México, D. F., 2 de julio (apro).- Jugando su peor partido del Mundial, Holanda eliminó a una ensoberbecido y apático Brasil.

El equipo brasileño, gran favorito del Mundial, ganaba con anotación de Robinho. Sin embargo, con un autogol y una jugada a balón parado Holanda le dio la vuelta al marcador.

La selección dirigida por el temperamental Dunga, sólo ofreció 15 minutos de juego y después se exhibió como un equipo sobrado, desconectado y con severas lagunas en su sistema táctico.

Por si fuera poco, ya abajo en el marcador, Brasil terminó con 10 elementos por la expulsión de Felipe Melo, quien agredió a Robben.

Fue un juego de contrastes, en el que Brasil dominó la primera parte y tomó la delantera con gol de Robinho, pero navegó en el complemento y terminó siendo víctima de sus propios errores y displicencia.

Todo empezó cuando su portero Julio César, quien es considerado el mejor del mundo en su posición, cometió una pifia en una mala salida, combinada por el error de su compañero Melo, quien terminó por anotar en su propia meta al minuto 54.

La cuenta fue completada por el gran protagonista de la jornada, Wesley Sneijder, quien a los 68 minutos remató de cabeza un tiro de esquina de Arjen Robbey al primer palo que Dirk Kuyt prolongó de testa al corazón del área.

Todavía cuando Brasil desesperado intentaba empatar el partido, Holanda pudo ampliar la ventaja pero en el colmo del antiprofesionalismo, Klaas Jan Huntelaar se puso a cascarear en el área brasileña y lerobaron el balón cuando todo estaba dado para el 3-1.

Con esa enorme frustración regresa a casa el equipo de Brasil, organizador de la próxima edición de la Copa del Mundo. Como en Alemania 2006, los cariocas se quedan en cuartos de final.

Holanda, que llegó al estadio de Puerto Elizabeth, sin grandes chances de avanzar, enfrentará en semifinales al vencedor del cruce entre Uruguay y Ghana.