En Querétaro, defensa del patrimonio cultural ante la globalización
Querétaro, Qro - Representantes de diversos países discutieron la escasa representatividad de categorías y de países en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO
¿Pero qué sentido tiene para un país ser parte de esa lista más allá de la declaratoria honrosa para sus bienes culturales? Se sabe, así lo concluyeron los expertos, que muchos países latinoamericanos y africanos no inscriben su patrimonio por problemas económicos
¿Qué importancia tiene, además, si el organismo internacional carece de medios para sancionar a los países que no respetan los bienes culturales? La destrucción del patrimonio de Irak durante la reciente guerra con Estados Unidos dejó de manifiesto la impotencia del organismo internacional frente a este tipo sucesos
En el pasado encuentro La representatividad en la Lista del Patrimonio Mundial, realizado en esta ciudad del 12 al 16 de diciembre, el papel del Consejo Internacional de Sitios y Monumentos (ICOMOS) fue también cuestionado por algunos participantes, quienes señalaron que el organismo perteneciente a la UNESCO no siempre se suma a las iniciativas de los países
En entrevista con Proceso, Nuria Sanz, especialista del Programa de América Latina y El Caribe del Centro del Patrimonio Mundial (CPM) de la UNESCO, Michael Petzet y Dinu Bumbaru, presidente y secretario general de ICOMOS, respectivamente, dieron sus puntos de vista
A propósito del caso de Irak, Sanz dijo determinante:
"La UNESCO no puede luchar contra la locura humana, sólo puede mejorar -a veces- sus efectos"
Y encaró:
"Desde el punto de vista de la defensa de los acuerdos internacionales, la comunidad mundial tampoco pudo hacer nada para evitar la guerra de Irak"
En opinión de la especialista, la organización no es responsable por aquellos sucesos Y en cambio ha expresado estar dispuesta a colaborar en el rescate y ha hecho una declaración contra la destrucción deliberada en caso de conflictos armados
Esgrimió que la Convención del Patrimonio Mundial ha sido ratificada por el mayor número de países (176), "tiene 30 años de credibilidad", y se preguntó: "Si no existiera, ¿qué quedaría del patrimonio que disfruta la humanidad entera?"
-¿O sea que estos sucesos no cuestionan la existencia del organismo
-No, nos ponen a trabajar para enfrentarlos en otras ocasiones No podemos ser magos, debemos prevenir, y así lo hicimos, sobre todo en el caso de los Budas (de Bamiyán, destruidos en Afganistán)
Los desequilibrios
Según datos de la Dirección de Patrimonio Mundial del Instituto Nacional de Antropología de Historia (INAH) -organizadora el encuentro-, de los 754 sitios de la Lista Mundial, 350 corresponden a Europa, 150 a la región Asia Pacífico, 138 a América y 116 a África y los Estados Árabes
La pregunta es cómo puede la UNESCO ayudar a que los países incrementen su presencia en la lista si, como se dijo, se debe en buena parte a problemas económicos Sanz discrepó Considera que son varias las razones, entre ellas cambios políticos y cuestiones técnicas solucionables con asesoría del mismo organismo internacional
Coincidió Petzet, para quien los países no deben permitir la destrucción de bienes que son patrimonio de la humanidad, porque la conservación no es sólo cuestión de dinero la destrucción se relaciona también con el desarrollo de las ciudades: construcciones de carreteras, de rascacielos, etcétera
Aunque la UNESCO no tiene los recursos del Banco Mundial, dijo Sanz, da asistencia técnica y cuenta con el Fondo del Patrimonio Mundial para apoyar a los sitios patrimoniales que así lo ameriten, atendiendo a una distribución equitativa de los fondos
-¿Hay algún tipo de lucha política por allegarse esos recursos?
-No, para nada, se entregan en la medida en que mandan un requerimiento
Para Dinu Bumbaru, el encuentro La representatividad es apenas el comienzo de un trabajo tendente a lograr un mayor equilibrio de naciones y categorías
patrimoniales
Tiene muy claro que la protección del patrimonio no tiene una respuesta total con la Lista del Patrimonio Mundial, y que 100 o mil sitios que la conformaran no podrán ser el patrimonio de toda la humanidad Y no pasa por alto que muchas de las inscripciones obedecieron a intereses políticos y económico-turísticos de las naciones
Recordó, por ejemplo, que al desaparecer la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), varias de las Repúblicas que la integraban buscaban inscribir algún bien para obtener reconocimiento internacional
"Es parte de la realidad de este instrumento", admitió, pero no le restó los méritos de ser un mecanismo de cooperación y solidaridad entre las naciones, que, además, no pertenece a la sociedad civil, sino a los propios países miembros de la Convención del Patrimonio Mundial
Diversidad Cultural
La UNESCO aprobó recientemente las convenciones del Patrimonio Cultural Intangible y la del Subacuático, y se propuso crear una Convención sobre Diversidad Cultural, pero se sabe que hay resistencia de algunos países, entre ellos Estados Unidos Sanz respondió al respecto:
"Todas las convenciones son procesos largos, de consensos difíciles y de un trabajo intenso, por eso no me atrevo a decir todavía qué es lo que puede pasar o cuáles son las asperezas, porque hay que empezar a rodar ese proyecto"
Bumbaru advirtió que la convención sobre diversidad deberá integrar consideraciones para proteger los sitios y elementos del patrimonio que pueden ser "víctimas de la globalización" Su idea es conservar las culturas tradicionales pero no en condiciones adversas de vida
La conservación de las tradiciones se enfrenta, sin embargo, a intereses económicos El especialista canadiense habla del caso de las villas históricas de Shirakawa-go y Gokayama, en las montañas de Japón, declaradas por la UNESCO en 1995, en donde se cultiva arroz en pequeños campos y con agua de la montaña:
"Es un sistema que económicamente no funciona frente a los inmensos campos mecanizados de Texas ¿Cómo se va a proteger su autenticidad cuando sería más fácil comprar el arroz en el supermercado importado de Texas?"
Por desgracia, el funcionario de ICOMOS opina que la UNESCO no está lista para estos temas que surgen en la actualidad y que requerirán de estudiar los tratados de comercio internacional