En medio de la crisis que azota a Bolivia, denominada la “guerra por el gas” y la amenaza latente de una eventual guerra civil, se revela por lo menos, uno de los motivos de la insurgencia indígena que inició a finales de septiembre y que, a la fecha, ha arrojado decenas de muertos y cientos de detenidos Y es que la lucha no es reciente, aunque ahora la crisis se ha recrudecido, al grado de que las organizaciones obreras e indígenas que se manifiestan exigen la renuncia del presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada, de acuerdo con un reportaje publicado en la edición de Proceso, que circula a partir de este domingo 19 de octubre “Los quechuas, los guaraníes y los aymará nos planteamos ahora la recuperación del poder tras 500 años de injusticia”, ha dicho Evo Morales, líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), quien junto a Felipe Quispe, histórico dirigente marxista de la etnia amayrá, lanzaron una dura ofensiva contra las estructuras del poder Así mismo, el reportaje de este semanario presenta una entrevista con Waldo Albarracin, presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, quien considera que el movimiento social de Bolivia seguirá fortaleciéndose “Es el pueblo el que está de pié No son sólo los indígenas La COB (Central Obrera Boliviana) es la conductora de este movimiento Se puso a la cabeza de las protestas”, aseguró el secretario ejecutivo de esta organización, Jaime Solares, en la entrevista que publica Proceso este domingo 19 de octubre