En su precampaña, Vicente Fox irrumpió en el Palacio Legislativo, cuando los representantes de los partidos políticos definían sus posiciones previas al quinto informe del presidente Ernesto Zedillo, y, en su estilo desenfadado y ranchero, ignoró la sesión camaral y se puso a saludar a sus cuates efusivamente --¡Fuera! ¡Payaso! --le gritaron al precandidato presidencial El barullo que armó Fox en el recinto, forzó al presidente de la sesión, Carlos Medina, a llamarle la atención; conminó a su paisano y correligionario a que pasara a ocupar su lugar a la sección de invitados especiales y que mostrara respeto al orador (Jorge Emilio González, del Partido Verde, que sería su aliado en la campaña de 2000) Fox se sosegó un rato Pero a medio mensaje presidencial, se levantó de su asiento y salió de la sala, con estruendo por supuesto Ya fuera, declaró a los reporteros que se retiraba porque tenía "mejores cosas que hacer" Eso pasó el 1 de septiembre de 1999 Fox era gobernador con licencia y aspirante a la candidatura del Partido Acción Nacional a la Presidencia de la República, que lograría uno días después Hace apenas tres años