Fox en campaña, legalidad y moralidad

viernes, 21 de febrero de 2003 · 01:00
México, D F (apro)- Vicente Fox es un ciudadano a quien la Constitución garantiza, como a todos los habitantes de la República, las libertades de tránsito y de expresión, así que puede ir a donde le plazca y decir lo que le venga en gana En ese sentido, no es correcto exigir al ciudadano Fox que no ejerza derechos que los mexicanos han conquistado durante la historia nacional y que es preciso preservar para seguir edificando la democracia Justamente porque Fox es un ciudadano mexicano en uso de sus derechos es que pudo competir por la Presidencia de la República, que conquistó --aunque muchos no hayamos votado por él--, y su investidura la porta las 24 horas del día y los 365 días del año Pero precisamente porque posee la investidura de Presidente de la República, es decir, es un servidor público, sólo puede hacer lo que la Constitución y las leyes expresamente le ordenan, mismas que al tomar protesta, el 1 de diciembre del 2000, juró respetar y hacer respetar, conforme al artículo 87 constitucional, que es preciso recordar que alteró En ese sentido, aunque puede manifestar las opiniones que quiera, como se lo garantiza el artículo séptimo constitucional, el presidente Vicente Fox no ha cumplido --y esto es muy grave-- con una disposición legal en el Estado de México, que prohíbe a autoridades difundir cualquier acción o programa de gobierno 20 días antes de la jornada electoral, que en el caso de esa entidad se celebrará el 9 de marzo Es cierto que el artículo 157 del Código Electoral del Estado de México puede ser interpretado al gusto de cada quien y, como en el caso de Fox, inferir que no violó esa ley por haber asistido a misa, el domingo 16, en una parroquia de Ciudad Satélite, ni por la visita que hizo a Chalco, el martes 18, en cuya ceremonia su esposa, Marta Sahagún, entregó una camioneta a un niño adquirida con recursos de la fundación que preside Al margen de si el gobernador Arturo Montiel, personaje anclado en las peores prácticas fraudulentas, exigió a Fox evitar hacer visitas al estado, la autoridad electoral --en tanto responsable de garantizar los principios de legalidad, equidad, objetividad y certeza-- exhortó al presidente a deponer su actitud Y es que el espíritu de ese artículo legal, argumentó el órgano electoral, es evitar que "desde los niveles de gobierno se pueda influir en los votantes aprovechándose de su carácter de servidores públicos, es decir, conmina a que se abstengan de utilizar su posición política ante la ciudadanía en época electoral" Pero aceptando sin conceder, como dicen los abogados, que efectivamente Fox no ha violado esa disposición legal, en un proceso de transición democrática como el que se vive en México son muy importantes los actos que tienen que ver con la moral pública de los servidores públicos Y las visitas de Fox y su esposa, al Estado de México, representan nítidamente actos de campaña para favorecer a su partido, el PAN, cuyos gobernantes han protagonizado numerosos escándalos equiparables a los peores años del PRI, hasta en los crímenes Puede efectivamente Fox no incurrir en responsabilidad legal si su presencia no está acompañada de acciones de propaganda o programas de gobierno, como establece el artículo 157 del Código Electoral del Estado de México, pero un presidente demócrata, ya no digamos con visión de Estado ?que no es la situación--, debe procurar concordia y evitar generar encono, como es el caso Los partidos políticos son, constitucionalmente, los facultados para la contienda electoral, y las autoridades mantenerse al margen de la misma, aunque es legítimo que usen el éxito de aquellos para obtener votos Lo que no es válido, moralmente, es encubrir un abierto proselitismo, como lo está haciendo Fox Si el presidente reincide en esta conducta, con su asistencia a misa en la catedral de Toluca, prevista para el domingo 23, entonces estará enviando una clara señal de que no sólo desafía la ley, sino sobre todo conspira contra la democracia, como lo hicieron los presidentes priistas Y a esta conspiración política contra la democracia, al margen de si es ilegal, porque fundamentalmente tiene que ver con la moral pública, se sumarán todos los gobernantes del país, de todos los signos políticos, al fin y al cabo el jefe del Ejecutivo, en un país presidencialista, puso el mal ejemplo Fox ya pasó a la historia como el personaje que fue capaz de consumar la alternancia, gracias a los ciudadanos, pero debe pensar si aspira a que también se le recuerde como el presidente de la República desafiante de las leyes y de conductas antidemocráticas, además de su ineptitud administrativa, que es cada día más evidente Comentarios: delgado@procesocommx

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