El regreso

lunes, 4 de agosto de 2003 · 01:00
México, D F, 4 de agosto (apro)- Carlos Salinas de Gortari ya opera en México Desde la llegada al poder de Vicente Fox, el expresidente se sintió de nuevo como en casa, abandonó su exilio de 6 años para preparar el terreno y entrar de lleno a hacer política tras bambalinas En octubre de 2000, durante el gobierno de transición, pisó suelo mexicano para --bajo el pretexto de presentar su libro, México, un paso difícil a la modernidad--, decir en cadena nacional, que regresaría al país Aunque aseguró que no lo haría en la trinchera política, sí empezó a operar lentamente Su alfil fue Elba Esther Gordillo, la mujer a la que dio poder y riqueza cuando en 1989 la designó secretaría general del sindicato de maestros, el más grande y rico de toda América Latina Aunque en 1999 trató de impulsar, sin éxito, a su también amigo Roberto Madrazo Pintado para que quedara como el candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y le abriera nuevamente el regreso a México, no fue sino hasta diciembre de 2001 cuando operó para que nuevamente este personaje, de la mano de Gordillo, se colocara al frente del Revolucionario Institucional Negoció con Madrazo, negoció con Elba Esther y, finalmente, una vez ubicadas sus piezas en el PRI, acordó con Jorge Castañeda en mayo de 2002, un terso regreso al país Desde ese momento, Carlos Salinas no dejó de operar, de mover los hilos de sus viejos colaboradores y los de la directiva del PRI para ubicar a su gente en la Cámara de Diputados Con un PRI que tienen la mayoría en el Congreso, las posibilidades de maniobra de Salinas se amplían, pero no sólo eso, las constantes muestras de apoyo que ha dado a Vicente Fox y las que ha recibido de éste a través de sus personeros, Santiago Creel y Francisco Barrio, han conseguido que Salinas se sienta nuevamente como en casa Aquel al que Vicente Fox llamó insistentemente “el salinilla”, al que fustigó desde la Cámara de Diputados durante su primer trienio de gobierno, es al que hoy le abre la puerta mandándole mensajes de que todo su quehacer político no viola la ley, por lo que no hay por qué perseguirlo “Necesito de Fox para defenderme”, dijo en 2000 Carlos Salinas de Gortari durante una entrevista con CNN; Fox le cumplió y ahora le toca a Salinas pagarle El primer paso será el impulso, a través de su gente en la Cámara de Diputados, de las reformas eléctrica y hacendaria Le ofrecerá acuerdos camarales, aunque en el Senado de la República Salinas puede enfrentar un desgaste de tres años, pues ahí se encuentran miembros del grupo político de Francisco Labastida, aquel al que el mismo Salinas acusó de formar parte de la “nomenklatura” y ser uno de los principales de intentar frenar el avance del país A pesar de todo el poder que tiene Salinas y su influencia sobre el PRI y políticos que hoy están en el rejuego del país, vivirá un desgaste y difícilmente logrará su objetivo: hacer que la historia lo reivindique y que sus reformas, tan criticadas, vuelvan a ser punta de lanza del país

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