Celebrarán el centenario del natalicio de Gunther Gerzso

martes, 21 de abril de 2015 · 18:35
MÉXICO, D.F. (apro).- Nacido el 17 de junio de 1915, el artista plástico Gunther Gerzso tuvo contacto con el arte desde pequeño, pues debido a problemas económicos, su madre Dore Wendland lo envió a vivir a Lugano, Suiza, con su tío Hans Wendland, quien tenía obras de Pierre Bonnard, Rembrand, Paul Cézanne y Eugéne Delacroix, entre otros artistas europeos. Entrevistado en julio de 1978 por Josefina Millán para el semanario Proceso, el artista de ascendencia húngaro-alemana, miembro del movimiento conocido como La Ruptura, respondió a la pregunta de qué vacío llena el hombre a través del arte: “No sé qué vacío llena, pero seguramente uno muy importante, cuando consigue llenarlo, claro. Yo desconozco cuál es el fin que persigue el arte, sólo sé que es un bálsamo que hace mucho, mucho bien. Estoy seguro que desde la edad de las cavernas ha sido una necesidad imperiosa en el hombre por expresar sus anhelos más profundos. Por eso el artista muchas veces no se da cuenta de lo que hace, porque está proyectando su parte subconsciente y el talento depende de qué tanto logre ir al fondo de sí mismo. Yo siempre me refiero a este fenómeno como el que encuentra petróleo, porque sucede igual, hay que escarbar y escarbar para llegar a lo más profundo y si hay petróleo sin duda que brotará a chorros. Sin embargo, nadie puede asegurar nada porque en el arte todo es misterio. El mismo Freud así lo aceptó cuando se dio cuenta de que nada ni nadie lo podía explicar; y qué bueno, mejor que no lo averigüen.” Caracterizado por su obra con figuras geométricas, Gerzso fue considerado como un pintor surrealista. Dice el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes en un comunicado: “Gunther Gerzso formó parte del movimiento conocido como La Ruptura. Conocido como el fundador de la escuela abstracta en México, después de una larga estancia en Europa hacia 1941, regresó al país con la intención de dedicarse de lleno a la pintura. Posteriormente viajó a Estados Unidos, y volvió en 1944 a la Ciudad de México junto con su esposa e integrándose al grupo de destacados artistas surrealistas que vivían en México en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, como Benjamin Péret, Leonora Carrington, Remedios Varo, Alice Rahon y Wolfang Paalen.” El pintor declaró sin embargo que las clasificaciones lo tenían sin cuidado pues él pintaba sin prever el resultado de su trabajo. Para él el arte era una actitud ante la vida: “Es la capacidad de expresar lo verdaderamente genuino que hay en el ser humano, y eso sólo puede hacerse mediante la entrega y la humildad; cuando hay menos vigilancia de las partes conscientes, como el arquero del Zen que cuando ya no le preocupa dar en el blanco es cuando da en el blanco. Se cuenta de Lawrence Olivier que después de una actuación genial del Otelo se enojó muchísimo porque no comprendía cómo lo había podido hacer.” Cabe recordar aquí que Gerzso, quien falleció el 21 de abril del año 2000, tuvo una relación estrecha con el teatro y el cine. Hizo diseños escenográficos para ambas expresiones artísticas desde los años treinta hasta 1964, en más de 150 películas mexicanas y algunas extranjeras e incluso escribió obras de teatro. Su primera escenografía en cine fue para la película Santa, de Norman Foster, y se considera como una de las más importantes la realizada para la cinta Bajo el Volcán, de John Houston. Fue reconocido en dos ocasiones, en 1994 y 2000, con el premio Ariel de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas. Y en 1994 la Cineteca Nacional le otorgó la Medalla Salvador Toscano al Mérito Cinematográfico. El Conaculta y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), están organizando ya un programa para celebrar el centenario de su nacimiento. Entre las actividades se presentará una exposición en la Cineteca Nacional con una muestra de sus trabajos en teatro y cine. Asimismo, el Museo de Arte Carrillo Gil exhibe ya en sus salas permanentes Razón de ser. Obras emblemáticas de la Colección Carrillo Gil, en la cual se revisa el impacto y valor de las cien obras más representativas de este recinto, realizadas por Gerzso, entre ellas La Guerra de Troya y La torre. El homenaje comprenderá la edición y presentación de un libro, coeditado por Turner y la Dirección General de Publicaciones del Conaculta, dedicado a su trabajo en teatro y cine, y realizado desde la investigación y curaduría por Itala Schmelz y Mariana Sainz Pacheco. Incluye textos de Rita Eder, Elisa Lozano y Salomon Grimberg. Y para el 17 de junio habrá una mesa de análisis de la obra del pintor, en el Palacio de Bellas Artes, en la cual se abordarán las diversas facetas del artista: pintor, grabador, guionista y escenógrafo de teatro y cine.

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