Cuba: En busca de la reducción de importaciones de alimentos

jueves, 14 de abril de 2011 · 01:00

LA HABANA, 14 de abril (apro).- El gobierno cubano puso en marcha varias reformas en el sector financiero y agrícola que buscan la expansión del sector no estatal, el fortalecimiento de los negocios particulares y el aumento de la producción en el campo para reducir las importaciones de alimentos.

Aún faltan unos días para la reunión del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), donde habrá de aprobarse un amplio paquete de reformas económicas, pero algunas de éstas ya han empezado A aplicarse con resultados diversos.

Abril inició con la noticia de que el gobierno que preside Raúl Castro aprobó la entrega de préstamos bancarios para los nuevos empresarios cubanos, quienes también podrán vender sus productos al Estado.

El Consejo de Ministros acordó, el pasado 30 de marzo, conceder préstamos a los trabajadores por cuenta propia (privados). Los préstamos, de acuerdo con la información proporcionada por dicho Consejo, deben servir para financiar el capital de trabajo y las inversiones mediante la compra de bienes, insumos y equipos.

Según confirmó el gobierno, la aprobación de la política bancaria y de créditos para las personas naturales respalda la actualización del modelo económico cubano, en vísperas del VI Congreso del Partido Comunista, que se realizará del 16 al 19 de abril.

La nueva política bancaria permitirá que los productores agropecuarios puedan solicitar créditos para adquirir medios de trabajo y otros productos para su actividad, con el fin de elevar la producción de alimentos en el país, según el comunicado oficial.

El Banco Central de Cuba (que fortalece su papel en la vida financiera de la isla) concederá préstamos al incipiente sector privado para que puedan financiar el capital de trabajo e inversiones.

Los bancos estatales ya han comenzado a dar pequeños créditos a los nuevos agricultores a tasas de interés que van de 3 a 7%.

Los empréstitos forman parte de un plan emprendido por Castro para modernizar la economía cubana, los cuales deberán ser aprobados durante el Congreso del PCC. Las reformas incluyen la expansión del sector no estatal en la agricultura y el sector minorista.

Los economistas cubanos, entre ellos Pavel Vidal Alejandro,  aseguran que si los nuevos empresarios no cuentan con un capital inicial, poco pueden hacer por la economía, pese a que algunos han recibido ya financiamiento de sus familiares en el extranjero.

“Las reformas económicas anunciadas van dirigidas a dar respuesta a dos objetivos fundamentales. El primero tiene que ver con los problemas estructurales de la economía; lo segundo es que van dirigidas también a resolver los problemas de la coyuntura macroeconómica, que no son favorables desde el año 2008.

“En 2007, cuando Raúl Castro pronuncia sus primeros discursos estando ya al frente del país, él solo se enfoca en los aspectos estructurales de la economía: bajos salarios, baja eficiencia, baja productividad, doble moneda”, señaló Vidal, quien en 2010 realizó estancias de investigación en la Universidad de Harvard y en la Universidad Complutense de Madrid,  en una entrevista con la prensa extranjera.

Y agregó:

“Todo este deterioro de las condiciones macroeconómicas, desde el año 2008, ha tenido un impacto en los equilibrios financieros del país. Se puede decir que, desde esa fecha, Cuba está técnicamente en una crisis financiera. Dicha crisis podríamos segmentarla en tres partes, para graficarla mejor.

“Primero: Cuba dejó de pagar su deuda externa con otros gobiernos, con proveedores internacionales. Segundo: la peor parte de la crisis financiera: la crisis bancaria.

“Es decir, no sólo que el gobierno y las empresa estatales no pagan a los deudores internacionales, sino que los bancos se ven en la necesidad de congelar cuentas, lo cual es muy dañino desde el punto de vista de la confianza en el sistema financiero del

país.

“Y tercero: desde 2009 existe una pérdida de la convertibilidad del peso convertible (CUC) dentro del sistema empresarial, lo que dificulta enormemente las relaciones de la economía con la inversión extranjera, el comercio exterior, etcétera”, puntualizo.

El gobierno del presidente Castro ha hecho otras reformas, particularmente en la agricultura, sector que empieza a dar resultados positivos en algunos rubros como la producción de arroz.

Raúl López, vicepresidente a cargo de los asuntos económicos de la isla, anunció el pasado 30 de marzo que la mayor provincia (estado) productora de arroz de Cuba, Granma, cosecharía más del doble del grano este año,gracias a nuevas granjas privadas y cooperativas de servicios, mejoras de organización y alzas de precios en el mercado local.

Cuba consume cerca de 700 mil toneladas de arroz cada año, uno de los consumos más altos en el mundo. Y la mayor parte del arroz que consumen los cubanos se lo compra a Vietnam. Tan sólo en 2009 compró al país asiático 238 millones de dólares. Luego la producción del grano cayó en picada tras el colapso de la Unión Soviética, el antiguo socio de Cuba.

Raúl López aseguró que hace apenas tres años la provincia de Granma tenía 17 mil toneladas de arroz; el año pasado logró cosechar 27 mil toneladas, y para 2011 espera lograr una producción récord de 62 mil toneladas.

“El arroz ahora lo produce principalmente el sector no estatal. El Estado entrega los recursos, un paquete tecnológico (semillas y fertilizantes) bajo contrato”, aseguró el vicepresidente López al hacer referencia a la producción de arroz que realizan particulares y cooperativas en tierras entregadas por el gobierno.

El funcionario cubano afirmó que el pago de mayores precios por el arroz permitió a los agricultores más eficientes ganar entre 80 mil y 100 mil pesos anuales, equivalente a unos 4 mil dólares.

El 90% de la cosecha de arroz producido por particulares es comprado por el propio gobierno cubano.

La producción total de arroz de Cuba fue de 281 mil 800 toneladas en 2009, un 50% por encima de 2008. El año pasado la cosecha descendió 12.2%, unas 247 mil toneladas.

Servicios agrícolas como la recolección mecánica, que hace apenas unos años eran monopolizados por el Estado, están cada vez más en manos de cooperativas privadas.

Cuba ha arrendado tierras en usufructo a más de 128 mil  agricultores en los últimos dos años, y desde octubre ha concedido licencias a más de 170 mil personas interesadas en abrir sus propios negocios.

Con unos 3.3 millones de hectáreas sin cultivar en 2007, de los 6.6 millones de superficie agrícola, Cuba comenzó en 2008 el reparto de tierras ociosas en usufructo, la importación y fabricación de aperos, y mejoró el pago para los productores, pero la producción decreció debido a huracanes y sequías.

El gobierno cubano trabaja aceleradamente para modificar el sistema de gestión, lo cual implica descentralización, comercialización, créditos, régimen de impuestos y acceso a insumos.

 

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