Luego de más de dos años de silencio, el excapitán de corbeta argentino Ricardo Miguel Cavallo hizo escuchar su rechazo a las acusaciones que lo asocian "a conductas truculentas y monstruosas" ocurridas durante la dictadura en Argentina durante los años 70 En una carta que se publicó en el diario bonaerense La Nueva Provincia el 22 de septiembre pasado, el también exdirector del Registro Nacional Vehicular en México, relató: "me he enterado, de forma indirecta porque no he podido ver medios de prensa desde la prisión en la que me encuentro, que se ha cubierto profusamente en los medios de comunicación mi extradición a España desde Méjico (sic) También he oído una cantidad de declaraciones de 'testigos' que me asocian a conductas truculentas y monstruosas que desmiento categóricamente" En la misiva, que el exmilitar argentino tituló "Una ironía de la historia", aclaró que su negativa a declarar ante el juez español Baltasar Garzón responde a que él está "sujeto al marco legal argentino", por lo que confió en que su juicio se realice en su país Mientras, dijo, no puedo "hablar sobre la cuestión de fondo (en otras palabras no puedo tocar el tema del que me acusan mientras haya un juicio en marcha "Lo único que puedo decir de estas declaraciones" agregó, "es que parece que algunos antiguos terroristas no han podido olvidar eso de 'tomar contacto con los medios de comunicación, acusar siempre de malos tratos, torturas y vejaciones a las autoridades, relatar hechos aberrantes en forma minuciosa y detallada eso escandaliza a la opinión pública que estaba entre las instrucciones de los manuales de guerrilla que nos enviaban junto con los guerrilleros claro, desde Cuba a los países de Latinoamérica" A propósito de Cuba, Cavallo aprovechó los últimos párrafos de su carta para criticar severamente la visita del presidente de la isla, Fidel Castro, a Argentina, así como la forma en que lo recibió el actual mandatario argentino, Ernesto Kirchner