Cuba: Ajedrez político en torno a un convento

sábado, 15 de marzo de 2003 · 01:00
La Habana -- Cinco años después de la visita del Papa a Cuba, Fidel Castro repitió una complicada jugada de ajedrez al inaugurar el convento de las Brigidinas en La Habana, con lo cual logró reconocimiento internacional, una “cordial deferencia” del Papa Juan Pablo II y, al parecer, dejó en jaque a la Iglesia local Veterano ajedrecista político, el presidente cubano hizo sus enroques con religiosos y laicos mexicanos, estableció una relación cercana con la “dama” de la partida, la Abadesa General de la Orden de Santa Brígida, Tekla Famiglietti, además de obtener que el Vaticano y la cancillería italiana, secundaran la apertura de la Casa En enero de 1998, el Papa Juan Pablo II llegó a Cuba para una histórica visita negociada durante años La Iglesia Católica cubana había interpuesto un pliego de demandas como condición de la visita del Sumo Pontífice Pero al final prevalecieron los intereses del Vaticano Juan Pablo II rompió la cortina del último país comunista del hemisferio occidental con entera libertad, el gobierno cubano resurgió como tolerante y aperturista a los ojos del mundo, y nada debilitado como habían previsto algunos pronósticos La Iglesia local obtuvo sólo dos medidas de las solicitadas: la restitución del 25 de diciembre como feriado y la autorización para hacer procesiones católicas en las calles La conexión mexicana La historia comenzó en fecha tan distante como 1956 Fidel Castro organizaba en México una expedición armada para derrocar al dictador Fulgencio Batista (1952-58) Los trasiegos de armas y los entrenamientos militares de poco más de un centenar de hombres llamaron la atención de las autoridades mexicanas, que pensaron en una operación de contrabando Un desconocido oficial del ejército, Fernando Gutiérrez Barrios, dirigió la captura de Castro y sus compañeros “De aquel imprevisto encuentro con el oficial de seguridad surgió una amistad que duró hasta su reciente muerte”, dijo Castro Gutiérrez Barrios, quien llegó a ser secretario de Gobernación, fue a La Habana en septiembre del 2000 para ver a su amigo Castro y con él llegó a la isla un grupo de religiosos y laicos católicos mexicanos, que querían hacer algo contra el embargo de Estados Unidos a Cuba La Comitiva la integraban el Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, Arzobispo de Guadalajara, Luis Morales Reyes, presidente de la Conferencia Episcopal mexicana; Abelardo Alvarado, secretario, y Luis Barreda, secretario adjunto, además del acaudalado empresario José María Guardia Los católicos mexicanos buscaban, en su propósito de debilitar el aislamiento cubano, contar con el apoyo de varias instituciones religiosas, incluidas norteamericanas Por ese camino contactaron con la Abadesa Superior de la Orden de Santa Brígida, la madre Tekla Famiglietti, quien quería extender las casas de su orden, que en la actualidad tiene 46 representaciones en 15 países Así, durante la visita de Castro a México en diciembre del 2000 a propósito de la toma de posesión del presidente Vicente Fox, el Arzobispo Morales y el empresario Guardia le presentaron al presidente cubano el proyecto para una casa de las Brigidinas en La Habana Castro aceptó de inmediato y le escribió una carta al Papa dando su beneplácito para la fundación de la comunidad religiosa en la isla “para realizar su labor, como también lo desempeñan otras 52 congregaciones religiosas católicas” en el país La Abadesa fue cuatro veces a Cuba entre mayo del 2001 y noviembre del 2002 Castro, a través del historiador de la Ciudad de La Habana, Eusebio Leal, ofreció la donación de una antigua mansión en el casco histórico de la ciudad, que precisaba reparación La reconstrucción de la mansión, construida en 1742 como palacio de los condes de la Casa Montalvo, duró 10 meses y 10 días y costó cuatro millones, de ellos el 72% en moneda nacional y 28% en divisas El dinero provino de varias fuentes, entre ellas del empresario Guardia Para su inauguración viajaron a La Habana monseñor Sandoval invitado por Castro, un grupo de religiosos y laicos, entre ellos el empresario Guardia También participó el vicecanciller de Italia, Mario Baccini, quien se encontraba de visita oficial en La Habana, y fue uno de los impulsores del proyecto, según se supo después Interrogado por los periodistas sobre el papel de la Iglesia Católica mexicana en estos acontecimientos, el cardenal Sandoval señaló que “la iglesia mexicana no ha tenido ningún papel Han sido algunos mexicanos laicos y monseñor Luis Barrera que han estado en mucha comunicación con la madre Tekla, que han hecho viajes y facilitado las cosas, con la ayuda económica para habilitar el convento” Los periodistas volvieron a la carga y le preguntaron al cardenal si Castro estaría usando a la Iglesia mexicana para un acercamiento con ese país, después de los conocidos desencuentros del último año “Creo que no, no es el término exacto para usar, un acercamiento entre seres humanos, entre seres de buena voluntad, siempre se puede dar, la iglesia católica en 2000 años de caminar esta acostumbrada a tratar y acercarse a toda clase de sistemas políticos y económicos, pero no se trata de usar”, dijo Desde Roma viajó también a La Habana como enviado papal el cardenal Crescenzio Sepe, Prefecto de la Congregación Pontificia para la Evangelización de los Pueblos En el equipaje del cardenal Sepe llegaron dos mensajes papales, uno para el Arzobispo de La Habana, Jaime Ortega Alamino, y otro para Castro, en el cual el Sumo Pontífice le expresó su “cordial deferencia” Castro, quien se ha opuesto con vehemencia a una guerra contra Irak, aprovechó para exaltar “el esfuerzo denodado e incansable por la paz que esta haciendo el Papa Juan Pablo II, pese a dificultades físicas y de salud, en su especial esmero por evitar una guerra en el Medio Oriente” Las ausencias El día de la inauguración, el sábado 8 de marzo, el cardenal Ortega recibió en su catedral al enviado Papal y junto a él ofició una misa, en la cual se dio la bienvenida a las Brigidinas y los otros visitantes Sin embargo, ni Ortega ni otros Obispos cubanos fueron a la inauguración del convento Sólo estuvo el vicario general de la Arquidiócesis de La Habana, monseñor Carlos Manuel de Céspedes, una importante figura en el devenir eclesial en las últimas décadas El acto de inauguración fue transmitido en vivo por la televisión cubana (estatal), y la noticia ocupó amplios espacios en la prensa escrita, algo no visto en Cuba desde la visita de Juan Pablo II Según fuentes del Arzobispado, el cardenal tenía previsto un encuentro con los sacerdotes de la orden San Juan de Dios, que en esa fecha cumplió 400 años de radicación en la isla Pero por la noche, en el Palacio de la Revolución, Castro, en ausencia de los Obispos cubanos, fue condecorado por las Brigidinas y éste a su vez, entregó la medalla Felix Varela a la Abadesa Genera El prebístero Félix Varela, muerto en 1853 en el exilio norteamericano, es considerado el padre del pensamiento cubano y en la actualidad es un símbolo disputado en Cuba: el gobierno lo exalta como nacionalista e independentista, la oposición interna lo toma como bandera democrática contra el gobierno, la Iglesia lo quiere beatificar Precisamente en ocasión del 150 aniversario de la muerte de Varela, el cardenal Ortega emitió una carta pastoral donde llamó a los gobernantes de la isla a cambiar el actual "Estado justiciero", que exige sacrificios y ajusta cuentas, por uno “misericordioso”, dispuesto a la compasión, antes de sancionar y controlar En su pastoral “No hay Patria sin virtud”, Ortega dijo que “no sólo debe ser la mirada del Pastor y Obispo la que se fije con misericordia en la multitud, también la de los gobernantes” La pastoral fue circulada en momentos en que el gobierno desarrolla una fuerte ofensiva contra la droga, la prostitución, la pornografía y los negocios ilegales “No me refiero aquí a la necesaria acción contra la delincuencia homicida, el tráfico de drogas y todo cuanto corrompe y dañe al prójimo, sino a una consideración del poder que de espacio al amor”, señaló el cardenal El también Arzobispo de La Habana señaló que a pesar de ser gratuitas la educación y la salud en la isla, “los salarios no se ajustan en general al costo de la vida” y los que no reciben ayuda financiera de sus familiares en el exterior, “se ven forzados a realizar algún tipo de actividad laboral legal o ilegal simultánea a su trabajo, que les reporte algún beneficio económico” “¿No es posible reducir racionalmente los altos pagos de impuestos para que lo ilegal sea legal y desaparezcan muchas zozobras?, ¿Por qué no se puede dar un mayor margen de participación personal y familiar legal y aun favorecer de modo conveniente la laboriosidad y la creatividad de nuestro pueblo?, se preguntó el Cardenal, para afirmar de inmediato “este es el mejor modo de evitar la corrupción” Monseñor Ortega señaló que muchos problemas actuales de la sociedad cubana provienen de la desesperanza y “un temor difuso y generalizado al porvenir” “Faltan en Cuba propuestas que levanten el ánimo y acrezcan la esperanza, que susciten proyectos de vida personales y comunitarios donde brille un ideal noble y alto en los que puedan sentirse implicados”, agregó Añadió que “la falta de confianza de muchos en una posibilidad de mayor holgura económica sin sobresaltos y angustias los lleva a emigrar del país por cualquier vía” Para personas cercanas al devenir eclesial, la Pastoral del cardenal fue el documento más crítico emitido por la Iglesia desde 1993, cuando los obispos suscribieron su carta “El Amor todo lo puede” No obstante, la pastoral cardenalicia fue recibida con extrañeza, pues en los últimos años los documentos emitidos por la Iglesia han tenido una tibia temperatura política y una fuerte carga pastoral Todo parece indicar que los religiosos que llegaron a La Habana para la inauguración conocían la Pastoral de Ortega “Ni la comparto ni la combato”, dijo el cardenal Sandoval interrogado al respecto” Es un asunto propio de la Iglesia de Cuba que ellos pueden expresar y juzgar, yo no soy el juez Yo solamente digo que este (la inauguración del convento)es un signo de apertura Si en otros rubros falta la apertura, pues que se pidan, se reclamen, de la mejor manera posible, y que se dé”, añadió En el acto de inauguración, una emocionada Abadesa alabó “a mi querido hermano Fidel Castro”, a quien dio las gracias pues “sin la ayuda y generosidad (del Comandante) hoy no estaríamos aquí para inaugurar esta Casa nuestra” Dos días después, la Conferencia de Obispos emitió una “nota aclaratoria”, donde fustigó en su característico lenguaje críptico las muestras de afabilidad de la Abadesa, los religiosos mexicanos y el enviado papal con Castro Los obispos distanciaron esas cosas “insólitas” del Papa al pedir “no vincular al mismo los excesos en las palabras y en los gestos que hemos constatado en estos actos por parte de algunas personalidades de la Iglesia como resultado de la improvisación y del talante personal de cada uno” Añadieron que “la ubicación, ejecución constructiva y reparación de los locales del convento y de la hospedería así como los actos de inauguración y bendición y los otros eventos relacionados con esta instalación” corrieron a cargo de la Abadesa, sus colaboradores mexicanos y el gobierno cubano “La Iglesia Católica que está en Cuba no tuvo participación alguna en esos acontecimientos ni en su preparación ni coordinación”, dijo Y señaló que en los actos “no hubo ningún eclesiástico designado” para representarla Apuntó la “inusual y abundante información” al respecto en la prensa cubana y recordó que la Iglesia espera desde hace mucho tiempo la autorización del gobierno para otras 15 ordenes, sacerdotes y religiosas que quieren hacer su labor en el país En La Habana, algunos testigos de la complicada partida se preguntan si la Iglesia cubana quedó en un incómodo jaque como parece, o si siguió un curso de distanciamiento previsto para preservarse de cara al futuro

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