México, D F, 4 de octubre(apro)- El sábado 25 de septiembre se iniciaron las hostilidades entre el campeón del mundo (no oficial) de ajedrez, Vladímir Krámnik, contra su contendiente, el gran maestro húngaro Peter Leko El match, concertado a 14 partidas nada más (normalmente la tradición eran 24 juegos), definirá quién es el campeón del mundo, el cual defendería su título en un eventual encuentro contra el ganador de un match entre Garry Kaspárov (el jugador de más alto rating en el mundo y Rustam Kasimdzhanov, reciente ganador del campeonato mundial de la FIDE, llevado a cabo en Trípoli, Libia) La puja por patrocinar este último match se cerró el 215 de septiembre y parece que no hay quien le interese ver como Kaspárov dispone del jugador 50-60 del mundo Nadie da un peso por el campeón de la FIDE, independientemente de su extraordinario desempeño en Trípoli Pero mientras esto se arregla, Krámnik ha empezado con el pie derecho en la defensa de su título Venció de manera convincente a Leko en un final de dama contra dos torres, en donde el ruso demostró que las torres coordinadas resultan mucho más fuertes que la dama misma Además, venció con negras, asunto que entre ajedrecistas cobra cierta importancia, porque es claro que las blancas empiezan la partida, así que llevan la primera jugada de ventaja, que aunque relativa, muchas veces marca el giro de las acciones Para preocupación de Leko, el ruso eligió la defensa Pettrof, la cual tiene fama de ser sólida pero poco violenta como para obtener la victoria El equipo de Leko tendrá mucho que hacer para hallar algo contra esta nueva arma de Krámnik, cuya defensa berlinesa en la Ruy López, fue su arma para vencer a Kaspárov en el 2001 Curiosamente en las fotos y videos de la conferencia de prensa (vea chessbasecom), se ve a Leko sonriente después de la partida, a pesar de haber perdido, contra un Krámnik que se le ve exhausto La imagen de ambos contendientes no refleja el resultado de esta primera partida En el segundo encuentro, Krámnik ahora con blancas, se llegó a la división del punto en menos de 20 jugadas Quizás nadie quiso arriesgar, pero el que está más obligado a buscar el triunfo es Leko, porque tras un eventual empate a 7 puntos, el campeón mantiene la corona Así, el húngaro no sólo tiene que empatar el marcador, sino que, además, ganar una partida más para que Krámnik tenga que pensar en qué hacer para conservar su título Aunque el match apenas está empezando, hay aún mucho que jugar Esperemos ver a un Leko más combativo (y tendrá que serlo) La tercera partida, que se disputará el 28 de septiembre pondrá de nuevo al húngaro con blancas y pensamos que buscará el triunfo a toda costa Sin lugar a dudas el retador tiene un encuentro por demás difícil Krámnik es un jugador que pierde en promedio dos o tres partidas por año, y que conste que juega en los torneos de más alta jerarquía en el mundo Veremos mucha acción, sin duda Mientras tanto Kaspárov espera que la FIDE encuentre patrocinadores para su match contra Kasimdzhanov Considerando la disparidad de rating (es decir, de la clasificación de fuerza ajedrecística) entre ambos jugadores, el “ogro de Bakú” (Kaspárov) es el favorito, pero no para ganar, sino para arrasar a su rival Si no se consigue quién patrocine, podría de nuevo quedar la reunificación del título a la deriva y seguir manteniendo este estado de caos en donde la FIDE tiene su campeón, hay un campeón no oficial (decididamente más fuerte que el de la FIDE), y aparte, los alegatos de Fischer de que sigue siendo el campeón del mundo porque nadie le ha quitado el título en el tablero Este estado actual de las cosas choca con la idea que se tiene, de que los ajedrecistas son gente razonable, pensante Aquí todos los intereses (sobre todo los económicos), han pesado sobre la razón y por ello tenemos esta situación que francamente nos hace pensar que quizás no hay necesidad de un campeón del mundo Quizás sea una figura obsoleta y debiésemos cambiarla por lo que hacen, por ejemplo, los tenistas, los cuales tienen a su mejor jugador de acuerdo con sus resultados en un año