MÉXICO, D. F., 27 de abril (apro).- Con el genio del argentino Lionel Messi, quien marcó los dos únicos goles del duelo ante el Real Madrid, el Barcelona casi aseguró su boleto a la final de la Liga de Campeones.
La tarjeta roja que mereció el defensa portugués Pepe, a 30 minutos del final por una plancha a Dani Alves, fue decisiva en el desenlace del tenso y caliente juego, ya que tras la expulsión el conjunto merengue fue superado con mayor claridad.
Justo entonces emergió la figura del delantero argentino con un doblete a los 76 y 86 minutos en un repleto estadio Santiago Bernabeu.
El talento de Messi se hizo presente en el segundo de sus goles.
Con una acción de fantasía, y después de dejar plantados a cinco rivales el argentino cruzó el remate a ras de césped entre las piernas del portero Iker Casillas.
Fue además el tercero de los cuatro clásicos más recientes entre el Real Madrid y Barcelona, condimentado esta vez por el duelo verbal que la sala de prensa emprendieron los entrenadores de los respectivos planteles, Pep Guardiola y José Mourinho.
Ya desde el primer tiempo los equipos brindaron un duelo ríspido y caliente, con discusiones por doquier. Y para remate suscitaron un conato de bronca cuando ambos equipos se dirigían al vestidor al finalizar la primera parte, por un jaloneo que iniciaron el madrilista Arbeloa y el azulgrana Keita.
Tras el encontronazo el portero Pinto, del Barcelona, se llevó la peor parte al ser expulsado.
El Real Madrid no podrá contar con Sergio Ramos en el juego de vuelta, por acumulación de tarjetas.
El entrenador portugués del Real Madrid, José Mourinho, también salió expulsado por protestar.
Real Madrid y Barcelona definirán el pase a la final de la Liga de Campeones el próximo martes en la Nou Camp.