Cultura

In memoriam Maru Enríquez (1957-2022)

La madrugada de este miércoles falleció la cantautora, percusionista y productora radiofónica Maru Enríquez, quien comenzó su carrera con el conjunto social La Nopalera en los años 70.
miércoles, 2 de febrero de 2022 · 17:30

CIUDAD DE MÉXICO (apro).– La madrugada de este Día de la Candelaria fue dada a conocer en redes sociales la noticia del fallecimiento de la cantautora, percusionista y productora radiofónica Maru Enríquez, quien comenzara su lucha en el arte con el conjunto de canto social La Nopalera desde los 70.

Lucina Jiménez, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura manifestó vía Twitter:

“Maru Enríquez deja tras su partida un cúmulo de experiencias musicales que hicieron época, infinidad de producciones escénicas y de comunicación. Solidaridad con su familia, seres queridos y colegas de la música mexicana. Mujer comprometida y solidaria. La vamos a extrañar.”

En los últimos nueve años, Maru sufrió complicaciones de salud que la obligaron a utilizar silla de ruedas. 

Prima de Cecilia Toussaint, Maru estudió en el Centro Universitario de Teatro (CUT). Amén de su trayectoria musical, fungió como locutora y productora escénica, conduciendo programas televisivos y participado en películas y videos. En 2007 formó parte de la banda de blues Salida de Emergencia y de 1996 al 2000, produjo, musicalizó y condujo para Conaculta las cápsulas: “México, Cultura de Culturas”.

La Nopalera fue inicialmente un trío formado por Marcial Alejandro (1955-2009), Roberto Cárdenas y Arturo Cipriano, para posteriormente ampliarse con Alberto Trejo y Francisca Elena Laboriel, terminando por unírseles Javier Izquierdo y la propia cantante Maru Enríquez (Proceso, 22 y 462). Durante su efímera trayectoria, grabaron cuatro discos de LP entre 1976 y 1981 (Proceso, 189). Por entonces, La Nopalera compartió escenarios con grupos y solistas como Los Nakos, Judith Reyes, On'ta, Salvador “El Negro” Ojeda, las Hermanas Bermejo, La Peña Móvil, Gabino Palomares, Óscar Chávez, Amparo Ochoa, Roberto González y Emilia Almazán, de Un Viejo Amor, entre otros. 

Eventualmente, ya como compañera de Marcial Alejandro, éste compuso “El fandango aquí”, pieza interpretada por Eugenia León que ganó el OTI en septiembre de 1985 (Proceso, 462). En 1979, el mismo Alejandro Romo (Marcial Alejandro) y su esposa Maru procrearon a su hijo Marcial.

Fernando Morán, del grupo La Tribu, dijo:

“La nueva canción mexicana está de luto… con tristeza recibimos la noticia. Buen viaje Maru Enríquez, vives con nosotros siempre.”

Y Jorge Velazco, bajista de Real de Catorce:

“Luz en su camino, abrazos que reconforten el corazón de familiares y amigos.”

Reencuentro y adiós

Para el verano del 2015, Maru y los amigos colegas de La Nopalera se reencontraron en un recital en el Estudio “A” del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), celebrando con un álbum antológico.

Pero el 13 de septiembre se le dedicó a ella el “Concierto para Maru Enríquez: Cantar es lo que cuenta” en el Teatro de la Ciudad, como anunció Maru a la reportera Talía Pantoja (Proceso, 2025):

“Padezco las secuelas de dos infartos cerebrales que padecí a principios de 2012. Afectaron mi visión y la movilidad en mis piernas. La forma en que ha enfrentado este agudo problema de salud ha sido con la paciencia y la calidez de su familia. Tuve la fortuna de recibir la generosísima invitación por conducto de mi amigo de toda la vida, Silvio Rodríguez, para ser atendida médicamente en Cuba. Las secuelas de los infartos cerebrales aún no están catalogadas a nivel mundial. En Cuba recibí la mejor atención médica, país ejemplo para el mundo en cuanto a medicina social se refiere.”

–¿Qué opina de que en México no existe seguridad social para los artistas?

–Es una tristeza y una vergüenza que en México pase esto, y en general sea un lujo enfermarse para cualquier persona, es una batalla pendiente para todos nosotros como sociedad. En el discurso se usa mucho la obra del artista como imagen internacional, afirmando que somos un pueblo lleno de cultura, pero en la realidad este sector está sumamente olvidado.

Cuando La Nopalera dio su concierto en el IMER, su compañero en ese grupo, Arturo Cipriano, presentó a cada uno de los miembros fundadores de tal proyecto, y cuando mencionó a Maru Enríquez se desató una ovación unánime entre los asistentes, demostrando esa noche Maru que poseía “el mismo vigor y calidad interpretativa de cuando formaba parte esencial del grupo”. Maru recordaría en aquella entrevista de 2015, donde Talía Pantoja también entrevistó a Betsy Pecanins, quien murió de cáncer al año siguiente (“Maru Enríquez y Betsy Pecanins, vuelo de voces”):

“Mi grupo base fue La Nopalera, con Arturo Cipriano, Javier Izquierdo, Eniac Martínez, Gerardo Bátiz, René Lemus, entre otros, con quienes viajé por toda la República Mexicana, Centro y Sudamérica, Cuba, además del sur de los Estados Unidos, alternando con muchos y muy diversos artistas de la nueva canción contemporánea latinoamericana, como Amparo Ochoa, Noel Nicola, Tania Libertad, Grupo Sanampay, el Grupo Víctor Jara, Los Nakos y compositores que surgían por esos tiempos.

“Cuando me hice solista, seguí siendo consecuente con el espíritu esencial de mis orígenes; la canción contemporánea mexicana afortunadamente se abrió y hoy permite integrar los más diversos géneros musicales: blues, rock, bolero, etcétera.”

Maru laboró para casi todas las instituciones culturales en los diversos tiempos a lo largo de 40 años; de manera independiente grabó “Ardentia” y “El Querer”; un casete para niños “Un, dos, tres por Maru y Coco”, con el pianista Coco Bueno (Ediciones Pentagrama CP 283, ver Proceso, 1021); tres CD: “Ah qué la canción” (1999), “Y mi voz que madura” (2002) y “Gran Quinqué” (2003).

Asimismo, condujo los programas de radio en Código CDMX “La charla sin fin” y “Ah, que la canción” e integró un dueto con el guitarrista Juan Carlos Charly Badillo.

“Todavía me falta mucho por recuperar y seguir trabajando, así que seguiré en lo mío, la radio y la canción”, añadió entonces Maru.

A su vez, el flautista y “Midas del sax” potosino Arturo Cipriano destacó:

“La Nopalera, era una respuesta musical a lo que se vivía en esos años de movimientos sociales. Por ejemplo, llegó Ángel Parra a dar un concierto en Coyoacán y nos mostró lo que se cantaba en el Cono Sur con Violeta Parra, Víctor Jara y Atahualpa Yupanqui. Eso fue toda una transformación de letras y un desarrollo paralelo a nuestra militancia en el PMT (Partido Mexicano de los Trabajadores) con Heberto Castillo y Demetrio Vallejo, y tantos otros memorables luchadores sociales, de ahí vino toda una corriente de canción política en la que La Nopalera tuvo sus aportaciones. Era para nosotros una expresión auténtica con el reflejo del cambio social que veíamos venir.”

Parra grabó con La Nopalera su disco en vivo “En el Auditorio Nacional de México”, de 1975. Hacia el mediodía de hoy, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y El Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris” sacaron escuetos mensajes por Twitter lamentando la pérdida.

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