México, D F, 14 de octubre (apro)- Durante los últimos días marchas, bloqueo de carreteras y huelgas parciales han puesto a tambalear al presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada Y es que campesinos y obreros formaron un frente común para oponerse al proyecto gubernamental de exportar gas natural a Estados Unidos y México Inicialmente se pensaba utilizar un puerto chileno para realizar las exportaciones, lo que dio lugar a las primeras protestas, pues los bolivianos todavía no le perdonan a Chile que les haya arrebatado en una guerra su única salida al mar Pero luego la oposición se extendió a la exportación en si Campesinos y obreros reclaman que antes de exportar el gas, éste sea utilizado para satisfacer la demanda interna, sobre todo en las zonas más pobres del país Muchos recuerdan que en otras épocas Bolivia fue un gran exportador de estaño, plata, caucho y petróleo, y los ingresos producto de esas exportaciones nunca se reflejaron en un mejoramiento en el nivel de vida de las grandes mayorías Siendo realistas, las únicas “exportaciones” que redujeron la pobreza en determinadas zonas, sobre todo campesinas, fueron las de cocaína, reducidas ahora por plan de destrucción de las plantas de coca El gobierno, a su vez, ve en la exportación de gas la salida para resolver la falta de dinero que agobia al país Actualmente las exportaciones de Bolivia son por mil 300 millones de dólares, pero realiza importaciones por mil 800 millones Se esperaba que mediante las exportaciones de gas a Estados Unidos y México, realizadas mediante un consorcio formado por una empresa estadunidense, una española y una inglesa, el gobierno recibiría 300 millones de dólares al año, sólo por concepto de impuestos Así, se calculaba que para 2007 Bolivia podría duplicar el valor de sus exportaciones El plan consistía en llevar por mar el gas boliviano a México, y en Baja California se utilizaría para producir la electricidad que necesita el estado de California Ahora todo está en veremos Como se ve, algo semejante está pasando en México, donde se discute la reforma energética del presidente Vicente Fox, para permitir que empresas extranjeras realicen algunas de las labores encomendadas a Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad, y que ambas empresas no pueden llevar a cabo por falta de recursos Entre otras cosas, se podrían explotar yacimientos de gas, con lo que México no se vería en la necesidad de importarlo Pero aquí son los partidos políticos, una parte del PRI y el PRD, los que se oponen a ese proyecto