La Raza, en su día (Primera Parte)

lunes, 13 de octubre de 2003 · 01:00
* Se celebran 511 años del descubrimiento de América * Hasta el 12 de octubre de 1492 la vida de los indígenas cambió de manera radical Ese día, un marino, Cristóbal Colón pisó tierra nueva y enterró una cruz de madera que marcó el futuro de los nativos que vivían en el lugar, pues representaba la religión de los españoles que impusieron en el continente recién descubierto Al menos eso cuenta la historia, aunque existe otra versión, difundida ya por el semanario Proceso: El más gigantesco fraude histórico Tomás Gerardo Allaz La marcha de la historia no se puede detener en el pasado Como era de prever, la celebración del V Centenario en 1991, más que conmemoración se vuelve toma de conciencia para el presente y el porvenir: sobre todo el de los países del Sur y el de las minorías étnicas, como lo acaban de atestiguar por el ancho mundo las noticias relativas al "Día de la Raza", inclusive las de la Península Ibérica En este marco nos parece oportuno aprovechar todo este año para documentar en forma: definitiva y denunciar de un modo terminante lo que un estudioso del caso, un europeo, estigmatizó hace más de siglo y medio como "el fraude más gigantesco de que la historia hubiese conservado recuerdo": la espuria europeización del hombre genuino y aborigen de este continente, la América nuestra, el cual no fue objetado por los primeros visitantes del siglo XVI Este artículo no pretende plantear una tesis, sino manifestar la conveniencia de que otros etnólogos y especialistas en la materia reabran el antiguo expediente sobre el tema, valiéndose de su renovada actualidad, así como de las actuales facilidades de comunicación técnicas de investigación internacional e interdisciplinaria Este antropólogo trotamundos nunca olvidará cómo lo dejaron pasmados sus interlocutores del pequeño puerto de Livingston, en el fondo de la paradisiaca bahía guatemalteca de Amatique, del Golfo de Honduras, cuando le revelaron que ese topónimo intruso era el apellido de un pirata inglés Igual fue nuestro estupor cuando supimos, en 1974, que el British Honduras en vías de independizarse pasaba a denominarse Belioe, pues éste era (pronunciado a la española) el apellido de un bucanero escocés del siglo XVII Resulta todavía mucho más grave que los saqueos y destrozos materiales del colonialismo y la consecuente desnaturalización de la cultura local e identidad étnica Hace una treintena de años viajamos de Vigo a Veracruz en el "Covadonga" de la Transatlántica española El capitán, hidalgo y escritor él mismo, mantuvo sus mapas y libros de navegación a nuestra disposición y hasta se desvió de su itinerario ordinario para pasar entre la isla Tortuga y la Hispaniola Con avidez identificamos los lugares testigos de la presencia de Colón Bordeamos tan de cerca el litoral que, frente al atractivo "Port de paix" (Puerto de paz) distinguíamos a niños y adultos haitianos en las playas Pues bien, muy pocos años después, con los mismos intereses etnológicos, desembarcamos de un carguero danés con un muy distinguido timonel vikingo en el principal puerto nicaraguense de la costa del Caribe y centro de los indios misquitos en el siglo XVI En aquel lugar Colón puso el pie en tierra firme del continente el 25 de septiembre de 1502 Era nuestra primera visita a Nicaragua: "ombligo de América", "fiel de la continental balanza", según Rubén Darío, "uno de los puntos pivote del Nuevo Mundo", según el geógrafo universal Eliseo Reclus El puerto se llama Bluefields Durante la navegación soñamos las campiñas exuberantes que parecía evocar tal topónimo Por supuesto, nos hizo poquísima gracia enterarnos al llegar que Bluefields era el apellido de otro filibustero ingles En cambio, nos interesó sobremanera descubrir que, más allá de la profunda llanura pantanosa, la inmensa cordillera muy extensa a su derecha y a su izquierda vista de espaldas al mar, se llama Cordillera o Sierra o Serranía Amarrique o de Amerrique a Amerrisque Mucho más notable todavía resulta el hecho, conocido por los naturales y mencionado en no pocas referencias escritas de que la misma cordillera, parteaguas entre el Atlántico y el Pacífico, entraña, en sus estribaciones o faldas, riquísimas minas de oro célebres desde los tiempos más remotos Por otra parte, Bluefields está en el estuario del Río Escondido o Río Rama, el cual nace en la propia cordillera Amerrique Navegando cerca de cien kilómetros río arriba se alcanza Ciudad Roma, donde empieza la única carretera del país que permite ir por vía de superficie del Atlántico al Pacífico y a Managua Nuestras lecturas e investigaciones ulteriores nos demostraron que habíamos abordado el primerísimo El Dorado que Colón y sus compañeros (ávidos de oro más que de cualquier otra cosa) encontraron en el continente Entre hombres analfabetas con la efectividad del llamado "teléfono árabe" —la comunicación oral— se puede imaginar el eco que habrá tenido en las escalas de los descubridores orgullosos la asociación de ideas entre la primera tierra firme abordada en este hemisferio, el oro de los indígenas ramas encontrados allá y la única palabra inteligible, "Amerrique", pronunciada por ellos en respuesta a las interrogantes orales o por gestos En la de Vespucci, un hecho no resulta objeto de controversias entre los especialistas: el que su nombre de origen fuera Alberigo, el nombre de su fe de bautizo "Albericus" Aparece como Américo a partir de 1505 es decir tres años después de la llegada de Colón frente a la cordillera Amerrique Como tal obtuvo la ciudadanía española en 1505 El famoso Waldseemuller, autor de la fatídica confusión entre Alberigo, Américo y América (quizás porque erudito de cultura alemana, se le antojó dar al "nuevo", continente el nombre de un supuesto navegante llamado Alberigo, de raíz germánica) Y decimos "supuesto" navegante porque los especialistas, en los textos atribuidos al mismo Vespucci, no logran precisar si éste viajó cero, una, dos o cuatro veces a este continente Nosotros diríamos "por lo menos una" Que la existencia misma de la inmensa cordillera Amerrique fuera poco conocida por las fuentes escritas lo atestigua el hecho de que, en la monumental Historia de Nicaragua (860 páginas) impuesta por los sucesivos ministros de Instrucción Pública de Nicaragua en la enseñanza oficial durante 90 años (escogida por un jurado selecto a raíz de un concurso el brillante y erudito autor sentencia: "en estas regiones no sabemos que hay actualmente, ni que haya habido nunca, cordillera conocida con el nombre de América" Sin embargo, esta obra es de 1889 y existe una carta de Adán Cárdenas, Presidente de la República de Nicaragua de 1883 a 1887, que se refiere a una cordillera montañosa conocida con el nombre de Amerrisques, habitada por los indios de este mismo nombre Agreguemos que Waldseemuller, luego de haber relacionado el vocablo América con Vespucci, acabó reconociendo su error En todos los países, ya a los niños se les enseña que nunca conviene hacer juegos de palabras y retruécanos con apellidos, por resultar ultrajante para los titulares de éstos ¿Cómo admitir entonces la prostitución del nombre que corresponde hoy a toda la "América nuestra"? No es éste un "subcontinente" Si se quiere designar así a una parte del hemisferio, será a nuestro vecino del Norte: el yanqui: sobre todo si resulta auténtica la afirmación de un nahuatlato amigo nuestro según el cual este vocablo "yanqui", nada despectivo, es una voz náhuatl que significa "advenedizo" (Proceso 781/ 19 de octubre de 1991)

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