Irak: la jugada abierta

sábado, 12 de octubre de 2002 · 01:00
Un año después de que inició la campaña antiterrorista encabezada y bautizada por Estados Unidos como "Libertad Duradera", los acontecimientos están tomando un giro muy distinto al de aquellos primeros días de estupor y conmoción provocados por los atentados de septiembre de 2001, que hicieron cerrar filas a casi todos los países del mundo en torno de Washington y a los estadunidenses en torno de su presidente George W Bush Y es que dicha campaña, más que a combatir el terrorismo, parece servir a los intereses de un solo país y, sobre todo, de un grupo muy específico dentro de él Ante estas evidencias, la solidaridad suele acabarse y cada quien vuelve a defender lo suyo Contrariamente a lo que esperaban los estrategas de Bush hijo, el factor Irak, en lugar de aglutinar ha desencadenado la división, y las pugnas reales han vuelto al primer plano de la agenda nacional e internacional Aunque el bombardeo de represalia contra Afganistán era tan arbitrario y unilateral como el que podría llevarse a cabo contra Irak, casi nadie se atrevió a levantar la voz, en parte por el momento que se vivía, en parte, porque muy pocos estaban dispuestos a defender públicamente al impresentable régimen talibán Pero también, porque la mayoría de los países vecinos ya estaba harta de la constante inestabilidad derivada de la larga guerra civil y porque muchos otros no le dieron mayor importancia estratégica a un país devastado, miserable, semiárido y que no produce petróleo Pero la jugada ya estaba trazada En términos militares objetivos, la escalada de Estados Unidos sobre Afganistán ha sido más bien un fracaso Bin Laden y su grupo, Al Qaeda, así como la cúpula Talibán, los principales blancos, sólo fueron parcialmente golpeados Como suele suceder en todas las guerras, los militantes de base fueron los que pagaron con sus vidas y son, también, los que mayoritariamente están en la cárcel De Bin Laden y el mulá Omar oficialmente no hay rastro, aunque sí ocasionales chispazos que dan idea de que están con vida Con o sin la presencia física de estos líderes, informaciones coincidentes de circuitos de inteligencia, gobiernos y medios diplomáticos, incluyendo un sólido reporte de Naciones Unidas, dan cuenta de que Al Qaeda se ha reagrupado, ahora de manera horizontal y dispersa, pero con los recursos financieros y la capacidad operativa suficientes para dar nuevos golpes También núcleos pequeños, pero importantes, del Talibán, protegidos en zonas tribales o en la frontera con Pakistán, estarían en condiciones de llevar a cabo acciones de desestabilización contra el nuevo y frágil gobierno afgano Y para obtener resultados militarmente tan pobres, el uso de la fuerza por parte de las tropas estadunidenses ha sido sin duda desproporcionado; tanto, que hay señalamientos que las involucran en acciones que con facilidad podrían alcanzar el rango de crímenes de guerra Además de los numerosos "errores" durante bombardeos que cobraron la vida de cientos --algunas fuentes hablan de miles-- de vidas inocentes, crecen las evidencias de atrocidades, matanzas colectivas, ejecución de prisioneros y otras irregularidades cometidas por las milicias locales aliadas La pregunta es si los estadunidenses sabían o, inclusive dieron órdenes o participaron en estas acciones No se descarta la apertura de juicios En el campo político tampoco se puede cantar victoria El Talibán, efectivamente, fue expulsado del poder y se celebraron unas elecciones que pretendieron ser democráticas, pero más bien acabaron en una difícil negociación cupular El gobierno de Hamid Karzai apenas si manda en Kabul, hay pugnas entre sus ministros que provienen de las diferentes facciones armadas, el vicepresidente ya fue asesinado y todo mundo sabe que en las provincias siguen mandando los jefes tribales, cuyas lealtades son más que volátiles y que, para la visión de Occidente, representan algunas de las expresiones más arcaicas del Islam La reconstrucción del país, sobra decirlo, es más discurso que realidad Naturalmente, la Casa Blanca y el Pentágono intentan minimizar sus yerros y magnificar sus logros en este primer escenario de una guerra contra el terrorismo, que se pretende global Pero si las cuentas que pueden rendir a sus propios conciudadanos y a los de otras naciones son poco satisfactorias en este terreno, para los intereses subyacentes de la administración Bush el balance, en realidad, no es nada malo; más bien, cumple cabalmente con la primera etapa de una estrategia más amplia para la región Porque aunque los terroristas mayores sigan libres y la situación en Afganistán apenas se sostenga con alfileres, los norteamericanos ya tienen en ese país una presencia militar y política que les permite adelantar importantes proyectos energéticos El suelo afgano no produce petróleo, pero es indispensable para el paso de oleoductos y gasoductos de naciones vecinas que sí lo hacen Y, curiosamente, antes, durante y después de la ofensiva militar se han venido negociando jugosos contratos para estos tendidos, en los que el capital estadunidense ha logrado preponderancia Hay que señalar, que el ataque antiterrorista contra el régimen Talibán también sirvió como argumento para tejer alianzas y/o estacionar tropas estadunidenses en las exrepúblicas soviéticas de la frontera norte, todas con grandes reservas de petróleo o gas y paso ineludible hacia los mercados de Occidente Con esta maniobra, Washington no sólo se ha asegurado reservas energéticas, sino también se ha adelantado en el control de su distribución a Europa, Rusia y potencialmente China Desde la perspectiva geoestratégica, un logro indudable Como siguiente paso, con la misma bandera antiterrorista, la administración Bush ha orientado ahora sus baterías hacia Irak Su empeño en llevar a cabo, a toda costa, esta ofensiva militar y sacar del poder a Saddam Hussein, no resulta muy difícil de explicar Sería una jugada redonda, a largo y a corto plazo: con la instauración de un régimen afín y dócil a sus intereses, Estados Unidos podría asegurarse por varios decenios el petróleo de uno de los mayores productores del mundo y, en la coyuntura actual, garantizarle jugosos negocios a varios miembros del gabinete presidencial, vinculados con las industrias bélicas y energéticas (Bush padre e hijo incluidos) Pero aquí es donde justamente empieza a gestarse la fractura de alianzas Vistos los resultados poco antiterroristas y muy geopolíticos de la incursión militar estadunidense en Afganistán y con la claridad de que la estrategia habrá de repetirse en Irak, otras potencias no están dispuestas a convalidar una maniobra que avanzará otro trecho en contra de sus propios intereses No, por lo menos, sin asegurarse antes de que también podrán obtener alguna ganancia rak, por lo demás, no es un país de segundo orden, como Afganistán, sino una potencia regional -aunque coyunturalmente asfixiada por el bloqueo económico- que durante mucho tiempo se han disputado los sucesivos polos de poder Actualmente tres miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Francia, Rusia y China, conservan fuertes intereses petroleros y armamentistas con Bagdad y no están dispuestos a perderlos en una acción diseñada y llevada a cabo unilateralmente por los estadunidenses De ahí su insistencia en que cualquier acción punitiva contra Hussein se lleve a cabo en el marco de la ONU, donde por su capacidad de veto mantienen un espacio de poder Aunque mucho se ha manejado el temor ante la reacción que podría tener el mundo árabe-musulmán ante una incursión armada -unilateral o coordinada- contra Irak, parece poco probable que las naciones de la región, como tales, emprendan algún tipo de acción bélica, simplemente porque no tienen fuerza para ello Pero lo que sí podría acrecentarse es el radicalismo islámico y crear infiernos locales que, por su cercanía geográfica, repercutirían con mayor virulencia en el continente euroasiático Así las cosas, paradójicamente, el planteamiento original de un choque entre civilizaciones o la simplona interpretación de una guerra entre el bien y el mal, están llevando a una más realista y prosaica guerra de intereses que puede modificar el perfil de los contendientes Si la lucha es por la supremacía, muy pronto la verdadera batalla --no necesariamente armada-- será entre Estados Unidos, Europa, Rusia y China El espacio árabe-musulmán sólo será el escenario y el terrorismo islámico un fenómeno colateral Habría que decir, que el retorno de las pugnas de interés ha vuelto también al interior de la Unión Americana Pasado el shock inicial y ante la aplanadora lanzada por el sector más duro del gabinete de Bush, la prensa, la sociedad y el partido demócrata han empezado a levantar la voz contra un grupo económico-militar, que tiene virtualmente secuestrado al país Ante las cercanas elecciones, el dilema de los demócratas es cómo asegurar el petróleo, combatir el terrorismo, garantizar la seguridad de la población y reactivar la economía, sin llegar a las desmesuras de los republicanos El voto ciudadano podría ser un indicador; pero después de la insólita campaña de desprestigio emprendida contra Clinton mediante el caso Lewinsky y el virtual robo de las elecciones presidenciales de hace dos años, está claro que hay un núcleo de poder en Estados Unidos decidido a ejercer la supremacía, dentro y fuera del país, al precio que sea Ese grupo, es el que está actualmente en el gobierno y tiene todos los recursos políticos, militares y económicos para actuar en consecuencia Renunciar al poder interno y a la supremacía en el exterior, no es algo que se le pueda pedir a quienes los detentan Saben que es su momento y están dispuestos a aprovecharlo al máximo Por lo tanto, a menos que algo extraordinario suceda, lo más probable es que algún tipo de ataque se lleve a cabo contra Irak La jugada está abierta, la evolución del juego es todavía imprevisible, pero en ningún caso será limpia

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