Chávez ante una Venezuela fracturada

sábado, 20 de abril de 2002 · 01:00
Caracas - Tras regresar al poder, el presidente Hugo Chávez se encontró con una nueva realidad: todas las instituciones venezolanas quedaron fracturadas o enfrentadas entre sí: las fuerzas armadas que apoyaron y luego recularon ante el golpe de Estado; el empresariado que lo financió y ejecutó; la iglesia católica que lo avaló; el sindicalismo que se sintió usado y luego desechado; los medios de comunicación que sembraron la caída del gobierno constitucional y luego se sumergieron en el más ignominioso mutismo el día de la recuperación institucional En medio de los destrozos, queda un signo de interrogación para la gobernabilidad Chávez, ahora dispuesto a dialogar, se ha quedado sin interlocutores: existe un gran espectro opositor, pero sin consenso alguno entre los diferentes sectores ni liderazgos visibles, aún más fracturado tras la aventura golpista Hoy es difícil saber cuál puede ser la credibilidad de la Iglesia, de la Fuerza Armada, de los medios de comunicación, del empresariado, del sindicalismo y del gobierno La división de la sociedad sigue siendo el gran desafío que le queda al presidente Chávez, el hombre que dejó el poder sin disparar un tiro, y que lo retomó al tercer día, también sin disparar un tiro "Mirando la olas, allá en La Orchila (la isla donde estuvo preso por algunas horas), conversando con el cardenal Velasco, pensé muchas cosas No, yo no voy a mandar incomunicado a una isla a un general", dice con voz pausada un hombre afectado por la traición de sus compañeros del alma y de armas "Hubo falta de liderazgo en la Fuerza Armada Los generales se estaban peleando entre ellos, a muchos se les abrieron las agallas", dice Chávez convencido de que debe rearmar todo el cuadro militar y hacer los "cambios absolutamente necesarios" Cuatro factores incidieron para que Chávez retornara al poder: los inmensos errores del gobierno de facto en apenas un día, la movilización popular que impulsó al levantamiento de militares constitucionalistas y chavistas, el rompimiento del cerco mediático por parte de la prensa internacional, y la presión internacional, sobre todo de los países latinoamericanos que ?apelando a la Carta Democrática de la OEA?se abstuvieron en reconocer al efímero gobierno de Pedro Carmona Esto último a pesar del aparente apoyo de Washington a la intentona golpista Chávez comenzó la distensión buscando una solución negociada al conflicto en la estatal Petróleos de Venezuela (Pvsa) ?origen del conflicto--, e instó al diálogo con el sindicalismo Asimismo llamó a establecer mesas de diálogo para discutir el proyecto nacional de desarrollo 2001-2007, la construcción de la democracia participativa, la puesta en marcha de una economía diversificada y humanista Más aún, invitó a debatir sobre el plan nacional 2002 en lo económico, social y político, así como avanzar sobre la Ley de Tierras Su reto: lograr consensos para bajar los niveles de conflicto Pero "para un beso de verdad se necesita una boca y otra boca nada más", señaló Chávez, dispuesto a "rectificar lo que haya que rectificar" Uno de los factores de gobernabilidad es la Asamblea Nacional, donde hasta antes del golpe el chavismo mantenía una leve mayoría, la que puede perder si el sector del exsecretario de Interior, Luis Miquilena ?quien se alió a los golpistas-- decide hacer tienda aparte Hasta la llegada de César Gaviria, secretario general de la OEA, los diputados opositores querían jugar a la "ilegalidad" del gobierno de Chávez y así activar los mecanismos del sistema interamericano y desconocer la legitimidad del Fiscal General para que se aplique el estatuto de Roma Pero Gaviria se mantuvo firme: dijo que la OEA solo reconoce a Chávez como presidente y los instó a mantenerse dentro de la legalidad

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