Por qué la mujer de la pareja se pone tan mal tan sólo con decir que irá al extranjero? He creado un sentido de incomodidad que se percibe de la misma forma en que nosotros lo vivimos. Por eso no hay violencia gráfica en ningún momento porque no me interesaba en Gringo retratar la violenciasi no cómo viven estas personas”, dice. Aunque el contexto del drama es el de la ruptura del orden social en México no hay escena alguna de sangre. El interés del realizador es presentar la anécdota a partir de las emociones más que la exposición gráfica de los elementos de la barbarie de los que prácticamente todos los personajes son víctimas. Solís explica así su ópera prima: “La idea era contar no sobre lo que está pasando si no sobre cómo estamos viviendo. Hay una gran diferencia. El cine de la ‘narcoera’ retrataba elementos. Los que más la hemos vivido y experimentado la hemos narrado mucho. Por ejemplo hay acá literatura y hasta poesía del tema. Nuestra vertiente fue en el sentido emocional”. La idea de la cinta surgió en Solís Olivares a partir de dos acontecimientos que marcaron a la sociedad mexicana: la exhibición de los primeros colgados en un puente de Nuevo Laredo que revelaron una nueva forma de horror, y la batalla de don Alejo, el veterano cazador que se pertrechó en su rancho en Tamaulipas para defender a tiros la propiedad que le querían quitar los narcos. Desde el título la cinta plantea una derrota de México como país. Los personajes tienen que ver hacia el norte para encontrar una solución a su proyecto de vida. No se les puede acusar de desapego a la patria, pues ellos buscaron oportunidades aquí. Sin otra opción, deben emigrar. Para ellos el país no dio para más. “En la historia ellos quedan embarazados. Y ya al final ella dice: ‘Nuestro hijo va a ser gringo’. Es la derrota total presentada en un exilio involuntario de dos muchachos preparados a los que Monterrey no pudo darles la oportunidad de quedarse aquí”, dice el master en dramaturgia por la Universidad de Tulane. Pero no sólo son empujados al extranjero. En la búsqueda de una nueva oportunidad Omar tiene que salir a la carretera donde vive el terror de múltiples maneras como todos los mexicanos que tienen que trasladarse entre ciudades. Aunque surjan cintas sombrías y con temáticas de personas moralmente abatidas como esta, Solís Olivares afirma que es necesario seguir exponiendo la realidad como una forma de explicarla y para no olvidar lo que ocurrió en esta época aciaga para México. “Gringo”, producida por Damián Cano Ruiz, fue rodada en el 2014 durante cinco semanas en locaciones de Monterrey, García, Hidalgo, Matamoros y Brownsville. Contó con un presupuesto de 13 millones de pesos, con financiamiento del estimulo fiscal EFICINE. Los protagonistas son Ana Ochoa Valdez y Fernando Álvarez Rebeil. La fotografía es de Carlos Crayma y la edición de Oscar Montemayor. El diseño de producción es de Enrique Echeverría. Música original de Samuel Larson y diseño sonoro de Omar Juárez Espino. Los productores ejecutivos son Roberto Fiesco y Brenda Hinojosa. El productor en línea es Hugo Espinosa y la postproducción está a cargo de Marín Villarreal Carvajal. “Gringo” inaugura la Semana de cine mexicano en tu ciudad el jueves 19 a las 20:30 horas en la Cineteca de Nuevo León. En los próximos meses será exhibida en festivales de cine de Hermosillo y Roma, entre otros que serán confirmados. Solís espera presentar la película en corrida comercial en el 2016.

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