MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- En el juego de ida de las semifinales los Tuzos, que casi de milagro se colaron a la liguilla, fueron muy superiores a los laguneros cuya defensa –otra vez– hizo agua y permitieron dos dolorosos tantos, además de que no marcó como visitante, primer criterio en caso de empate. En dos jugadas a balón parado, el Pachuca dio cuenta del Santos. El primer gol fue obra de Diego de Buen en el cobro de un tiro libre, un minuto antes del final del primer tiempo. De Buen disparó raso y potente para dejar sin oportunidad al portero Oswaldo Sánchez, quien no alcanzó a llegar al balón a pesar de que el tiro fue hacia el poste que él cubría. Al 63’, en jugada de tiro de esquina, Enner Valencia remató de cabeza pero la pelota se estrelló en uno de sus compañeros; el rebote le cayó a Hugo Rodríguez que estaba sin marca a centímetros de la línea de meta y empujó suave para el 2-0. Las carencias defensivas del Santos quedaron de manifiesto porque tres jugadores del Pachuca estaban solos en el área chica cuando se ejecutó el cobro del tiro de esquina. Para que Santos pueda calificar a la final, tendrá que remontar en casa una diferencia de dos goles, tal como lo hizo en los cuartos de final ante el América, aunque ahora con la desventaja de que no anotó como visitante. Si el Pachuca marca un solo gol en el estadio Corona, Santos estará obligado a ganar por diferencia de tres goles. Pero si Santos gana 2-0 (global 2-2), el criterio que aplica es el de mejor posición en la tabla –porque ninguno marcó como visitante– y los de Torreón avanzarían a la final.