MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Una bronca masiva entre barristas de Chivas y policías dejó un saldo de ocho uniformados heridos –dos de ellos graves–, 22 civiles lesionados y 18 detenidos durante el clásico tapatío la noche de este sábado en Guadalajara. La riña en el Estadio Jalisco, donde se realizó el encuentro entre Atlas y Chivas (1-1), comenzó al minuto 85 cuando en la cabecera sur los policías intentaron decomisar luces de bengala que los porristas del rebaño arrojaban a la cancha y a los aficionados ubicados en la parte baja del inmueble. Algunos asistentes abandonaron el lugar debido a la lluvia de fuegos artificiales y al peligro que ello implicaba. Los policías intervinieron e intentaron detener a quienes encendieron las bengalas. Un grupo de 15 uniformados fue atacado por una turba de barristas que se ensañó con dos elementos municipales quienes fueron reportados graves. En la zona alta sur se desataron los golpes, la confusión y el pánico; los fanáticos y los policías corrían de un lado a otro en un violento enfrentamiento. Los barristas incluso despojaron a los agentes de sus cascos y macanas y los arrojaron a la parte baja de la tribuna aun cuando algunos aficionados todavía observaban el partido. De acuerdo con el diario Récord, la riña duró poco más de 15 minutos. Los agentes municipales se vieron superados ante la turba de barristas. Los policías heridos fueron trasladados al Centro Médico de Occidente donde fueron reportados fuera de peligro, en tanto que en el estacionamiento del estadio fueron concentrados los 18 detenidos, la mayoría procedentes del Distrito Federal así como de la llamada Barra Insurgencia. Uno de los barristas quedó inconsciente y fue atendido al final del partido por paramédicos de Protección Civil. De las personas detenidas, 16 son de Chivas y dos de Atlas. De los arrestados de Guadalajara, 11 fueron por ataques a los policías. Debido a estos hechos de violencia, el Estadio Jalisco fue clausurado por las autoridades locales esta madrugada.