MÉXICO, D.F. (apro).- En el partido más deslucido de la liguilla, Tigres logró su pase a la final al ganar con un increible autogol a un aguerrido pero inofensivo Querétaro. Por lo tanto, Santos y Tigres jugarán la final del Torneo Apertura 2011, muy probablemente el juves y domingo próximos. Hoy, los norteños que con el empate tenían suficiente, jugaron a controlar el esférico y salvo algunos lapsos del juego en que avasallaron al rival, sólo generaron una jugada de gol por conducto de Lucas Lobos, además de un penal rigorista que erro Héctor Mancilla. Pero Querétaro que requería de ganar para consolidarse como la gran sorpresa del torneo, no fabricó una sola jugada de riesgo. Incluso, el técnico José Cardozo pareció resignado a la eliminación cuando sacó a su goleador Carlos Bueno cuando faltaban casi 30 minutos de juego. La única manera en que Tigres logró vulnerar en 180 minutos la valla queretana fue mediante un autogol. El defensa Manuel López Mondragón recibió solo un centro de Lucas Lobos y con todo el tiempo del mundo preparó su despeje de cabeza pero inexplicablemente al minuto 44 del primer tiempo, colocó su golpe en el ángulo inferior izquierdo de Liborio Sánchez quien después atajaría el penal de Mancilla. Ahí se escribió la historia de esta seminfinal. Un Tigres mezquino, sin brillo y un Querétaro que apostó a un eror del rival y que pareció llegar al estadio Universitario satisfecho de haber logrado colarse a las semifinales.