EU sólo espiará por razones justificadas en países extranjeros: Obama

viernes, 17 de enero de 2014 · 19:16
WASHINGTON (apro).- Al dar a conocer una serie de cambios a la metodología y procedimientos de los sistemas de inteligencia de Estados Unidos, el presidente Barack Obama aseguró que no se espiará a jefes de Estado y de Gobierno de otros países, a menos que se trate de un caso de riesgo o amenaza a la seguridad nacional. “Le he dejado en claro a la comunidad de inteligencia que, a menos de que se trate de un propósito obligatorio de seguridad nacional, no monitorearemos la comunicación de jefes de Estado y Gobierno de nuestros amigos más cercanos y aliados”, dijo Obama durante su largo discurso en el Departamento de Justicia para develar los cambios al espionaje estadunidense. Aun cuando hizo esta aclaración, el propio mandatario subrayó que no por ello dejarán de espiar la Agencia Nacional de Seguridad, la CIA y demás sistemas de inteligencia con los que cuentan el Departamento de Estado o el Pentágono. “Nuestras agencias de inteligencia continuarán recolectando información sobre las intenciones de gobiernos alrededor del mundo, de la misma manera que lo hacen los servicios de inteligencia de otras naciones”, enfatizó. El año pasado, cuando el excontratista de la CIA y la NSA, Edward Snowden, develó a algunos medios de comunicación documentos clasificados sobre los métodos y tácticas de espionaje del gobierno de Estados Unidos, se hizo público que este país intervino los teléfonos celulares de los jefes de Estado y de Gobierno de naciones como Alemania, Francia, Brasil y México, entre otras, provocando con ello una enorme disputa diplomática. “No pediremos disculpas simplemente porque nuestros servicios de espionaje sean más efectivos, pero los jefes de Estado y de Gobierno con quienes trabajamos de manera cercana y con quienes tenemos una profunda cooperación deben sentirse confiados que los tratamos como verdaderos socios”, indicó Obama. Con los supuestos cambios anunciados para el espionaje internacional de su país, el mandatario estadunidense pareciera decir al resto del planeta que deje de hacer escándalos o aspavientos, que la NSA o la CIA los espía por su propio bienestar. “Nuestras capacidades de espionaje ayudan a proteger no solo a nuestra nación, sino también a nuestros amigos y aliados, pero nuestros esfuerzos sólo serán efectivos si los ciudadanos comunes y corrientes en otros países confían en que Estados Unidos respeta también su privacidad”, matizó el mandatario estadunidense. Como para calmar todavía más la desconfianza que tiene el mundo respecto de los sistemas de espionaje de Estados Unidos, Obama aseguró que si él quiere saber qué piensa un jefe de Estado o de Gobierno de otro país sobre algún asunto específico, levantará el teléfono y le llamará, en lugar de ordenar que lo espíen. Sobre el masivo espionaje doméstico o nacional que la NSA realiza con los ciudadanos estadunidenses en sus comunicaciones telefónicas o mensajes de Internet –que se conoció gracias a los documentos que develó Snowden–, Obama anunció que se cambiará la táctica, no que dejará de hacerse, por razones de seguridad nacional. En ese sentido, los cambios al espionaje nacional implican que cada vez que una agencia de inteligencia quiera intervenir los sistemas de comunicación de un ciudadano estadunidense, primero deberá solicitar permiso a una corte federal, para lo cual tendrá que presentar información necesaria que justifique que la acción es porque la seguridad nacional está en riesgo. “Todos aquellos que están preocupados por nuestros programas existentes de espionaje no están interesados en repetir la tragedia del 11 de septiembre de 2001, y aquellos que defienden estos programas no minimizan las libertades civiles”, explicó. Las nuevas directrices que dio a conocer el presidente obligan a las agencias de inteligencia a hacer más transparentes sus procedimientos de espionaje, primero solicitando la autorización de una Corte Federal, y en segundo lugar al hacerse obligatoria la rendición de cuentas de sus metodologías y objetivos ante el Congreso federal, la Presidencia y el mismo pueblo estadunidense. Bajo los cambios anunciados por Obama, las empresas de telefonía y de servicio de Internet tendrán que hacer público cualquier pedido que les haga el gobierno federal en el caso de entregar la información de alguno de sus clientes, sin revelar el contenido de la misma, por razones de seguridad nacional. “No podemos prevenir ataques terroristas o amenazas cibernéticas sin alguna capacidad para penetrar las comunicaciones digitales, ya sea para desmantelar un complot terrorista, interceptar un virus cibernético dirigido a la bolsa de valores, para garantizar que los sistemas de control de trafico no están en riesgo o para asegurarnos de que los hacker no dejen vacías nuestras cuentas bancarias”, sostuvo Obama. Además, el presidente de Estados Unidos anunció que anualmente las agencias de inteligencia, bajo la coordinación del Panel de Expertos Independientes, deberán entregar al Capitolio un informe sobre sus métodos y objetivos de espionaje, con lo cual, dijo a los estadunidenses, se da más garantía a la integridad y a sus derechos civiles y de privacidad. “Sabemos que los servicios de inteligencia de otros países, incluidos algunos que fingieron sorpresa sobre las revelaciones de Snowden, están constantemente probando a las redes de comunicación de nuestro gobierno y sector privado, al tiempo que aceleran el desarrollo de programas para escuchar nuestras conversaciones e interceptar nuestros correos electrónicos y comprometer a nuestros sistemas. Nosotros lo sabemos”, concluyó.

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