Confiesa cura haber filtrado documentos confidenciales del Vaticano

lunes, 14 de marzo de 2016 · 19:43
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Tras describir el clima de presión y chantaje que vivió en 2013, el sacerdote, jurista y experto en asuntos económicos Lucio Vallejo Balda confesó ante un tribunal del Vaticano que filtró a la prensa las contraseñas de documentos confidenciales, un delito que la Santa Sede castiga con hasta ocho años de detención. “Sí, he proporcionado documentos a los periodistas. Les entregué una lista de cinco páginas con 87 contraseñas”, reconoció Vallejo al ser interrogado por los jueces del llamado proceso Vatileaks2. El proceso, que juzga a cinco acusados por la fuga de documentos confidenciales de la Santa Sede, se reanudó este lunes en el Vaticano con la comparecencia de casi todos los implicados, informó la agencia AFP. Destacó que la audiencia pública del juicio, en el que son procesados dos periodistas italianos, el cura español, su secretario y una consultora en relaciones públicas, por divulgar documentos privados sobre la malversación de fondos y los despilfarros en la Santa Sede, inició a las 16 hora local (15:00 GMT) en la sala del tribunal y duró cerca de tres horas. Todos los acusados, entre ellos los dos periodistas italianos, Gianluigi Nuzzi –quien no asistió a la audiencia– y Emiliano Fittipaldi, autores de sendos libros sobre la corrupción en la Curia Romana, basados en correos, grabaciones y documentos, se enfrentan a penas de cárcel de hasta ocho años bajo la legislación contra las fugas promulgada por el Vaticano en 2013. El tribunal del Vaticano, que la semana pasada volvió a ordenar el encarcelamiento de Vallejo Balda en la sede de la Gendarmería vaticana por haber “violado la prohibición de comunicarse con el exterior”, dedicó mucho tiempo a escuchar al religioso español. Según un diario italiano, la gendarmería vaticana descubrió que Vallejo Balda utilizaba secretamente un teléfono móvil a través del cual enviaba mensajes y mantenía contactos con el mundo exterior. El sábado, después de tres meses y medio de receso, se celebró una audiencia a puerta cerrada de carácter técnico, que duró cerca de una hora, para examinar la correspondencia y el material informático presentado por las partes. El tribunal aceptó examinar como prueba los correos electrónicos, mensajes y conversaciones de WhatsApp entre los acusados, algunos de ellos con detalles picantes, de acuerdo con el despacho informativo de AFP. El prelado español cercano al Opus Dei y la consultora italiana Francesca Chaouqui, junto con el colaborador de Vallejo, Nicola Maio, han sido acusados de haber formado una “asociación criminal” con el fin de divulgar noticias y documentos confidenciales a los que tenían acceso gracias a su cargo en el Vaticano. “Estaba seguro de que detrás de Chaouqui había intereses ilegítimos”, aseguró el religioso, que se define víctima de un chantaje “afectivo”, y dijo que atravesó por una fuerte depresión. Medios de prensa italianos sostienen que los dos mantenían una relación sentimental, lo que afectaba al prelado vaticano, miembro entonces de la Comisión Investigadora de los Organismos Económicos y Administrativos de la Santa Sede (Cosea). Chaouqui, que está embarazada de siete meses, llegó al Vaticano acompañada por cuatro guardaespaldas, como una estrella de televisión. Una ambulancia del Vaticano permaneció cerca del tribunal para garantizarle toda atención. La consultora pidió que una carta que escribió al Ppa, en la que solicita se le levante el secreto pontificio sobre su trabajo para poder defenderse, se adjunte a la documentación del proceso. “La información no se frena con juicios”, escribió por su parte Nuzzi en un tuit, poco antes del inicio de la audiencia. Los dos periodistas han sido acusados de “divulgación ilícita” de documentos confidenciales. “Me limité a cumplir con mi deber de periodista. Este es un proceso por una fuga de noticias y no por difamación. Todas las noticias publicadas son verdaderas”, declaró Fittipaldi.

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