Hijo de funcionario del gobierno de Kenia, entre los asesinos de 148 estudiantes

lunes, 6 de abril de 2015 · 19:19
MÉXICO, D.F. (apro).- Uno de los milicianos del grupo armado Al Shabab (“Los Jóvenes”) que irrumpió en la Universidad de Garissa, en Kenia, el pasado jueves y masacró a 148 personas, fue identificado por las autoridades: se llamaba Abdirahim Abdullahi, egresado de la Facultad de Derecho de Nairobi, y se perfilaba para ser un “jurista brillante”, aseveró hoy un vocero gubernamental. En 2013, su padre, un alto funcionario en la provincia de Mandera al este del país, señaló a las autoridades que Abdullahi había desaparecido. “Les dijo que sospechaba que el muchacho se había ido a Somalia”, subrayó Mwenda Njoka, vocero del Ministerio del Interior. De inmediato, el gobierno anunció que levantará una lista de los jóvenes desaparecidos tras su presunta reunión con el grupo fanático. En tanto, fuerzas aéreas bombardearon dos campos del movimiento en la región fronteriza de Gedo, en Somalia. El pasado jueves, las autoridades dieron a conocer la identidad del presunto autor intelectual de los atentados. Se trata de Mohamed Kuno, nacido en Kenia y profesor en la universidad de Garissa. Según la información oficial, emigró a Somalia y se integró la Unión de Cortes Islámicos, de la cual nació posteriormente Al Shabab. “Queda claro que la guerra de Al Shabab revierte un carácter doméstico. Ya no son únicamente somalíes quienes participan en ella, sino también kenianos radicalizados y marginados”, aseveró ayer el diario keniano The Nation. Agregó: “Al Shabab explota las fracturas y los descontentos por motivos religiosos, étnicos y socioeconómicos en Kenia para ganar reclutas locales y propagar su agenda yihadista”. Según el periódico, en vez de “conquistar los corazones y mentes de los pobres y los jóvenes desempleados, quienes son vulnerables ante la radicalización, (las autoridades de Kenia) tratan a la población vulnerable con brutalidad y arrogancia”. The Nation recordó que en distintas ocasiones los servicios de inteligencia extranjeros emitieron avisos urgiendo a sus connacionales a evitar la zona costera de Kenia debido a la existencia de “amenazas inminentes”. De acuerdo con el rotativo, el gobierno keniano aseveró entonces que estas advertencias eran infundadas y tenían el propósito de debilitar el sector turístico del país. Asimismo, medios kenianos denunciaron que los integrantes de la unidad de tropas de élite se tardaron más de siete horas en llegar a la zona de la universidad, ya que llegaron en camiones por la muy transitada carretera. El ataque a la Universidad de Garissa resultó el más mortífero perpetrado en Kenia desde 1998. La madrugada del 7 de agosto de ese año, integrantes de Al Qaeda estallaron coches bomba debajo de las embajadas estadunidenses de Nairobi y Dar es Salaam –en Tanzania– de manera prácticamente simultánea. En la capital keniana fallecieron más de 213 personas. A raíz del doble atentado, el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, se convirtió en uno de los diez fugitivos más buscados por Washington. Hacia febrero de 2012, Al Shabab juró lealtad a Al Qaeda, rememoró la página del diario keniano Standard, y en septiembre de 2013 algunos de sus integrantes asaltaron al centro comercial Westgate, en Nairobi, en el que abatieron a más de 67 personas. En octubre de 2011, el ejército keniano entró a Somalia para enfrentar a los militantes de Al Shabab, quienes llegaron a ocupar la capital, Mogadisco, y el puerto de Kismaayo. Actualmente, los militantes de Al Shabab siguen sometiendo a amplias zonas agrícolas bajo una violenta interpretación de la Sharia –la ley islámica– y con preceptos fanáticos inspirados del wahhabismo originario de Arabia Saudita.  

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