Mercedes Olivera Bustamante

Pesar por la muerte de la antropóloga y activista Mercedes Olivera Bustamante

Egresada de la Escuela Nacional de Antropología e Historia y doctora en Antropología por la Universidad Nacional Autónoma de México, falleció luego de algunos años de dura batalla contra el cáncer.
miércoles, 10 de agosto de 2022 · 14:51

CIUDAD DE MÉXICO (apro). –Antropóloga, feminista y fundadora de instituciones como el Centro de Investigación y Acción de la Mujer Latinoamericana y del Derechos de la Mujer de Chiapas, Mercedes Olivera Bustamante falleció la mañana del domingo a los 87 años, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.

Egresada de la Escuela Nacional de Antropología e Historia y doctora en Antropología por la Universidad Nacional Autónoma de México, Olivera falleció luego de algunos años de dura batalla contra el cáncer. Nacida en la Ciudad de México en 1934, inició su trayectoria profesional en comunidades nahuas del estado de Puebla.

En el perfil biográfico que le hizo la investigadora Mariana Mora, “Aportaciones a una genealogía feminista. La trayectoria política-intelectual de Mercedes Olivera Bustamante”, para la revista Desacatos No. 31, de septiembre-diciembre de 2009, se relata cómo decide actuar críticamente frente a lo que otros antropólogos justificaban como fenómenos culturales o usos y costumbres; ella simplemente no lo podía tolerar:

“Yo veía, por ejemplo, un ritual que le decían la ceremonia del petate. Veía la manera en que las mujeres se tenían que hincar ante las autoridades del pueblo y pedir perdón. Se arrastraban llorando hasta que los demás las perdonaran. Yo recuerdo haber pensado: ‘¿De qué tengo yo que perdonar a esta mujer?’ Lo que había hecho era simplemente tener hijos antes de casarse, como era costumbre en la comunidad. El sentido de la ceremonia era reafirmar la humillación que, de acuerdo con su rol, debían tener las mujeres ante las autoridades de su familia y de la comunidad”.

Mora cuenta asimismo, que a principios de los años setenta del siglo pasado, Olivera se fue a vivir a Chiapas. Entonces era subsecretario de Cultura el reconocido médico y antropólogo Gonzalo Aguirre Beltrán, quien la nombró encargada de la Escuela de Desarrollo de San Cristóbal de las Casas. Coincidió con el nombramiento como director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de Guillermo Bonfil Batalla, de quien fue amiga muy cercana; y de Salomón Nahmad, al frente del ya desaparecido Instituto Nacional Indigenista.

Pero al querer poner en práctica su formación marxista, su proyecto de educación bilingüe para la recuperación de la etnicidad y no el enfoque integracionista de la época, fue despedida por Aguirre Beltrán, quien a decir de Mora la acusó de “generar un movimiento indio como el movimiento negro (los Black Panthers (Panteras Negras)) en Estados Unidos”.

Olivera perteneció a la generación de jóvenes antropólogos de la cual también formaron parte Bonfil Batalla, Rodolfo Stavenhagen, Leonel Durán, Juan José Rendón. Estaban también Margarita Nolasco, Arturo Warman, Enrique Valencia. Así lo recordó el etnólogo chiapaneco Andrés Fábregas Puig, académico del Centro de Investigación y de Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS de Occidente), en el obituario que le dedicó este día en el medio “Chiapas en Paralelo”, en donde recuerda:

“Conocí a Mercedes Olivera en mis años de estudiante en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) en la Ciudad de México. La conocí en los pasillos de la Escuela de Antropología, muy joven, jovial, risueña. Era muy amiga de Guillermo Bonfil quien descollaba como el líder de un grupo de jóvenes antropólogas y antropólogos que se distinguían por su orientación crítica, sobre todo, al analizar las políticas públicas que bajo el rublo de ‘indigenismo’ aplicaba el Estado Nacional Mexicano buscando asimilar a las culturas originarias”.

Agrega:

“La recuerdo siempre crítica, tenaz en su visión de que era posible un mundo mejor si no se cejaba en la lucha. Lo expresaba emocionada y no era raro que se le escurrieran las lágrimas cuando exponía la situación de los trabajadores, del campesinado mexicano, de los pobres en general. Por eso, no causó sorpresa su apoyo al movimiento estudiantil de 1968, al lado de sus entrañables compañeras y compañeros”.

Formó parte del Sistema Nacional de Investigadores, fundó el Colectivo Feminista Mercedes Olivera y Bustamante, A.C., donde trabajó por los derechos humanos y laborales de las mujeres indígenas.

Fue galardonada con el Premio Memorial de Disertaciones Martin Diskin en el Congreso Internacional de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA, por sus siglas en inglés) y el Premio CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales) 2018.

Diversos colegas e instituciones expresaron su pesar por el fallecimiento de la antropóloga y defensora de los derechos humanos y culturales de las mujeres, entre ellas el INAH, el Colegio de Etnólogos, la Asociación Latinoamericana de Antropología y CLACSO, entre otras.

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