Vicente Quirarte, nuevo miembro de El Colegio Nacional

martes, 1 de marzo de 2016 · 22:02
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Con una lección inaugural en la que hablará de la inmortalidad de las palabras y de cómo las obras de varios poetas –entre ellos Carlos Pellicer, Rubén Bonifaz Nuño o Jaime Sabines– fueron escritas en su temprana juventud, el escritor Vicente Quirarte Castañeda (Ciudad de México, 1954) ingresará este jueves a El Colegio Nacional. Emocionado por lo que considera es como ingresar “al corazón de México”, el poeta y doctor en Literatura Mexicana por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explica a Apro que su conferencia lleva por título El laurel invisible. Es, dice, un verso de La oda a Díaz Mirón, de Carlos Pellicer, “un poema que él escribe a sus 20 años”. Y lo cita: “A tu vejez solar llego ceñido/del laurel invisible de ser joven…” Exdirector del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM, integrante del Sistema Nacional de Investigadores, ganador de premios como el Xavier Villaurrutia y de Poesía Ramón López Velarde, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y autor de una vasta obra en los géneros de poesía, narrativa, teatro y ensayo, Quirarte detalla que cuando Pellicer escribe esa oda, Salvador Díaz Mirón ya había muerto, y el tabasqueño rinde un homenaje “al poeta que todo lo ha dicho ya”. Su discurso bordará entonces sobre el tema de la niñez y la juventud, y cómo los artistas, los escritores en este caso, llevan a cabo sus obras maestras desde muy jóvenes: “Por ejemplo, a los 33 años Rubén Bonifaz publica Los demonios y los días, a los 32 Salvador Elizondo escribe Farabeuf, a los 25 Jaime Sabines publica Horal, así que de pronto para nosotros son clásicas –lo son por supuesto–, pero son obras escritas en plena juventud.” –¿Por qué elige un verso de Pellicer y no del propio Díaz Mirón, de Bonifaz o de otro poeta? –Porque yo siempre recuerdo ese verso: ‘El laurel invisible de ser joven, me dice mucho. La juventud es un laurel invisible porque cuando la tenemos no nos damos cuenta, no la vemos, y el laurel es una hierba que reverdece todo el año, por lo tanto se ponía en la frente de los atletas y de los poetas porque precisamente era un símbolo de inmortalidad, y si algo nos dan los poetas es la inmortalidad de la palabra, la inmortalidad del pensamiento. Ahí están Díaz Mirón, Pellicer y Los Contemporáneos para darnos cuenta de que las palabras nunca mueren. A pregunta de Apro, Quirarte cuenta que él mismo publicó su primer libro de poesía, Teatro sobre viento armado, con la Universidad Veracruzana, a los 25 años. Y ahora ingresa a El Colegio Nacional, fundado entre otros por Alfonso Reyes, Diego Rivera, José Vasconcelos, José Clemente Orozco, Enrique González Martínez, Antonio Caso, Ignacio Chávez y Mariano Azuela, para reconocer a “lo más destacado del pensamiento en la ciencia, las humanidades, las artes y la cultura en México”, según información del propio Colegio. Dice al respecto el ensayista y narrador: “Sí, pero le voy a decir una cosa: Ingresar a El Colegio Nacional significa comenzar a hacer las cosas, comenzar a merecerlas. Recuerdo mucho la película Salvando al soldado Ryan, cuando al final le salvan la vida al soldado Ryan y el capitán le dice: ‘Merézcalo’. O sea, pienso que con el trabajo hay que empezar a ser merecedor de ese altísimo honor.” Instituido el 8 de abril de 1943, El Colegio Nacional tiene como fin impartir enseñanza en diversas especialidades científicas, filosóficas, humanistas, artísticas y literarias, sin la limitación o requisitos que los planes, programas y métodos tradicionales imponen; de hecho su lema es “Libertad por el saber”. “Yo creo que es uno de los grandes alicientes que uno imparte ahí lecciones para un público que no ha tenido oportunidad de tener una educación formal, de tal manera que a esas lecciones van personas de todos los niveles docentes, de todos los niveles sociales, no se cobra por asistir. En fin que eso me parece un fin nobilísimo de El Colegio Nacional que nos da a nosotros –que tanto hemos recibido– la oportunidad de devolver un poquito de lo que nos ha dado la Universidad y la nación.” Quirarte será el miembro 97 de la institución. La ceremonia de ingreso se llevará a cabo este jueves 3 de marzo a las 19:00. El científico Manuel Peimbert Sierra leerá el discurso de bienvenida, luego Quirarte dará su lección y le responderá el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma. Originario del céntrico barrio de La Lagunilla, en donde se crió y adquirió “un amor por el Centro”, pues es “como estar en el obligo del mundo”, el escritor anuncia que sus actividades formales como miembro del Colegio iniciarán en abril próximo con una lectura en atril de su obra teatral Melville en Mazatlán, posteriormente dará tres conferencias sobre la obra de José Emilio Pacheco y un seminario sobre Rubén Bonifaz Nuño, quienes también fueron miembros de El Colegio Nacional.

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