Toca al Congreso denunciar la corrupción en Manzanillo (Segunda y última parte)

lunes, 12 de abril de 2004 · 01:00
* Irregularidades en la edificación del casino de la feria y el malecón lacustre Manzanillo, Col , 12 de abril (apro)- Luego de la auditoría realizada por la Contraloría local a obras realizadas bajo la gestión del exalcalde Rogelio Rueda Sánchez, será la Contaduría Mayor de Hacienda del Congreso la que revise las conclusiones sobre irregularidades detectadas en la edificación del casino de la feria y el malecón lacustre Sin embargo, en el dictamen del contralor municipal Gustavo Buenrostro Ceballos se detalla que en este último proyecto hubo “falta de previsión y mal manejo de los recursos públicos”, así como “ausencia de “planeación y mala ejecución de los trabajos” En este último caso --donde se gastaron más de 5 millones de pesos--, brotaron además graves fallas técnicas en la ejecución de la obra física, que antes de su conclusión ya se encuentra en proceso de hundimiento y, según el dictamen de auditoría, se desconoce si algún día será posible ponerla en operación Con la finalidad de sustentar el supuesto de mala calidad de los trabajos del malecón lacustre, la Contraloría municipal encargó un informe completo al ingeniero Adrián Gómez López, en el que se determinó que, de noviembre de 2003 a febrero de 2004, se ha presentado un “acelerado hundimiento” del terraplén, pues tan sólo en ese periodo se hundió 33 centímetros, mientras que de noviembre de 2002 a marzo de 2003 se había hundido 13 centímetros, y de marzo a noviembre de 2003 el hundimiento había sido de 21 centímetros Entre otras anomalías, el dictamen de auditoría hace notar que el proyecto ejecutivo de la obra no contiene un estudio de impacto ambiental, por lo que viola el artículo 20 de la Ley Estatal de Obras Públicas, además de que “la obra en cuestión es irregular, ya que no contempla la normatividad que señala el artículo 21 de la Ley Estatal de Obras Públicas, al no contar con permisos, autorizaciones y licencias” Pero eso no es todo, pues la Contraloría municipal advierte que en la licitación de la obra del malecón lacustre, considerada “irregular”, aparece como ganador el ingeniero Pedro López, un contratista que “en estas oficinas no se le conoció, a pesar de haber solicitado su presencia en diferentes ocasiones para aclarar situaciones técnicas del proyecto; cabe aclarar que se tomó el teléfono en la documentación membretada de su constructora, y el que mismo corresponde a una caseta telefónica”, por lo que “se considera relevante mencionar que se presume documentación falsa, así como inexistente la persona de Pedro López” Entre las recomendaciones de la Contraloría, se propone informar de estos hechos a la Contaduría Mayor de Hacienda del Congreso local para que tenga conocimiento y proceda lo conducente; se realice un estudio geofísico basado en perfiles de resistividad magnética para determinar la viabilidad del proyecto, así como su posible continuidad, y se elabore un estudio de impacto ambiental para conocer los efectos en el trazo de la obra El dictamen general emitido por la Contraloría es el siguiente: “Mal uso de recursos públicos por no respetar el Plan de Desarrollo Municipal 2001-2003 De estas acciones se determina responsabilizar al (entonces) presidente municipal Rogelio Rueda Sánchez; al (entonces) tesorero municipal, Ernesto García Pirsh; al (entonces) director general de Obras Públicas, Fernando Morán Rodríguez, y al (entonces) supervisor de la obra, Germán Martínez Figueroa” El 3 de julio de 2002, el cabildo autorizó la construcción de la primera etapa del Casino de la Feria de Manzanillo, para la que se autorizó un presupuesto de 2 millones 500 mil pesos, y posteriormente se autorizó un incremento por 500 mil Para la segunda etapa de la obra se aprobaron recursos por un monto de un millón 550 mil pesos, el 26 de marzo de 2003 En las observaciones a la ejecución de los trabajos, incluidas en el dictamen de la auditoría practicada por la Contraloría municipal, se advierte entre otras cosas que en la documentación aportada por el señor Ignacio Galindo González, director general del Patronato para la Construcción de las Instalaciones de la Feria de Manzanillo, “no existe un proyecto ejecutivo, lo cual es violatorio de la Ley Estatal de Obras públicas” Así mismo, no se señala en ningún documento al director responsable de obra, ni existe memoria de cálculo estructural ni licencia de construcción, como lo señala el Reglamento de Construcciones del municipio de Manzanillo “Según modalidades de ejecución de obra pública, el licenciado Rogelio Rueda Sánchez, presidente del patronato, y el señor Ignacio Galindo González violentaron el artículo 24 de la Ley Estatal de Obra Pública, primero por ejecutar la obra sin estudios, ni proyectos ni programas y, segundo, las remesas aportadas por la Tesorería municipal no estaban previstas en el presupuesto general de egresos autorizado” Además, no se respetó la determinación del cabildo, que autorizó un millón 550 mil pesos para la segunda etapa de la obra exterior del casino, con equipamiento como paraderos urbanos y taxis, plaza arcada, estacionamiento, protección perimetral de ingreso e instalación eléctrica y alumbrado en la plazoleta de ingreso “La mayor parte de estas obras –puntualiza el documento— fue entregada como pendiente de pago, el 29 de diciembre de 2003, fecha en que entregó el patronato, por lo que es notable que el señor Ignacio Galindo González distrajo estos recursos hacia otras obras no programadas, haciendo mal uso de éstos” Otras anomalías detectadas por la Contraloría ocurrieron en la adjudicación de contratos al arquitecto Gustavo Robles Gómez, por un monto total de 3 millones 595 mil 32 pesos con 68 centavos, que rebasa los topes establecidos por la Ley Estatal de Obra Pública “Es de notarse que a la documentación de pago se anexan invitaciones de otros proveedores, pero se presumen escaneadas, por lo que se solicita en las recomendaciones otros estudios para determinar la procedencia de dicha documentación” De acuerdo con el dictamen, “no se conoce el propósito de fraccionar en once contratos las obras realizadas, ni por qué le asignaron 6 contratos al arquitecto Gustavo Robles Gómez, donde le adjudican un monto de 3 millones 719 mil 780 pesos con 68 centavos, equivalentes a 966% del total de los once contratos otorgados por el patronato a todos los proveedores”, por lo que “se consideran violatorios del artículo 43 de la Ley Estatal de Obras Públicas” En el capítulo de “Observaciones especiales”, el documento señala que los contratos formulados por el Patronato, en la persona del señor Ignacio Galindo González con el contratista Gustavo Robles Gómez, “son nulos por falta de personalidad, ya que en el proemio de dichos contratos se ostenta como presidente del Patronato, siendo director general del mismo” También, en la ejecución de la obra se violó el artículo 82 del Reglamento de Construcciones de Manzanillo, “por falta de bitácora de obra, ya que en este libro se consigna el historial de ejecución, como son apertura de bitácora a los inicios de la obra, consignar firmas y foliado de los responsables, avance de los trabajos, cambios al proyecto original, registro de sucesos extraordinarios, prórrogas otorgadas a los contratistas y cierre de obra” En relación con el manejo de los recursos, la Contraloría detectó la realización de pagos injustificados y la expedición de cheques sin soporte Por ejemplo un pago de 35 mil pesos realizado con el cheque 055 de la cuenta 153468407 de Banorte, o un pago de 10 mil pesos de más a Pedro García, con los cheques 76 y 92, o el pago de 316 mil pesos 323 pesos con 49 centavos realizado por Ignacio Galindo González, con el cheque 214 el 17 de octubre de 2003, pero no existe documentación de póliza-cheque que ampare ese pago Una violación legal más documentada por la Contraloría, esta vez a la Ley de Adquisiciones, Servicios y Arrendamientos, se cometió en la compra de los muebles para el casino, a Practimuebles RAM, SA de CV, por 280 mil 600 pesos, pese a que el máximo es de cien días de salario mínimo general vigente en el estado A partir de un análisis comparativo de ingresos y egresos del patronato, con base en la documentación proporcionada por Ignacio Galindo, la Contraloría detectó un sobregasto de 281 mil 865 pesos en la obra respectiva Por lo tanto, la Contraloría determinó que hubo “mal uso de recursos públicos por gastos efectuados en lugar diferente al señalado, ingresos no depositados en detrimento de la hacienda pública municipal Ejecución de obras no contenidas en el Plan de Desarrollo Anual 2001-2003 La no incorporación de recursos a la contabilidad del patronato, y utilizarlos en conceptos no autorizados por la autoridad correspondiente” En suma, concluye el documento, “por esta acción se determina responsabilizar a Rogelio Rueda Sánchez, presidente del patronato en cuestión, por el mal manejo de los recursos públicos; a Ignacio Galindo González, por no apegarse a lo establecido en la Ley Estatal de Obras Públicas, el Reglamento de Construcciones del municipio de Manzanillo y la Ley de Adquisiciones, Servicios y Arrendamientos del sector público en el estado de Colima, y falta de responsabilidad en la ejecución de los trabajos aquí señalados, y a Ernesto García Pirsch, tesorero municipal, por aplicar recursos públicos no autorizados en el Presupuesto de Egresos para el ejercicio fiscal 2003”

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